domingo, 20 de noviembre de 2011

Puede Raúl, antes de morir, reformar la Cuba de Fidel?

REVOLUCIÓN Y CONTRARREVOLUCIÓN

¿Puede Raúl, antes de morir, reformar la Cuba de Fidel?

El mito de Cuba progresista consumió a varias generaciones. Fidel
Castro Ruz resultó un genio del marketing pero en algun momento, el
producto debe demostrar que es fiable, y Cuba nunca lo hizo. Raúl Castro
Ruz llegó al poder por accidente (de salud de su hermano), y ha
intentando, para no sucumbir, iniciar algunos cambios antes que sea
tarde (o se acaba el subsidio venezolano). Pero ¿podrá conseguirlo?
18/11/2011 | 20:18

PENNSYLVANIA (Wharton Universia). Castigado por una deuda externa de US$
72.000 millones, desempleo creciente y baja productividad industrial, el
Gobierno cubano está realizando una serie de reformas económicas con el
objetivo de reducir el abultado sector público y animar a los cubanos a
encontrar —o a crear— empleo en el sector privado.

A pesar del énfasis que se ha dado al sector privado del país, hace
tiempo inactivo, el objetivo de las reformas no es, de hecho, construir
la economía capitalista tan soñada por los refugiados
cubano-estadounidenses. En lugar de eso, el Gobierno quiere preparar al
país —que importa cada año un 80% de los alimentos básicos que necesita
a un coste de US$ 1.600 millones— para que alcance las condiciones
financieras que le permitan pagar las importaciones más importantes sin
recurrir a nuevas contrataciones de crédito [soft credit] y a
financiación flexible de largo plazo ofrecidos hoy en día por Venezuela,
China, Brasil, Irán y Vietnam.

"Todas las tarjetas de crédito de Cuba están en el límite máximo", dice
Hans de Salas Del Valle, investigador de origen cubano del Instituto de
Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami. "El
Gobierno cubano necesita elevar la producción de alimentos, pero no está
en condiciones de pagar los salarios de dos millones de personas, o 2,5
millones, que no tienen empleo productivo real". El índice de desempleo
real está por encima de un 25%, observa Del Valle, y podría llegar a un
45% si el Gobierno pusiera en práctica una serie de despidos ya
anunciados en el sector público.

Con una deuda equivalente a un 125% del Producto Interior Bruto del
país, en 2010, "La Habana se encuentra en una situación muy difícil",
observa Del Valle. La deuda "es un peso insoportable y un valor
surrealista de pagar por parte de un país cuya producción económica es
de poco menos de 1/5 de una economía en bancarrota como la de Grecia, y
cuya tasa de desempleo es mucho mayor que la de España, campeona del
desempleo en Europa".

Él añade que "Grecia es un caso de éxito económico si se compara con
Cuba". No hay más que ver las cifras: Grecia tiene 11,28 millones de
habitantes —prácticamente el mismo número que Cuba (11,2 millones)— y
generó más de US$ 300.000 millones en bienes y servicios el año pasado,
con unas ganancia modestas de US$ 21.000 millones en exportaciones.
Mientras, la economía cubana, de US$ 58.000 millones, exportó sólo US$
3.300 millones en 2010.

Según Del Valle, la crisis de la deuda cubana, que ha ido aumentando en
el transcurso de las últimas dos décadas, "siempre ha sido un motivo de
gran preocupación para Raúl Castro", para quien la economía es el pilar
de la supervivencia del país, a diferencia de su hermano Fidel, "que
puso la ideología por encima de la economía" a lo largo de las décadas
en que gobernó la isla. Especulaciones de que el presidente venezolano
Hugo Chávez podría morir en breve —o, como mínimo, dimitir— aumentaron
la presión sobre Raúl para que introdujera reformas más contundentes, y
está recibiendo incentivos cada vez mayores por parte de sus mentores en
China y Vietnam, países comunistas que consideran a Cuba un contrapeso
importante para la influencia estadounidense en el Caribe.

La crisis de la deuda cubana recibió poca atención por parte de los
medios en USA y en Europa, a pesar de la preocupación generalizada por
la deuda de la UE.

Pero los miembros del Club de París, predominantemente europeos, tienen
de forma colectiva más de US$ 30.000 millones en títulos de la deuda
cubana, prácticamente todos ellos en situación de impago o con pagos
atrasados, observa Del Valle.

Otros acreedores importantes de Cuba son Rusia —con cerca de US$ 27.000
millones en créditos y préstamos comerciales pendientes— y Venezuela.

En 2015, Venezuela sobrepasará a Rusia y será el mayor acreedor de Cuba,
prevé Del Valle. En el transcurso de la última década, los venezolanos
suministraron a Cuba más de US$ 15.000 millones en petróleo crudo y
refinado en un esfuerzo por mantener las luces del país encendidas y los
autobuses circulando.

