sábado, 31 de diciembre de 2005

Cuba looking at broad use of GPS to track pilferers

[December 28, 2005]

Cuba looking at broad use of GPS to track pilferers
(EFE Ingles)
By Jose Luis Paniagua.

Havana, Dec 27 (EFE).- Cuba's Communist regime, which already this year used straight-arrow cadres to revert large-scale theft of gasoline by corrupt gas station attendants, is looking at the possibility of using tens of thousands of GPS units in official vehicles to keep track of how they are being misused.

Fidel Castro's announcement that Cuba is capable of turning out Global Positioning System-equipped devices at the rate of 30,000 per month represents a ratcheting-up of his government's crusade against graft and corruption.

The gas-station initiative, launched in mid-October, uncovered pilfering equivalent to almost $100,000 a day nationwide, while the deployment of young Communist militants to the stations has boosted revenues from fuel sales more than fivefold in several provinces, including Santiago de Cuba, the cradle of Castro's revolution.

"There was a tremendous diversion of fuel resources on the part of the nouveau riche, those who made great profits as a result of the special period (the 1990s economic crisis)," Castro said earlier this month.

During the "special period," as Havana refers to the slump caused by its loss of subsidies after the breakup of the Soviet Union, Cuba allowed some narrow concessions to the market.

But even those tentative, half-hearted moves away from the command economy have now been repudiated by Castro, who chose his alma mater, the University of Havana, as the venue for a Nov. 17 speech in which he stressed the traditional ties between academe and the revolution and vowed no mercy for the corrupt.

"In this battle against vice there will be no truce with anyone, and we will call a spade a spade," the 79-year-old dictator said.

Castro linked the war on corruption with what he described as the other big goal for 2006: maximizing energy conservation as Cuba struggles to upgrade its aging power-generation and -distribution infrastructure.

Last week, he presented to parliament the results of a GPS-aided investigation into the use of state-owned vehicles, including buses and tractors.

The Communist leader presided over a session in which members of the rubber-stamp legislature heard that people entrusted with official vehicles routinely ignore speed limits, traffic lights and the rules at railroad crossings, besides using the state assets for personal excursions.

Investigators documented the amount of personal driving being done and, in one case, tracked one offender's visits to his girlfriend's home, said Enrique Gomez Cabezas, a militant with the Union of Young Communists who oversees the 28,000 people mobilized for Castro's anti-corruption drive.

Charts and graphs in hand, Gomez Cabezas also detailed an instance where a tractor driver not only failed to plow all the furrows he was assigned, but ended his day by driving diagonally over the fields he had just plowed, essentially undoing his own work.

Castro then recounted the discovery by police that fishing boats were being used to smuggle in appliances and other electronics from Mexico.

"Fishermen who instead of carrying fish carried contraband products. That is going to end," he said.

While blaming some common abuses on "innocence or foolishness," Castro was explicit that all transgressors will be pursued as part of a policy of zero tolerance for illegal conduct.

He also said Cuba can produce 30,000 GPS devices a month at a cost per unit much lower than the international market price of $8,000, and promised that the island will make "the thousands we need." EFE

jlp/dr

http://www.miami.com/mld/miamiherald/news/opinion/13512981.htm
 

Castro, America Latina y la pequena empresa

Economía
Castro, América Latina y la pequeña empresa
Con cada negocio privado que permita en la Isla 'el Comandante' pierde una cuota de poder, una huerta en su señorío absoluto.
Miguel Cabrera Peña, Santiago de Chile
jueves 29 de diciembre de 2005

Es público que a Fidel Castro no le agradan los negocios privados —por muy modestos que sean—, y mucho menos, por supuesto, si esos negocios están en Cuba. Desde que se vio obligado a permitirlos, no pierde ocasión para criticarlos, legalizar trabas, endosar multas, reducirlos a tamaño mínimo y, desde luego, sustanciarlos en sus lemas anticapitalistas.
En la Isla, muchos saben —o al menos barruntan— la causa de tal virulencia. Con el negocio privado pierde el “comandante” una cuota de poder, una huerta en su señorío absoluto. Pero lo que en realidad valdría preguntarse es no ya cuánto daño provocó a la economía y a la sociedad cubana cuando decidió nacionalizar hasta el más humilde “timbirichi”, sino cuánto perjudica en la actualidad la actitud francamente anticuentapropista del mandatario, cuánto significa de retraso multiplicado, de tiempo-país y generacional perdido.
Respuesta hay, por otro lado, para conocer por qué Castro no prescinde, de un plumazo, de los cuentapropistas, en vez de ponerles, aquí y allá, toda clase de zancadillas. En su pensamiento entra mucho menos el cálculo de los perjuicios económicos que tal plumazo acarrearía, que la crítica que le lloverá desde todas partes.
Las críticas serían copiosas porque las entidades del tipo cuentapropista —en un rango más ancho que el de Cuba lógicamente— constituyen un resorte económico fundamental del mundo en que vivimos. ¿Hasta dónde llega la importancia, para América Latina por ejemplo, de lo que se conoce por las siglas PYMES, que agrupan a las pequeñas y medianas empresas?
En Chile no se habla de desarrollo económico sin mencionar a las PYMES. Si su concepción y tamaño varían con los criterios y condiciones de los países, en la nación austral se consideran en este rango a las que cuentan de uno a 250 trabajadores. O sea, que cuando se dice PYMES se señala a las micro, pequeñas y medianas empresas. Ellas constituyen, como en el resto de América Latina y el Caribe, uno de los temas más importantes de cualquier debate político o electoral.

