miércoles, 29 de agosto de 2012

Juicios por corrupción en Cuba

Corrupción

Juicios por corrupción en Cuba

Pasado más de un año del congreso del Partido Comunista, la aplicación
de los Lineamientos para la "actualización del modelo económico" no
evidencia efectividad, sino que se aprecia retroceso en esferas
productivas fundamentales

Miriam Leiva, La Habana | 28/08/2012 11:01 am

Tres ex viceministros del Ministerio de la Industria Básica y 9
directores y funcionarios de la empresa CUBANIQUEL, de ellos una mujer,
fueron condenados a penas de hasta 12 años de cárcel, se anunció en la
página 2 del periódico Granma el 21 de agosto. La acusación: "cometer
delitos asociados a la corrupción, durante el proceso de negociación,
contratación y ejecución del proyecto de expansión de la planta Pedro
Soto Alba, ubicada en Moa, para la extracción, refinación y
comercialización de níquel y cobalto". No se informó cuando se realizó
el juicio en la Sala Primera de lo Penal del Tribunal Provincial de
Holguín ni la fecha de comisión de los hechos. Tampoco se mencionó la
repercusión en pérdidas económicas o la cuantía de lo logrado por la
corrupción.

La escueta nota de prensa omite las causas fundamentales para que la
corrupción se haya expandido en Cuba. Esos viceministros debían ser
supervisados por una cadena de mando superior, en un país donde existe
un sistema dictado y controlado por el Partido Comunista. En primera
instancia tenían que responder al ministro, a quien en ocasiones
sustituían interinamente, el cual sería controlado por el viceprimer
ministro a cargo del ramo o de alguna tarea específica priorizada, que a
su vez tenía que informar al Consejo de Ministros, a la dirección del
PCC y en cierta ocasión a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Además, en Cuba, es usual la realización de "visitas de control y ayuda"
a pie de obra, pero por lo regular se conocen con suficiente tiempo de
antelación como para pulir la superficie de manera que los jefes salgan
complacidos.

Es posible que el caos económico, que ha devaluado el salario de todos
los cubanos, menos de la cúpula dirigente, cuyas necesidades se
compensan de muchas maneras, haya provocado el deterioro de los valores
morales y cívicos de los directivos condenados en esta ocasión, al igual
que ocurre a muchos otros cubanos. Negociaban y administraban millones
en divisas y alternaban socialmente con homólogos extranjeros que
disponían de lo merecido según su responsabilidad u otros que estarían
dispuestos a lograr ganancias personales. Antonio Orizón de los Reyes,
entre los condenados, fue viceministro de 1980 a 1999, unos 20 años,
hombre ya de edad avanzada fungía como miembro del Comité de Dirección
del Proyecto; Alfredo Zayas de 2004 a 2007 y era director ejecutivo de
la Empresa de Metales (condenado 12 años, la mayor pena), y Ricardo
González Sánchez aparentemente estaba actuando como tal al momento de la
detención (2001-2004, 2007-2010). Por esa fecha comenzaron las noticias
silenciosas, conocidas "de buena tinta" de que Moa estaba virada al
revés, y que había muchas personas presas, cuyos nombres fueron
apareciendo. También la ministra Yadira García, miembro del Buró
Político del Partido Comunista, "cayó en desgracia", y se publicó la
tradicional nota escueta sobre su defenestración por errores de control.
Entonces se recordó un escrito de años atrás, anunciando que habían
sustituido a Marcos Portal. Ahora la población cuestiona cómo ambos
pudieron ignorar la incapacidad o descomposición de esos funcionarios y
el grado de responsabilidad de la Sra. García en la debacle de Moa.

Casi simultáneamente con las "bolas" sobre lo ocurrido allí, se hablaba
acerca de la corrupción en el Instituto Cubano de la Aviación Civil,
Cubana de Aviación y una agencia de turismo. Hubo juicios, pero los
hechos se mantienen en la nebulosa. Continúa sabiéndose sobre los
registros en oficinas y casas de empresarios, funcionarios y dirigentes
de las más diversas ramas, que usualmente no llegan a los niveles
superiores. El presidente Raúl Castro ha mencionado reiteradamente la
lucha contra la corrupción y creó el cargo de Contralor General de la
República, con nivel de vicepresidente del Consejo de Estado que
responde directamente a él. Los cubanos, que antes callaban o
balbuceaban mirando para los costados, desde hace algún tiempo comentan
hasta en cualquier lugar lo que está ocurriendo, ya que no se informa
con detalles sobre los hechos detectados, con el resultado de infinitas
suposiciones y no faltan las justificaciones para continuar los delitos.

En esa política de secretismo se sitúan hechos muy connotados en países
amigos, ausentes de los medios de prensa cubanos. El "caso Bo Xilai" y
el juicio a su esposa parecen parte de ella, más allá de los compromisos
con los amigos de China. Gu Kalai fue juzgada durante solo 7 horas el 9
de agosto, y el día 20 se anunció la condena a muerte, con dos años de
suspensión de pena (que se espera signifique conmutación a cadena
perpetua) por el asesinato de un ciudadano británico, colega en
negocios. No se examinó cómo llegó a disponer de una gran fortuna. La
eminente abogada de 53 años era hija de un general represaliado durante
la revolución cultural. Estaba casada con Bo Xilai de 63 años, hijo de
un famoso dirigente de la época de la Gran Marcha de Mao Tse Tung, quien
fue miembro del Buró Político del Partido Comunista de China y
secretario en Chongqing donde desarrolló batidas contra la corrupción y
el crimen organizado, así como campañas populistas y el retorno del
culto maoísta. Había sido destituido en marzo pasado como secretario del
partido, y el 10 de abril, coincidiendo con la detención de Gu Kalai, lo
expulsaron del Buró Político supuestamente por malos manejos económicos
(corrupción). No obstante, podría deberse a que encabezaba el ala
conservadora del PCCH, con grandes posibilidades de entrar en el Comité
Permanente del Buró Político cuando a finales en octubre se realice el
congreso del partido, donde probablemente se enfrentaría a las
personalidades proclive a las reformas, encabezada por el presidente Hu
Jintao y el primer ministro Wen Jiabao, quienes parecen favorecer el
ascenso de Xi Jinping (con los cuales Raúl Castro ha estrechado
relaciones, aunque no sigue su política de cambios). Estos hechos llevan
a recordar la condena a la Banda de los Cuatro, encabezada por Jiamg
Qing, tercera esposa de Mao, que pretendía ejercer el poder a la muerte
del Gran Líder (arrestados en 1976 fueron sentenciados en 1981).

En cuanto a Cuba, pasado más de un año del congreso del Partido
Comunista, la aplicación de los Lineamientos para la "actualización del
modelo económico", no evidencia efectividad, sino que se aprecia
retroceso en esferas productivas fundamentales. Mientras no exista
transparencia y se mantenga el descontrol —incluyendo una rigurosa
contabilidad confiable— y, sobre todo, si no se cambia radicalmente el
método de planificación centralizada y el monopolio del Estado, por la
apertura a las opiniones y la creatividad individual, y garantías al
libre desarrollo de la propiedad privada con expansión del trabajo por
cuenta propia —incluidas las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que
complemente la economía estatal y contribuyan con el pago de apropiados
impuestos—, no se obtendrán los resultados productivos que permitan
elevar los salarios y racionalizar los trabajadores sobrantes en el
inmenso sector estatal para comenzar a salir de la gran crisis.
Entonces, la corrupción generada por las carencias, las simulaciones y
la aplicación caprichosa de las leyes, podrá erradicarse progresivamente.

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/juicios-por-corrupcion-en-cuba-279584

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