Imitando el ejemplo de China y de Vietnam

A primera vista, dicen los especialistas, Raúl Castro parece estar
plasmando el futuro de Cuba según el modelo chino y vietnamita, cuyos
partidos únicos, —es decir, el Partido Comunista—, se mantuvieron en el
poder durante décadas emergiendo al mismo tiempo como exportadores
globales competitivos de bienes industriales y agrícolas.

Un análisis en más profundidad, sin embargo, deja claro para los
especialistas que la estrategia de Raúl no hará que Cuba sea una
miniatura de esos dos países comunistas de Asia con dimensiones mucho
mayores.

El problema principal de Cuba es que las reformas de Raúl no son tan
profundas o completas como las introducidas por los gobiernos comunistas
de China y de Vietnam. En Cuba, "están yendo en la dirección correcta,
pero queda por saber si las reformas son lo suficientemente profundas o
rápidas para lidiar con esa crisis tan difícil", dice Carmelo Mesa Lago,
profesor emérito de Economía de la Universidad de Pittsburgh, cuyo nuevo
libro sobre la economía cubana está previsto que salga en 2012 en España
y en USA.

Mesa Lago señala que en China y en Vietnam, los agricultores locales
arriendan al Gobierno las tierras en que trabajan por un tiempo
indefinido. Se animó a los agricultores chinos y vietnamitas a que
cuidaran de esas tierras como si fueran suyas. En Cuba, los contratos de
arrendamiento de tierras son válidos solo durante diez años.

"Después de diez años, el contrato podrá o no ser renovado por el
Gobierno, y la tierra podrá ser tomada por el Estado cubano bajo el
pretexto de necesidad social", observa Mesa Lago. Eso es muy preocupante
porque "muchas tierras en Cuba se encuentran infestadas por una planta
de reputación infame: el marabou", señala Adrian E. Tschoegl, profesor
de Gestión e investigador de Wharton. Son necesarios por lo menos dos
años para limpiar las tierras, añade Tschoegl, por lo tanto los
arrendamientos de diez años acaban reducidos de inmediato a 1/5.

Otro factor contraproducente, dice Mesa Lago, es el hecho de que "los
agricultores cubanos deben vender parte de su cultivo al Gobierno a un
precio por debajo del precio de mercado". En China y en Vietnam, los
agricultores pueden vender libremente a quienes quieran, y a precios que
el mercado esté en condiciones de soportar.

En Cuba, la nueva ley prohíbe también la construcción de casas en las
tierras recién distribuidas a los agricultores. Como consecuencia de
eso, observa Mesa Lago, los agricultores se ven obligados a transportar
sus productos desde la tierra de cultivo a casa, de lo contrario corren
el riesgo de que se las roben.

Por si fuera poco, los préstamos para la adquisición de suministros y
herramientas para trabajar esas nuevas tierras son escasos, dice Mesa
Lago. Solamente cerca de un 2% de los 400.000 miembros de la ANAP,
Asociación Nacional Cubana de Pequeños Agricultores (Asociación Nacional
de Agricultores Pequeños), recibieron préstamos del Gobierno para
comprar los equipamientos y herramientas que necesitan para lograr que
sus tierras sean más productivas.

Si el gobierno cubano introdujera todas las reformas ya puestas en
práctica en China y en Vietnam, dice Mesa Lago, "Cuba sería
autosuficiente en alimentos y podría exportar su superávit".

En las reformas hechas en Vietnam, por ejemplo, la producción de arroz
creció más del doble entre 1976 —un año después de la Guerra de Vietnam—
y 2007, cuando Vietnam sobrepasó a Tailandia y se convirtió en el mayor
productor de arroz del mundo. (El año pasado, la producción vietnamita
cayó de forma drástica a causa de la sequía en la región).

En vista de las limitaciones de las reformas introducidas por Raúl
Castro, es poco probable que se vea ese tipo de productividad en Cuba.
Según Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y
Cubano-Americanos de la Universidad de Miami, "el Gobierno cubano no
está creando instituciones que capaciten al país a cerrar acuerdos que
le permitan importar o exportar sus productos o atraer inversiones
extranjeras" que permitan a los productores aprovechar la proximidad de
Cuba con USA. En suma, "Raúl Castro no es un reformador como el chino
Deng Xiaoping; o como Gorbachev, de la antigua Unión Soviética".

Reducción de la fuerza de trabajo

La retirada de un contingente enorme de trabajadores improductivos de la
nómina del servicio público —y encontrar empleo para ellos en el sector
privado— es fundamental para la estrategia actual de reforma del país.