Las PYMES chilenas crean el 80 por ciento del empleo nacional y ocupan una cifra similar en el número de las empresas del país. Bastaría con lo anterior para tachar la monomanía anticuentapropista del “comandante” como una puñalada en el corazón de la economía y la bienandanza social de Cuba.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, casi nueve de cada 10 trabajadores de la región se desempeñan en emprendimientos de estas características, y en la mayoría de los países generan entre el 40 y el 65 por ciento del ingreso nacional.
En una reciente conferencia en Santiago de Chile, Irene Philippi, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), comparaba la todavía notable diferencia entre la cifra de PYMES en Chile —600 mil— con la de Italia, el país que más tiene en Europa, con cerca de cinco millones.
Si a finales de los años
cincuenta las economías chilena y cubana tenían numerosos rubros de similar nivel, la distancia hoy es evidente, y si sirve como horizonte no vale como comparación. Gracias, entre otros factores, al pragmatismo de la concepción y al desarrollo de las PYMES, aumentó la distancia entre la nación austral y la caribeña. De acuerdo con un informe de la CEPAL, las PYMES se insertaron insoslayablemente en la estructura económica de América Latina.
Aunque el volumen de exportaciones de las PYMES aún se halla lejos del horizonte apetecible —del 1 al 3 por ciento del total de exportaciones en el subcontinente—, las expectativas podrán cumplirse con mejoras en la especialización e innovación tecnológica, así como en el logro de un alto nivel de integración sectorial, de acuerdo con expertos.
Para tener idea en perspectiva de hasta dónde pueden llegar las PYMES en un mundo que se dice cada vez más dominado por grandes asociaciones económicas, las pequeñas y medianas empresas en Italia exportan el 80 por ciento de su producción.
Junto con echar abajo el viejo mito que sostenía que solamente las grandes compañías son capaces de generar crecimiento económico y empleo, las pequeñas y medianas empresas llegan a cubrir en países como Argentina el 41 por ciento del PIB, mientras que en Chile alcanzan el 24 por ciento.
Dado el papel económico y social fundamental que juegan las micro, pequeñas y medianas empresas, el BID, que incluye el Banco, la Corporación Interamericana de Inversiones y el Fondo Multilateral de Inversiones, ha dedicado más de 12.000 millones en la última década para apoyar su desarrollo mediante diversos instrumentos y estrategias.
Un informe del BID agrega que tales financiamientos cubrieron una gama desde grandes programas para mejorar el entorno de regulaciones para el sector privado y créditos globales diseñados para ampliar el acceso a préstamos para las PYMES y a modestas donaciones para apoyar a cooperativas rurales o instituciones microfinancieras.
Cuando Fidel Castro busca disminuir y restar fuerza al sector cuentapropista cubano, cuando en vez de ayudar a levantar hunde la economía nacional, lo que hacen la mayoría de los gobiernos en el continente es fomentar el crédito blando para la micro, pequeña y mediana empresa, facilitar leyes en su provecho, ayudar a incrementar el número de PYMES y abrir campo, en fin, a intereses económicos que, como subraya un comentarista, han protagonizado en la zona un promisorio crecimiento en los últimos lustros.
 

Un salto al vacio

Economía
Un salto al vacío
La Habana dice que la economía creció un 11,8% en 2005 y la CEPAL cuestiona las cifras. ¿Más males para el futuro?
Elías Amor Bravo, Valencia
miércoles 28 de diciembre de 2005

Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, acaba de publicar en diciembre su balance preliminar de las economías de la región; un documento que, como viene siendo habitual, realiza un análisis del estado y evolución de las principales magnitudes macroeconómicas de los países, y obtiene una serie de conclusiones con respecto a la eficacia de las políticas en acción.
En el caso de Cuba, dicho análisis se ha visto limitado a menudo por la escasez de datos estadísticos fiables que permitan realizar una valoración objetiva y comparable con el resto de la zona. Pero si a la calidad de las informaciones disponibles se añaden los numerosos capítulos económicos sobre los que La Habana no facilita información, siquiera mínima para realizar un simple contraste de tendencia, la situación no puede ser más desalentadora. Este año, además, la polémica se ha acrecentado tras la nota en la que la CEPAL explica por qué la cifra de crecimiento económico de 2005 estimada por las autoridades cubanas no puede incorporarse a su Informe.
Sostiene el régimen castrista que el crecimiento de la economía cubana en 2005 ha sido ¡del 11,8%! La CEPAL se mantiene al margen de esta cifra y señala textualmente: “Los datos sobre crecimiento del producto incluidos en esta nota son cifras proporcionadas por el gobierno de Cuba, que consideró para su cálculo, una elevada exportación de servicios sociales a varios países, en especial a la República Bolivariana de Venezuela. La CEPAL está evaluando este cálculo de acuerdo a la metodología empleada por las Naciones Unidas, proceso que todavía no ha concluido, por lo que la CEPAL todavía no cuenta con cifras propias. Además, Cuba ha comenzado a aplicar una nueva valoración de los servicios sociales, que también se está analizando” (página 179 del Informe citado).
Además de cuestionarlos, la CEPAL se opone a dar por válidos y oficiales los datos ofrecidos por el régimen. Al margen de consideraciones técnicas —que no son en absoluto irrelevantes—, se ha llegado a un punto sin retorno en relación con la economía cubana que no admite justificación alguna. Se trata de un grave escándalo que se venía fraguando y que supondrá daños mucho más serios de los que se admiten.
Los datos relativos a la economía de un país reflejan no sólo su situación en términos macroeconómicos, sino que definen el grado de adecuación de las políticas económicas a la estructura productiva; en definitiva, suponen un referente para los agentes económicos y sociales internacionales y para su toma de decisiones. Esa información —basada en metodologías concretas definidas a nivel internacional, desarrolladas por organismos especializados que cuentan con el apoyo de una mayoría de países— sirve para orientar la credibilidad internacional de las naciones y, por tanto, su posición en la economía mundial.
Cuando un gobierno —y en este caso el régimen castrista lo hace de forma deliberada—, no aplica los procedimientos establecidos por las organizaciones internacionales, no sólo está poniendo en duda su credibilidad, sino que deja en entredicho la labor de los profesionales de la economía que, en el caso de Cuba, desempeñan día a día sus tareas con no pocas dificultades.
En un mundo cada vez más globalizado e interdependiente, en el que las decisiones de los agentes económicos se tienen que basar en una información transparente y objetiva, emprender una vía en solitario, alejada de los procedimientos establecidos, supone cargar a la economía con elevados costes en términos de imagen y credibilidad internacional, además de sentar un mal precedente para el futuro.
Por ahora, las consecuencias no se han hecho esperar. La CEPAL ha hecho muy bien al no citar el dato ofrecido por el régimen cubano, y en señalar de forma expresa, con una nota al pie de página, la discrepancia con las cifras.
En este tramo final del castrismo se están adoptando decisiones graves y comprometedoras para el futuro del país, precisamente en un momento en que Cuba necesita integrarse en las corrientes internacionales de comercio y participar activamente en el desarrollo turístico del Caribe. Durante el año que ahora finaliza, las decisiones de limitar la actuación de las empresas, sobre todo las más pequeñas; la persecución a los profesionales por cuenta propia; y la progresiva centralización de la política monetaria, han venido creando un espacio para la incertidumbre que no alienta el entorno estable y adecuado que se necesita para el desarrollo de la actividad productiva. Jugar con los datos estadísticos es un salto al vacío. Por mucho que se analicen los datos y se intente dar una explicación a lo sucedido, el mal ya está hecho. Y la herida, por cierto, no va a cicatrizar fácilmente.
El crecimiento económico en Cuba en 2005
Cierto es que el régimen cubano ha obtenido beneficio de sus relaciones con Venezuela en términos de unas compras de crudo más barato. Cierto es que el castrismo ha enviado a Venezuela a profesionales de los servicios sociales (médicos, educadores, deportistas) que se configuran como ese nuevo aparato pseudoestatal que financia el gobierno de Caracas. Pero la posición crítica de CEPAL tiene que ver con dos aspectos que el régimen de Castro aplica en las estadísticas, sin tener en cuenta las convenciones y estándares internacionales.
En primer lugar, se hace referencia a un "nuevo sistema de valoración de los servicios sociales". En principio, esto no parece desacertado. Durante décadas, el régimen cubano entregó gratis, en aras de una solidaridad mal entendida, patentes de investigación, diseños biotecnológicos en la lucha contra plagas y enfermedades tropicales y otros avances conseguidos por los investigadores y tecnólogos de la Isla que posteriormente se aplicaban con éxito en la producción de caña de azúcar en Brasil o de plátanos en Honduras y El Salvador. Mientras existieron las subvenciones soviéticas, el impacto de estas decisiones no se cuestionó, puesto que los fondos para financiar la continuidad del proceso de investigación se encontraban garantizados. Con el período especial, sin embargo, la situación cambia.
El que ahora el régimen pretende fijar un precio a los servicios que presta (operaciones en los hospitales cubanos, tratamientos sanitarios, inventos y procesos tecnológicos, asesoramiento en sentido amplio) no es mala idea. Cuba, por su capital humano, podría ser una potencia en ingresos por servicios tecnológicos a nivel continental, pero las cosas deben hacerse bien, y las normas de contabilidad nacional para valorar estos servicios tienen unas reglas que se deben respetar.
En segundo lugar, estamos ante un problema de concepto. El destino del valor del trabajo de los profesionales cubanos en el exterior es la balanza de servicios, que es un concepto derivado de la balanza por cuenta corriente, nunca de la comercial. La balanza de servicios incorpora precisamente el saldo entre el ingreso por los factores en el exterior, y el pago por los servicios a factores extranjeros en suelo nacional. Dado que en Cuba este último concepto adquiere una cierta importancia, debido a las inversiones extranjeras y al modelo de relación del régimen cubano con las joint ventures, el saldo final debe ser estudiado con detalle, pues quizás no sea tan elevado como apuntan las autoridades.
Además, el tirón que las rentas de factores en el exterior tienen sobre la economía de un país se produce sólo de forma indirecta, a partir del efecto de las remesas enviadas a las familias. Si se tiene en cuenta que existen en Cuba múltiples controles monetarios para acceder al control de esos ingresos, que terminan destinándose a productos procedentes del exterior (como el trigo y la carne que se compra al contado a Estados Unidos, por ejemplo) la situación no admite dudas. El cálculo hecho por las autoridades cubanas debe revisarse a tenor de lo expuesto. El comercio se refiere al intercambio de productos, automóviles, petróleo, alimentos, etc, así como a conceptos relacionados con los servicios. Cada uno en su sitio correspondiente. No se pueden mezclar alegremente conceptos que tienen un tratamiento distinto. Cierto es que las exportaciones de mercancías suponen un fuerte tirón a la oferta nacional: el país es competitivo, sus productos son atractivos en los mercados mundiales y por ello tienen demanda. Pero no parece que este sea el caso de la economía cubana. Con la única excepción del turismo, cuyas entradas se sitúan en 2,3 millones de viajeros (un crecimiento modesto si se compara con otras zonas del Caribe) no parece que níquel, tabaco o azúcar (en reconversión) produzcan atractivo alguno en los mercados mundiales.
A tenor de estas consideraciones, habrá que revisar en profundidad esa tasa de crecimiento del 11,8% proporcionada por el régimen cubano para 2005. Ni se han producido cambios en la estructura productiva nacional que justifiquen el crecimiento, ni se puede aceptar que las rentas de los factores en el exterior se alineen con las exportaciones de bienes y servicios. En cualquier caso, los ingresos que obtiene Cuba con los servicios sociales en Venezuela se equilibran con las compras de crudo realizadas, y de esto no se habla en ningún sitio. Si se acepta que Cuba ha obtenido ingresos de enviar decenas de miles de profesionales a Venezuela, también hay que aceptar que las compras de crudo venezolano tienen su precio.
Por otra parte, tiempo habrá de profundizar con detalle en el Informe de CEPAL; lo cierto es que hay otros datos que son más preocupantes en el horizonte de la economía cubana (inflación, descontrol monetario, insuficiente producción eléctrica, escaso poder de compra de los salarios, estancamiento del turismo y de las exportaciones de níquel) y todos ellos no significan precisamente una mejora de las condiciones de vida de los cubanos.

