sábado, 9 de octubre de 2010

Cuba afronta a una nueva realidad de despidos masivos

Cuba afronta a una nueva realidad de despidos masivos
7:30am EDT
Por Marc Frank

LA HABANA, 9 oct (Reuters) - Los cubanos se enfrentaron esta semana a
una dura realidad cuando el Gobierno empezó a recortar sus nóminas, una
medida para reducir costes que por primera vez en décadas está generando
inseguridad laboral en el país de Gobierno comunista.

Trabajadores públicos de todas las esferas, desde hospitales a hoteles,
están siendo despedidos. El mayor recorte ocurrirá en la empresa de
seguridad SEPSA, donde los empleados fueron informados del cierre y
eliminación de 23.000 puestos de trabajo.

Así comenzó el plan del presidente Raúl Castro de recortar un 10 por
ciento de la fuerza laboral del Estado en los próximos seis meses, unos
500.000 trabajadores, su mayor reforma desde que reemplazó en 2008 a su
hermano Fidel en el poder.

Los despidos, que buscan elevar la eficiencia y reducir el déficit
presupuestario, son los primeros desde la década de 1960.

Alrededor de un 85 por ciento de la fuerza laboral de Cuba, unos 5
millones de personas, trabajan para el Estado y muchos de ellos en
empleos improductivos.

No todos los cubanos, acostumbrados a tener un empleo garantizado en el
sistema socialista, recibieron bien la noticia.

En el hotel Habana Libre, donde se eliminará un gran número de empleos,
funcionarios del gobernante Partido Comunista tuvieron que ser llamados
para calmar a los trabajadores, según dijeron empleados.

Una enfermera dijo quedar asombrada por la magnitud de los despidos en
un hospital de La Habana.

"Esperaba algunos despidos, pero no 500 de un total de 3.000 empleados",
dijo a Reuters.

Funcionarios de SEPSA, que ofrece servicios de guardias de seguridad a
embajadas y empresas, dijeron que fueron informados de los recortes
recién esta semana.

"Dijeron que la compañía entera estaba cerrando y que nos ofrecerían
empleos en el sistema penitenciario, la policía y el tráfico", dijo un
empleado de SEPSA que pidió no ser identificado.

El Gobierno ha dicho que a los trabajadores despedidos les ofrecerán
otros empleos y que si no los aceptan tendrán que procurárselo ellos mismos.

TEMEROSOS POR EMPLEOS

El Gobierno ha dicho que este mes comenzaría a entregar unas 250.000
nuevas licencias para trabajadores por cuenta propia para crear nuevos
puestos y muchos empleados públicos se integrarían a contratos de
arrendamientos y cooperativas.

Aún así, dijo un residente de La Habana, muchos se enfrentan a algo que
no han visto durante mucho tiempo.

"Entiendo la necesidad de mejorar la economía, pero es difícil pasar por
eso después de 50 años de estabilidad en el empleo", dijo una mujer,
cuyos parientes trabajaban para SEPSA.

"Va a ser difícil conseguir otro trabajo con el Estado, porque están
reduciendo en todas partes y muchos empleados que han estado por años
detrás de un escritorio podrían tener dificultades para adaptarse a
hacer otra cosa", agregó.

Uno de los efectos inmediatos parece ser que los empleados, temerosos de
perder de repente los empleos que daban por seguros y a menudo
descuidaban, están prestando más atención, dijo un médico local.

"La gente solía quedarse en casa si tenía un resfriado y ahora van a
trabajar incluso si están realmente enfermos, contagiando a los demás",
dijo el médico.

Los despidos no están basados en la antigüedad, sino que un grupo de
expertos determina la capacidad y la productividad de cada uno de los
trabajadores.

En un hospital de La Habana una comisión integrada por el administrador,
miembros del Partido Comunista y del sindicato están decidiendo el
destino de los trabajadores en un proceso visto con cierta desconfianza.

"La capacidad depende de tener amigos e influencia", dijo, bromeando, un
empleado.

Economistas locales dijeron que, pese al malestar que está generando el
proceso, los recortes debían haberse aplicado hace ya tiempo.

En el sistema cubano, inspirado en el de la desaparecida Unión
Soviética, cada empleado hace una sola tarea y se niega a hacer más,
incluso si eso significa estar todo el día sentado, dijeron.

El resultado ha sido, por ejemplo, que en una empresa de taxis del
Estado hay tres personas de apoyo por cada conductor. En un proyecto
piloto en que fueron arrendados los taxis a sus chóferes sólo cuatro
empleados asisten a 30 conductores, dijo el jefe de un garaje.

"Ahora se espera que los trabajadores hagan más, pero también recibirán
un mayor salario", dijo un economista.

El Gobierno ha dicho que sobran más de un millón de empleos estatales.
El recorte inicial incluye 500.000 puestos en seis meses y luego se
reduciría igual cantidad hasta completar la cifra en el futuro.

http://www.reuters.com/article/idESMAE69808R20101009?rpc=444

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