El Gobierno cubano planeaba inicialmente despedir a cerca de 500.000
funcionarios entre octubre de 2010 y marzo de 2011, el equivalente a
cerca de un 10% de su fuerza de trabajo, observa Mesa Lago. Su objetivo,
a fin de cuentas, era despedir a un millón de trabajadores hasta el
final de 2011 —o un 20% del total de su fuerza laboral— y 1,8 millón
hasta el final de 2014. Esos despidos parecían tener sentido desde el
punto de vista de la economía, ya que el Gobierno llevaba tiempo
contratando mucha más gente de la que necesitaba, dice Mesa Lago. "Ellos
contrataban a 200 personas para construir una fábrica que todo el mundo
sabía que sólo necesitaba a 100". Muchas personas iban a trabajar a
diario, pero eran poquísimas las tareas que tenían que ejecutar.

Los planes del Gobierno de reducir de forma drástica la mano de obra en
uso se basaban en la presuposición de que los trabajadores recién
despedidos encontrarían empleo en el sector privado. Es una apuesta
demasiado alta, porque si no se crearan 250.000 posiciones en el sector
privado este año (2011), la tasa de desempleo en Cuba alcanzará niveles
sin precedentes. El Gobierno se vio obligado a frenar sus planes
ambiciosos de despidos cuando el número de nuevos empleos previstos no
se concretó en la primavera pasada.

De momento, según todo parece indicar, sólo se despidieron a cerca de
100.000 trabajadores, dice Mesa Lago, porque se abrieron pocas
posiciones en el sector privado para los despedidos por el Gobierno.

¿Por qué fueron creados tan pocos empleos en el sector privado? En
parte, porque el Gobierno había definido inicialmente 178 categorías
distintas de nuevos empleos de manera artificial, según la mentalidad de
los burócratas cubanos, y no según la necesidad del mercado, destacan
los especialistas. (Se crearán otras categorías en el futuro).

Los trabajadores necesitan presentar una licencia para conseguir un
empleo en cualquier categoría específica. No se permite identificar una
necesidad y, a continuación, crear un empleo que satisfaga esa
necesidad. Algunos empleos recién creados se definieron de una manera
tan estrecha que son "ridículos", señala Mesa Lago.

Por ejemplo, hay posiciones específicas para gente que pela frutas y
para gente que vende frutas, sin embargo la misma persona no puede
(legalmente) pelar frutas y venderlas. Otras categorías "autorizadas"
son las de los payasos, limpiabotas, cargadores de agua y gente que
aprovisiona mecheros. Respecto a los empleos que pagan bien, los
profesionales —como profesores, gerentes y contables— se enfrentan a un
desafío terrible: aunque hayan perdido el empleo que tenían en el
Gobierno, esos profesionales no tienen, sin embargo, autorización para
formar parte del contexto del sector privado.

Cualquier empleo que no haya sido establecido de forma explícita por la
reglamentación pasa a ser prohibido, dice Tschoegl.

"Se trata de un régimen de ley común [en que la ley es la principal
fuente de derecho] y su dinámica es muy interesante", dice, porque
contrasta con la common law de USA, en que cualquier cosa que no esté
prohibida de forma explícita está supuestamente permitida. Mesa Lago
añade que al imponer impuestos más altos a las empresas del sector
privado que contratan contingentes mayores de trabajadores sin empleo,
el Gobierno cubano desestimula aún más las contrataciones.

"Es ridículo", dice. "Si se despide a 500.000 personas, hay que crear
empleos para ellas, pero al imponer impuestos [muy] elevados, se castiga
al emprendedor que quiere contratar grandes cantidades de gente".

¿Puede empeorar aún más la situación para el cubano común y corriente?
Del Valle cree que el aumento del desempleo puede llevar a miles de
cubanos a buscar refugio en el sur de Florida, generando una nueva
oleada de inmigrantes de grandes proporciones. "Si sumáramos dos
millones a los 2,5 millones de cubanos que están en situación de
desempleo, muchos de ellos pensarán que emigrar es la mejor oportunidad
que tienen para lograr una vida mejor".

Tschoegl estima que un millón de cubanos pueden emigrar a USA (un 80% de
ellos a Florida) a lo largo de la próxima década, un total de 100.000 al
año.

"Es imposible para el Gobierno cubano crear tantos empleos; esa [nueva
oleada de inmigrantes] es una válvula de escape para la economía",
señala Del Valle.

Según Suchlicki, el reciente relajamiento de la política de inmigración
del Gobierno americano, permitiendo que más cubanos viajen a USA y
envíen dinero a los parientes en casa, ayudará sólo a la minoría de
cubanos relativamente adinerados y blancos.

"Más del 60% de los cubanos [de Cuba] son negros [o mulatos] y no tienen
parientes en Florida, por lo tanto no recibirán ayuda alguna" de la
nueva política de inmigración americana. En general, la dura realidad es
que, en vez de seguir la misma trayectoria de China y de Vietnam —que
consiguieron elevar el patrón de vida de sus poblaciones conservando el
estilo autoritario de Gobierno— una "deterioro gradual" de la economía
del país "parece ser el escenario más probable en Cuba", observa Suchlicki.

http://www.urgente24.com/noticias/val/17394/puede-raul-antes-de-morir-reformar-la-cuba-de-fidel.html

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