Censo demorado y contradictorio

SOCIEDAD
Censo demorado y contradictorio (I)

Oscar Espinosa Chepe

LA HABANA, Cuba - Diciembre (www.cubanet.org) - Los primeros datos sobre el Censo de Población y Viviendas efectuado en septiembre de 2002 por fin fueron escuetamente publicados en ediciones de los periódicos Granma y Juventud Rebelde el pasado 12 de noviembre. El Censo anterior se realizó en 1981, por lo cual el período intercensal fue de 21 años, casi el doble del de los llevados a cabo en la etapa republicana (ver Cuadro 1), y sólo inferior al lapso transcurrido entre los censos de 1792 y 1817 (ver Cuadro 1).

Cuadro 1
CENSOS REALIZADOS EN CUBA 1774-2002

CENSOS

PERIODO INTERCENSAL (AÑOS)

POBLACION TOTAL (MILES)

TASA MEDIA ANUAL DE CRECIMIENTO %

1774

-

171.6

-

1792

18

272.3

2.5

1817

25

572.3

2.7

1827

10

704.5

2.1

1841

14

1,007.6

2.6

1861

20

1,396.5

1.6

1877

16

1,509.3

0.5

1887

10

1,631.7

0.7

1899

12

1,572.8

- 0.3

1907

8

2,049.0

3.3

1919

12

2,889.0

2.9

1931

12

3,962.3

2.6

1943

12

4,778.6

1.6

1953

10

5,829.0

2.1

1970

17

8,569.1

2.2

1981

11

9,723.6

1.1

2002

21

11,177.7

0.7

FUENTES: Informes de los Censos Nacionales de 1981 y 2002

Los censos siempre han sido herramientas esenciales para el desarrollo de los países, más ahora, cuando las sociedades son más complejas y, por consecuencia, para su proyección demandan análisis más profundos y acuciosos, para lo que es indispensable una base de datos precisos y actualizados.

Las naciones, en su mayoría, realizan los censos en plazos intercensales de alrededor de 10 años, con el objetivo de tener una fuente informativa y un diagnóstico real de la sociedad en cuestión, que haga posible la adopción de políticas de desarrollo efectivas, dirigidas a corregir los problemas y propiciar el avance y la prosperidad.

Por ello resulta sorprendente la demora en realizar el último censo, máxime cuando se trata de un país que presume de poseer "un desarrollo planificado, armónico y proporcional". Tampoco es usual la tardanza -más de tres años- en brindar públicamente algunos de los datos recogidos, en una época en que, con el sensacional avance de la informática, las posibilidades de procesamiento de la información han alcanzado cotas inimaginables tan sólo unos años atrás.

De todas formas, las cifras ofrecidas -limitadas y en ocasiones dudosas- permiten hacer determinados análisis que dejan al descubierto graves problemas, los cuales ratifican que el futuro nacional está preñado de incertidumbre y peligros.

La población censada residente de forma permanente en el país fue de 11.177,743 habitantes, con una tasa media anual de crecimiento en el período intercensal de apenas 0.7%. Un porcentaje únicamente inferior a los arrojados por los censos de 1877, 1887 y 1899, que reflejaron los desastres producidos por nuestras guerras anticoloniales del siglo XIX, o sea, etapas de intensas crisis, hoy reeditadas de otra forma en la sociedad cubana. Incluso si se examina el comportamiento demográfico entre 1990 y 2002 puede apreciarse una tasa anual de crecimiento medio inferior al 0.4%, que indica una tendencia a la regresión de la población cubana en términos absolutos.

El virtual estancamiento demográfico se debe a la radical caída de las tasas de fecundidad y natalidad. La primera por debajo del nivel de reemplazo, menos de una hija por mujer; la segunda por una disminución radical desde niveles de alrededor de 33 nacimientos por cada mil habitantes a inicios de la década de 1960 a 11.3 en 2004.

Esto ha provocado un acelerado envejecimiento demográfico. En el censo de 2002 quedó registrado que las personas con 60 y más años representan el 14.7% del total de la población. Hoy este indicador es del 15.3%, con expectativas de seguir incrementándose como resultado fundamentalmente de la negativa combinación de tasas de natalidad muy bajas y el éxodo masivo de ciudadanos, en su mayoría jóvenes. Según las estadísticas disponibles, en el período comprendido entre 1999 y 2004 el saldo migratorio externo fue de -188,678 personas, monto equivalente -o superior- a la población de muchas de las capitales de provincia.

Como consecuencia, se espera que antes de 2025 la cuarta parte de la ciudadanía tenga 60 años de edad o más. Un desafío enorme para un país con sus potencialidades de crear riquezas, paralizadas por un capitalismo de estado inoperante, promovedor de la improductividad y la subutilización de los recursos, en especial los laborales.

Respecto a la vivienda, la cifra anunciadas de unidades de alojamiento fue de 3.534,327, que frente a 2.363,364 del censo de 1981 representa un crecimiento de 1.170,963 unidades. No obstante, si se suman las viviendas construidas entre 1981 y 2002, ambos inclusive, de acuerdo con los anuarios estadísticos oficiales (ver Cuadro 2) esto brinda un monto de 836,741 unidades nuevas, inferior en 334,222 unidades a la cifra derivada del censo de 2002.

Cuadro 2
VIVIENDAS CONSTRUIDAS EN EL PERIODO 1981-2002

AÑOS

CANTIDAD DE VIVIENDAS CONSTRUIDAS

1981-85

185,982

1986-90

194,470

1991-95

151,327

1996-00

241,697

2001-02

63,265

TOTAL:

836,741

FUENTES: Anuarios Estadísticos de Cuba. Comité Estatal de Estadística y Oficina Nacional de Estadísticas.

En adición a la interrogante causada por la citada diferencia, habría que añadir el por ciento del fondo habitacional desaparecido debido al efecto de derrumbes por mal estado de las edificaciones o producto de la incidencia de los fenómenos meteorológicos, desafortunadamente bastante frecuentes en Cuba. Sólo el huracán Michel destruyó totalmente 18 mil viviendas en 2001. Según el censo de 1981, el 50% de las viviendas registradas presentaban filtraciones y el 4.4% estaban apuntaladas.

El mantenimiento de las construcciones desde 1981 en modo alguno ha mejorado, permaneciendo el crónico déficit de recursos para reparar las viviendas. Al contrario, estos males se han reforzado, y se ha acelerado el deterioro del fondo habitacional, situación reconocida reiteradamente por altas instancias oficiales.

En un informe del Instituto Nacional de la Vivienda (INV) dado a conocer en junio pasado, se reconoció que el 43% del fondo está entre regular y mal estado, apreciación que algunos especialistas valoran como inexacta, al considerar que la situación real es más grave.

Los elementos expuestos demuestran la falta de sostenibilidad de la cifra de unidades de alojamiento presente en el censo de 2002. Igual sucede con el dato ofrecido acerca de que el 75.4% del total de viviendas tiene un período de construcción posterior a 1959. Un análisis pormenorizado de este porcentaje es innecesario para concluir que se trata de un lamentable "error" en la recogida y la compatibilización de los datos. Sólo un recorrido por cualquier ciudad o pueblo, en particular la capital, donde reside el 20% de la población cubana, para verificar lo desacertado de este indicador.

De toda esta información puede constatarse la carencia de credibilidad de que "…El promedio de personas por total de piezas de la vivienda es de 0.8%, y de piezas para dormir de 1.3, lo que revela que no hay hacinamiento a nivel nacional…" (Granma, 12 de noviembre de 2005). El segundo indicador, de haber sido cierto, significaría una reducción del 37% en relación con el dato correspondiente al censo de 1981. Una mejoría de ningún modo visible en Cuba, cuando se aprecia todo lo contrario: un deterioro habitacional aún más pronunciado, con una caída radical en el número de viviendas construidas en los últimos años.

Censo demorado y contradictorio (II y final)

Oscar Espinosa Chepe

LA HABANA, Cuba - Diciembre (www.cubanet.org) - Un tema controvertido en las cifras del Censo de Población y Viviendas de 2002 es el racial. El porcentaje de población mestiza publicado con respecto al total es de un 24.9%. Un incremento del 3% respecto a igual indicador del censo de 1981 (ver Cuadro 3). Este porcentaje parece poco creíble si se observa con detenimiento la composición étnica de los habitantes de la Isla en las calles, plazas, escuelas y centros de trabajo.

Cuadro 3
POBLACION CUBANA POR COLOR DE LA PIEL EN POR CIENTOS

RAZA

CENSO 1981

CENSO 2002

DIFERENCIA

Blanca

66.1

65.0

-1.1

Negra

12.0

10.1

-1.9

Mestiza

21.9

24.9

+3.0

FUENTES: Censos de 1981 y 1982.

Además, hay que subrayar que a partir de 1959 se produjo una fuerte corriente de emigración, fundamentalmente de personas de raza blanca, tendencia que ciertamente ha variado en alguna magnitud en los últimos tiempos con el incremento de emigrantes negros y mestizos.

El principal polo de recepción de ciudadanos cubanos ha sido Estados Unidos de América, donde en la actualidad reside una población de origen cubano de alrededor de 1.4 millones de personas, un 85% de las cuales se estima que son blancas, según cálculos basados en las estadísticas de esa nación.

Esta situación podría haber estado compensada por un alto índice de natalidad de la población blanca superior a la de negros y mulatos, pero eso no es real. De acuerdo a datos del propio censo de 2002, la natalidad del sector poblacional mestizo es superior, lo cual hace más inverosímil los indicadores raciales presentados.

La incertidumbre sobre los datos del censo se incrementa con el análisis de las cifras relativas a la desocupación de la población económicamente activa declarada en el censo de 2002 (ver Cuadro 4), de 303.6 miles de habitantes con respecto a la existente en 1989, hecho contradictorio cuando la población total, la comprendida entre 15 y 60 años y la de 15 y más años es superior en 2002.

Cuadro 4
POBLACION CUBANA POR CATEGORIA DE EDAD Y PEA (miles)

AÑO

TOTAL

Entre 15 y 60 años

15 y más años

Población económicamente activa

1989

10,468.7

6,795.2

8,106.1

4,728.2

Censo 2002

11,177.7

7,242.2

8,881.4

4,424.6

FUENTES: Censo 2002, CEPAL, Anuario Estadístico 1989.

En cuanto al estado educacional de la población, los datos del censo de 2002 confirman lo ampliamente conocido: existe un relativo alto porcentaje de personas con relevantes cotas de instrucción, alcanzándose en general un nivel significativo a escala regional.

Los ciudadanos que han terminado estudios de educación superior son 712,672, y con formación técnica y profesional 1.503,443. Estas cifras dan por resultado índices de 80.2 y 169.3 especialistas por mil habitantes con más de 15 años, respectivamente. En el caso de las Ciencias Agropecuarias, el país tiene 41,724 graduados de nivel superior y 180,755 en educación técnica y profesional.

La nación pudiera sentirse orgullosa y confiada en el futuro con ese significativo capital humano que tantos recursos materiales, financieros y humanos ha costado para formarlo. No obstante, los resultados económicos y sociales obtenidos en modo alguno se corresponden con la fuerza técnica y profesional disponible, por existir una espectacular subutilización de este valioso factor productivo.

La considerable fuerza técnica disponible en las Ciencias Agropecuarias resulta una real acusación a la pésima utilización de los recursos humanos, pues en vez de incrementos en la producción de alimentos lo que existe es mayor escasez, y la oferta disponible, esencialmente, proviene del exterior cuando, además, enormes extensiones de tierra cultivable permanecen ociosas o con rendimientos agropecuarios ridículamente bajos.

Mucha de la información recogida en el censo de 2002 lamentablemente permanece sin publicar. Por ejemplo, la tenencia de los equipos electrodomésticos en los hogares, los principales padecimientos físicos de la población, y detalles más precisos sobre el estado constructivo de las viviendas. Debe tenerse en cuenta que ya han transcurrido más de tres años desde la fecha de toma de datos, y si continúa pasando el tiempo, las cifras perderán validez y sólo podrán poseer valor testimonial.

En resumen, el censo de 2002, además de ser uno de los más demorados en la historia de Cuba, muestra gran variedad de contradicciones que le restan legitimidad. Las estadísticas parecen no escapar a la crisis general que durante años se ha evidenciado en la vida nacional.

El descrédito de la información estadística oficial ha alcanzado niveles internacionales. Ya prestigiosas entidades de la Organización de Naciones Unidas (PNUD, CEPAL) no publican datos provenientes de las autoridades de La Habana.

El demorado censo de 2002, al parecer, merecerá también esa carencia de credibilidad. Es una lástima que el trabajo y el esfuerzo realizados por tantas personas tengan ese destino.

http://cubanet.org/CNews/y05/dec05/28a7.htm

http://cubanet.org/CNews/y05/dec05/29a9.htm

Comercio con Cuba alcanza $1.200 millones

Comercio con Cuba alcanza $1.200 millones

Mariela León , El Universal. Venezuela, 29 de diciembre de 2005.

La balanza comercial entre Cuba y Venezuela al cierre del año podría ubicarse por encima de $1.200 millones, informó el ministro de Estado para la Integración y el Comercio Exterior, Gustavo Márquez, sin precisar las cifras de 2004.

Estos volúmenes se corresponden fundamentalmente a la venta de hidrocarburos (98 mil barriles diarios) que Venezuela suministra a la isla caribeña, a través del convenio energético firmado por ambas naciones y ampliado en abril de 2005 en el marco de la Declaración Conjunta del Acuerdo para la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Y en menor proporción a la colocación de productos no petroleros por parte de la empresa privada local.

El ministro indicó que la relación entre los dos países "es estable y está en franco crecimiento. No tengo las cifras finales del comercio de este año, pero están por encima de $1.200 millones, incluyendo el suministro petrolero".

Según las estadísticas oficiales más recientes de Cuba _recogidas por la Red de Prensa No alineados en su versión digital_ el comercio binacional pasó de $464 millones en 1999 a $912 millones en 2000. Dos años después, en 2002, el intercambio fue de $744,7 millones.

Con esta considerable corriente comercial, Venezuela desplaza a España, México y Brasil como socios principales de Cuba. Según la Cámara de Comercio de ese país, "en el intercambio total", España "es el segundo socio comercial con el 10%, luego de Venezuela".

Otros créditos
Adicional al dinamismo que imprime la materia energética en las relaciones comerciales, Márquez señaló en su balance de gestión que el acuerdo desarrollado en el marco del ALBA "ha implicado el manejo de unas líneas de créditos entre Bancoex y Bandes que ascienden a 176,70 millones de euros (450 mil millones de bolívares) para beneficiar a 90 empresas venezolanas que exportan a Cuba una gama de productos, entre ellos materiales de construcción, textil, confección, alimentos, y esta actividad ha generado 776 empleos directos y 1.545 indirectos. Y un ciento por ciento de compra de materia prima nacional".

Estas líneas de crédito "se ejecutan y hay la garantía del reintegro a través de instrumentos convencionales que aseguran el repago de los empréstitos", dijo el ministro.

A manera de ejemplo el ministro comentó que "Cuba importaba sardinas de Portugal al doble del precio de lo que lo importa hoy de Venezuela. Esta es una ventaja comparativa del país, y el saldo es beneficios para ambas naciones".

Mercado del Sur
Márquez se unió al llamado que hizo el ministro de Planificación y Desarrollo, Jorge Giordani, al sector privado. "Esperamos que el empresariado se vuelque junto al Gobierno para participar y hacer inversiones porque las oportunidades son inmensas, no sólo para el mercado interno cada vez más creciente y en la sustitución de importaciones, sino también para acceder al gran Mercado del Sur (Mercosur) que pronto será nuestro mercado con 258 millones de habitantes".

"El Estado viene haciendo grandes inversiones y el sector privado tiene que sumarse para que efectivamente podamos lograr la integración de las cadenas productivas, agregar valor (a los productos), expandir el empleo y enfrentar la pobreza, la exclusión social y lograr definitivamente un desarrollo económico y social sostenible", comentó.

El objetivo final del presidente Hugo Chávez, sostuvo, es que los venezolanos sean actores principales de "una integración en la Unión Suramericana de Naciones", acordada hace un año en una cumbre celebrada en Perú.

"Estamos haciendo contactos con el sector privado para promover la conformación de un proyecto nacional y de unas bases de negociación para el ingreso al Mercosur (...) de manera consensuada y de forma tal que usemos el desafío que implica el ingreso como una palanca para impulsar el desarrollo industrial, la diversificación del aparato productivo venezolano, la elevación de su productividad y de su competitividad", dijo.

Para el próximo año se espera la realización en Caracas, en el mes de mayo, de la Gran Rueda de Negocios Suramericana, gracias al trabajo conjunto de la CAN y Mercosur.

Copyright @ Diario El Universal C.A. 2005

http://www.cubanet.org/CNews/y05/dec05/29o9.htm

Atrasada la zafra en Matanzas

ECONOMIA
Atrasada la zafra en Matanzas

MATANZAS, Cuba - 26 de diciembre (Oscar Sánchez Madan / www.cubanet.org) - Con bastante retraso en Matanzas, como en todo el país, la zafra azucarera 2005-2006 está por iniciarse. Según el gobierno, la campaña comenzará el 1 de enero. Las autoridades afirman que su inicio en esa fecha beneficiará la madurez de la caña, lo que permitirá incrementar los rendimientos industriales con mayor eficiencia.

Todo parece indicar que será una contienda como la anterior, muy tensa, y que la producción de azúcar será mínima. Los centrales matanceros Esteban Hernández, del municipio Martí, y el Juan Ávila, de Unión de Reyes, no molerán, por lo que se reducirá la producción de azúcar en la provincia.

Lo anterior refleja el progresivo deterioro que presenta esta industria, que en el pasado más reciente constituía el principal renglón en la economía cubana. En el país se han desactivado más de 15 mil camiones y tractores que laboraban en la zafra; se han paralizado 109 centrales y sus plantas de derivados. Miles de maquinarias y equipos agrícolas han corrido la misma suerte y se torció el destino de más de un millón de hectáreas dedicadas al cultivo de la gramínea.

Durante la pasada zafra, de los seis ingenios que molieron en Matanzas sólo uno cumplió su plan de producción. Cientos de trabajadores, técnicos, funcionarios y dirigentes administrativos trabajan ya en la preparación de lo que se vislumbra será una zafra que marchará, como muchos afirman, entre signos de interrogación.

http://cubanet.org/CNews/y05/dec05/27a1.htm

lunes, 26 de diciembre de 2005

Castro augura un 2006 en el que no faltara 'ni agua, ni alimentos, ni nada'

Castro augura un 2006 en el que no faltará 'ni agua, ni alimentos, ni nada'
Señaló que para Cuba 'es un privilegio disfrutar de importantes créditos, con bajos intereses' como los que le ofrece China.
Agencias
lunes 26 de diciembre de 2005 12:07:00

Fidel Castro afirmó que Cuba se convertirá en 2006 en un modelo energético para el mundo, a partir de la aplicación de nuevos conceptos en el campo de la generación de energía, con los cuales espera ahorrar hasta 1.000 millones de dólares al año, informó AFP.
"Estoy convencido de que esto va a tener una repercusión mundial (…) lo va a venir a ver todo el mundo, porque todo el mundo tiene problemas con los combustibles", dijo Castro la noche del viernes, al cerrar la última sesión anual de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
"Para mediados de 2006 nos sobrará electricidad", estimó el gobernante, tras anunciar que la isla dispondrá para julio próximo de un millón de kilovatios adicionales a la actual capacidad de generación eléctrica instalada, de 3.200 megavatios.
"Tendremos cuatro veces la capacidad que vamos a necesitar", afirmó Castro y agregó que en el país se realizaron este año inversiones de unos 1.000 millones de dólares en el área de la electricidad, en particular en el programa de instalación de grupos electrógenos en la provincia de Pinar del Río.
Comentó que en un plazo no mayor a 90 días equipos similares se instalarán en La Habana y en el interior de la Isla, y que para 2006 todas las termoeléctricas "gastadoras" del país "podrían dejar de funcionar", al ser sustituidas por nuevas plantas generadoras a partir de gas natural.
A propuesta de Castro, la Asamblea del Poder Popular aprobó denominar el 2006 como "Año de la revolución energética en Cuba". "Ninguna otra cosa tendría más repercusión, y esto se hace por el bienestar del pueblo", acotó.
'Para desarrollarse hay que tener recursos y para tener recursos hay que ahorrar'
Este año que concluye, los cubanos de la Isla vivieron una crítica situación energética, con apagones en la época de verano de entre cinco y siete horas diarias.
Castro, de 79 años, de ellos 47 en el poder, destacó que la economía cubana crecerá un 10% en 2006 —luego de que en 2005 creció en 11,8%, muy por encima de lo estimado por Cepal, de 5%—, se fortalecerá con las medidas ahorro y una batalla contra el robo, el despilfarro y el mercado negro.
Aseguró que Cuba puede lograr este año 1.000 millones de dólares por ahorro energético, como resultado de nuevos conceptos en el campo de la generación de electricidad, y auguró un 2006 de bienestar para los cubanos, en el que no faltará "ni agua, ni alimentos, ni nada".
Según publicó este lunes el diario español El País, entre las medidas que propuso para acabar con el robo está la instalación en cada camión y cada tractor estatal que circula en la Isla de un localizador de Sistema de Posicionamiento Global (GPS) para controlar los movimientos de cada chofer y evitar que se salga de su ruta o se lleve el vehículo "a dormir" a casa.
Para ejemplificar esta medida, el gobernante pidió ayuda al miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas Enrique Gómez, quien explicó cómo con los GPS instalados en varios vehículos del Estado a modo de prueba se ha calculado que el 20% del combustible es empleado en desplazamientos "ajenos" a las tareas encomendadas, incluido ir a ver a la novia o visitar a la familia.
Gómez comentó que, gracias al localizador instalado en un tractor, se averiguó que su conductor daba la vuelta en el sembrado antes de llegar al final del surco. También se supo de cuántos stops se saltó el chofer de una guagua, y hasta se descubrió que un barco pesquero —en el que se instaló también un GPS para el experimento— capturaba peces en una zona fuera de su demarcación para venderlos luego de estraperlo en la Isla de la Juventud.
"¿Cuánto costaría instalar 30.000, 40.000, 50.000 de estos aparatos?", preguntó Castro y agregó que aunque fuese caro, saldría barato, además de calcular con cuántas toneladas de níquel se podría financiar esta operación de control del parque móvil estatal de la Isla.
"Para desarrollarse hay que tener recursos y para tener recursos hay que ahorrar", dijo Castro, quien afirmó que llevará hasta el final la cruzada que inició a mediados de octubre pasado, cuando confió a su ejército de trabajadores sociales el control de las 2.039 gasolineras del país.
Los trabajadores sociales se hicieron cargo no sólo de las operaciones de venta de combustible en los servicentros, sino también de la supervisión de las refinerías y de las labores de distribución en los camiones cisterna, para comprobar si robaban los trabajadores de este sector.
Agregó que Cuba ingresa en la actualidad 2,7 veces más dinero por venta de combustibles que cuando comenzó a aplicar la medida, y estimó que sólo por ese concepto el país podría ahorrar en un año más de 300 millones de dólares.
La estrategia de ahorro incluye además fuertes inversiones para eliminar las pérdidas en las redes de distribución, la sustitución gradual de motores eléctricos y equipos altamente consumidores por otros más eficientes, y el reemplazo por bombillas ahorradoras de las actuales incandescentes —22 millones hasta marzo próximo—.
También el cambio de equipos automotores, como camiones y tractores, por otros de menor consumo, mediante un proceso en marcha de reordenamiento y control del transporte.
Al margen de las medidas de ahorro, Castro señaló que para Cuba "es un privilegio disfrutar de importantes créditos, con bajos intereses" como los que le ofrece China y otros países, sin mencionar cuáles.

URL:
http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro_en_la_red/cuba/noticias/castro_augura_un_2006_en_el_que_no_faltara_ni_agua_ni_alimentos_ni_nada
 

Cuba hikes 2006 budget 32 percent

Cuba hikes 2006 budget 32 percent
By Marc Frank
REUTERS
7:34 a.m. December 25, 2005

HAVANA – The Cuban parliament late Friday approved a 33.3 billion peso budget for 2006, a huge 32 percent increase over this year's spending of 25.3 billion pesos and evidence that authorities are confident a 15-year crisis is over.
"Our public finances are in good health despite the genocidal imperialist blockade, hurricanes and drought and higher oil prices," Finance Minister Georgina Barreiro said on introducing the budget.
Barreiro said next year's budget deficit would be 3.4 percent of the gross domestic product, based on expected revenues of 31.5 billion pesos, a 35 percent increase over 2005, when the deficit came in at 4.2 percent of GDP.
Cuba officially pegs the peso as equivalent to 92 U.S. cents, but at domestic state exchanges it is currently valued at less than 5 cents.
The peso budget includes a hidden and often more important dollar budget, according to government sources.
The government reported an 11.8 percent increase in the GDP this year and forecast a 10 percent increase in 2006, based on a local formula yet to be accepted by any international organization.
The formula includes the estimated market value of free social services and subsidized goods and services to Cubans and massive medical and other services exported mainly to Venezuela.
Cuba's economy fell 35 percent when the Soviet Union collapsed, depriving it of massive subsidies and markets and resulting in shortages of food, energy, transportation and capital.
Since then, the import-dependent Caribbean island has moved away from sugar as its main export, with tourism, medical services, nickel, family remittances and pharmaceuticals now accounting for most of its foreign exchange earnings.
Cuba began bartering medical and other services for Venezuelan oil this year, and the South American country also began paying Cuba hundreds of million of dollars for additional medical and other services.
China is supplying the country with hundreds of millions of dollars of soft trade and development credits.
Communist Cuba's economy is more than 90 percent in state hands.
The government raised wages and pensions more than 25 percent this year, adding 4.2 billion pesos to spending, then absorbed the liquidity by buying Chinese appliances for dollars and selling them at cost for pesos using the domestic exchange rate, keeping inflation under 5 percent, according to the U.N. Economic Commission on Latin America and the Caribbean.
"With $400 million in appliances you can absorb 8 billion pesos," a Cuban economist pointed out.
Barreiro said increased spending was largely earmarked for defense, social services, wages and pensions, emergency reserves and a doubling of investments to 6.4 billion pesos.
Barreiro said increased revenues would come with economic growth, more efficiency, higher utility rates and the sale of more appliances and food to the population.
 

Cuba, economia y futuro

Cuba, economía y futuro

Cinco Días, España, 29 de noviembre de 2006.

Acabamos de asistir a un nuevo golpe de acordeón de Fidel Castro, por el que periódica y alternativamente proporciona y quita fuelle a los tímidos movimientos de reforma económica y apertura política habidos en Cuba. En esta ocasión los afectados por el paso atrás han sido el sector de distribución de carburantes y el personal que trabaja en las estaciones de servicio.

No obstante, y pese a los empeños del reducido entorno castrista, todo apunta a que el futuro de Cuba cobró a partir de 1994 y 1995 una dirección inequívoca de la mano de las reformas económicas adoptadas en aquellos años. En aquel momento, las reiteradas malas zafras y sobre todo el fin de la abundante ayuda soviética se añadieron a la ineficiencia endógena del modelo económico cubano, sumiendo a la isla en una situación angustiosa en la que los racionamientos y las restricciones agudizaron las penurias de la población, que incluso llegó a pasar hambre.

En ese contexto, consciente de la progresiva pérdida de base social que suponía la prolongación de las duras condiciones del llamado periodo especial, Fidel Castro se vio obligado a dejar pasar aire al acordeón y aceptó las recetas económicas que le propusieron los reformistas del sistema. Se apostó por el turismo internacional a fin de atraer divisas, se autorizó la inversión extranjera a través de las sociedades mixtas -con el 50% de capital del Estado cubano-, y se adoptaron medidas liberalizadoras internas como permitir el comercio privado de artesanía, autorizar la apertura de los paladares (pequeños restaurantes familiares) o regular la actividad empresarial de los cuentapropia (autónomos para nosotros). Simultáneamente, el régimen dejó entrever que estaba dispuesto a iniciar también en paralelo alguna reforma política. No fue así, en cuanto los primeros efectos positivos de las reformas permitieron superar la fase más aguda de la crisis, el acordeón fue de nuevo apretado para expulsar el aire, cerrándose cualquier asomo de liberalización política.

Sin embargo, por moderadas y tímidas que sean, las reformas económicas hicieron nacer y están haciendo crecer al germen del futuro cambio democrático en Cuba. Pensemos que la llegada de la inversión exterior, de las empresas y directivos de otros países, y muy especialmente la entrada masiva de turistas extranjeros han quebrado el monopolio informativo del régimen, instrumento clave para el mantenimiento de cualquier dictadura. En la actualidad los cubanos perciben de primera mano y sin que los medios oficiales del régimen lo intermedien, el modo de vida que existe fuera de la isla, las condiciones políticas y económicas que el sistema democrático y el modelo capitalista ofrecen a la población. La tímida apertura a la actividad económica privada ha provocado que muchos cubanos conozcan en primera persona el atractivo de ser emprendedor y de trabajar para la consolidación de tu propio negocio. Así, los cambios económicos están creando las condiciones objetivas que propiciarán los cambios políticos.

De algún modo, se da un cierto paralelismo con lo sucedido en España durante la segunda mitad del franquismo. Recordemos que ante las dificultades económicas provocadas por el fracaso del modelo autárquico, el general Franco se avino al inicio de los años sesenta a permitir una apertura económica de su régimen. Curiosamente, también pivotó sobre el turismo y la liberalización de las inversiones exteriores. Los historiadores coinciden en afirmar que ahí empezó a fraguarse el futuro cambio democrático en España, aunque hubieran de pasar casi 15 años y la muerte del dictador para que aquél cristalizara.

Pues bien, cuando el cambio político se produzca en Cuba y las rigideces de su actual modelo dejen de yugular su funcionamiento, en la economía cubana aflorará su enorme potencial. Pensemos en sus abundantes recursos naturales, en la fertilidad de su tierra, en la disponibilidad de petróleo, en los caladeros de pesca a lo largo de sus muchos kilómetros de costa, en sus numerosas playas con agua cálida y arena fina, en su población (incomparablemente mejor preparada que la de su entorno geográfico), en sus estructuras educativa o sanitaria…

Quizás sólo exista un nubarrón en el horizonte del esperable y esperado cambio en Cuba: el riesgo de choque entre el exilio y el interior. A diferencia del caso español (al iniciarse la Transición nuestro exilio era escaso en número de personas, envejecido en edad y precario en recursos económicos), el exilio cubano -concentrado en Miami- es numeroso, joven y financieramente potente. El funcionamiento de un doble registro de la propiedad inmobiliaria, en Cuba y en Miami, sobre los inmuebles existentes en la isla en 1959 -lo que supone la existencia de dos pretendientes a la propiedad por cada finca- constituye un riesgo adicional para el citado choque interior-exilio y, por tanto, para el desarrollo de la futura transición. La comunidad internacional, que no ha podido o no ha sabido influir para anticipar el cambio en Cuba, puede y debe trabajar para que cuando éste llegue, se produzca de modo pacífico y tranquilo.

http://www.cubanet.org/CNews/y05/dec05/26o9.htm

sábado, 24 de diciembre de 2005

CUBA: ¿QUIEN ROBA MAS?

CUBA: ¿QUIEN ROBA MAS?

Por Aurelio Pedroso
La Habana
América Económica
Infosearch:
José F. Sánchez
Jefe de Buró
E.U.
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Diciembre 24, 2005

Los dos últimos casos presentados por la prensa local en esta nueva arremetida de las autoridades cubanas contra el delito y la corrupción ponen los pelos de punta y aportan elementos de la vida real para esos filmes que rompen el récord de asistencia a la sala, la taquilla y el pulso de fantasía de la expendedora de entradas.
El Gobierno cubano se juega hoy por hoy la supervivencia del régimen socialista si al final de la historia logra poner freno a una pandemia delictiva con cuentas, objetivos y razones tan abundantes como perlas tenía el collar de Isabel II.
Los historiadores policiales deberían poner la fecha de comienzo de esa estampida casi general cuando surgió aquello de “resolver” a cuenta de las arcas y bienes del Gobierno. Unos “resolvían” para ellos, sus amistades y familias, y otros robaban para vender, vivir o, como rezan los diarios, “lucrar con ansias de enriquecimiento”.
Los que peinamos canas recordaremos a principios de los ochenta el “caso millonario”: un individuo que comenzó vendiendo en una heladería estatal sólo la mitad de la bola y con el tiempo se hizo con un Lada (coche soviético) tan competente o mejor que el del propio ministro del Interior. Cuentan los entendidos que ambos autos coincidieron en un semáforo y al ministro le llamó tanto la atención que ordenó una investigación. Tanto se supo después, que el delincuente tenía entre sus objetivos comprar un carné del Partido Comunista por unos 15.000 pesos (unos 625 dólares al cambio actual). El dinero lo ocultaba en macetas. Desde entonces, y sin aprobación de la Academia de la Lengua Española, quien en Cuba tenga más de cuatro pesos en el bolsillo, popularmente es un “maceta”
Aunque los tiempos cambiaron y la gente siguió robando y malversando, en la actualidad ya a nadie le podría interesar adquirir una militancia política. Quizás porque ya la posean.
El diario Juventud Rebelde acaba de publicar un robo de alcohol en la única planta de hemoderivados del país. Una acción que nada tiene que envidiar a la de aquel filme “Los siete hombres de oro”. Tecnólogos, jefes de turno, operarios, limpia pisos, custodios... todos confabulados en el robo del alcohol para, a través del mercado negro, ponerlo en las gargantas de los émulos del dios Baco.
La “gracia”, según los investigadores, ha supuesto que unas 75.000 donaciones de sangre (recordar que en la isla se hacen gratuitamente, por interés social) fueran inutilizadas, amén de unos dos millones de dólares de pérdidas al ser rechazadas por falta de requisitos técnicos. Vaya, bajas de alcohol.
El siguiente caso dado a conocer refiere un suceso judicial por Blanca Arena, Bahía Honda, Pinar del Río, a unos 180 km. al oeste de La Habana. Señores, que no era leche en polvo, sino cocaína de las pacas que recalan en las costas insulares. Los pícaros no las entregaron, sino que intentaron introducirlas en el mercado negro. La cantidad era tan respetable, que los peritos han calculado que toda la capital (2,2 millones de habitantes) hubiese quedado prendida de sus efectos.
Las fechorías, con sus peculiares ardides, no han cesado en estos días de fin de año. Sucede, como reza el dicho, que en ocasiones estamos en el pueblo y no vemos las casas. Cuarenta y tantos años viviendo con la cartilla de racionamiento y ahora con el cambio de cartilla conocemos que ésta llegó a venderse hasta por 100 dólares, que en ella se incluían niños inexistentes, viviendas con varios de estos documentos y gente muy sana con referencias médicas de dietas alimenticias especiales.
Y vienen otras sorpresas. No hay sector de la economía cubana que escape a este frenesí del robo. Bien pronto pudiéramos conocer oficialmente que se realizaron fuertes inversiones digamos en sembrar esta o aquella planta y al final no sean tantas las existentes porque la inversión tomó otro camino.
Ya lo escribí en su momento y no peco de reiterativo. Estamos frente a una metástasis de robo que no hay economía que pueda resistirla, que requiere de mucho tino, sabiduría y vista en el futuro inmediato para erradicarla si de lo que estamos escribiendo no es otra cosa que la estabilidad de una nación.