miércoles, 19 de diciembre de 2012

Cooperativas de informáticos: ¿cuatro gatos en un garaje o verdadero salto en la tecnología?

Cooperativas de informáticos: ¿cuatro gatos en un garaje o verdadero

salto en la tecnología?



Estas pequeñas empresas privadas, recientemente autorizadas por el

gobierno cubano, corren el riesgo de quedar a medio camino.

martinoticias.com

diciembre 18, 2012



En 2006, un grupo de estudiantes y profesores de la Universidad de las

Ciencias Informáticas (UCI), en La Habana, fueron sancionados por

utilizar los equipos del centro docente para tener acceso libre a la

internet. Se convirtieron ellos en los pioneros de una actividad

económica entonces penada. Ellos crearon chats clandestinos en

servidores de la UCI, tuvieron contactos con otras personas en la

internet que no viven dentro de la Isla, evadieron los propios sistemas

de seguridad que estaban supuestos a implementar y mantener, además de

compartir contraseñas y cuentas de acceso con un sinnúmero de personas

dentro y fuera del programa cubano.



Ahora es muy posible que los mismos muchachos puedan emprender este tipo

de iniciativas sin miedo a un castigo: por primera vez, en más de 50

años, un grupo de profesionales cubanos, graduados después de 1964,

podrán ejercer sus carreras en negocios privados.



El Decreto-Ley número 305, del 15 de noviembre de 2012, publicado en la

Gaceta Oficial el pasado 11 de diciembre, permite la creación de estas

empresas privadas denominadas "cooperativas no agropecuarias" con un

carácter experimental, por período de un año, en las que pueden

asociarse traductores, informáticos y contadores.



Las mencionadas cooperativas estarán presentes en todo el país con al

menos tres asociaciones en cada territorio, mientras la mayoría lo

estarán en Centro Habana, Mayabeque y Artemisa.



Según el decreto, las empresas arrancarían inicialmente con el dinero

que aporte cada uno de sus socios, o mediante créditos bancarios. En el

caso de que el negocio sea de interés para el Estado, obtendrían capital

del fondo de fideicomiso del presupuesto estatal.



En estas firmas sólo pueden estar cubanos mayores de 18 años que vivan

en la isla, aptos para realizar labores productivas o de servicios en su

actividad. Los extranjeros no tienen cabida en este tipo de empresas,

pues según explica la abogada independiente Laritza Diversent "este

Decreto-Ley impide que los extranjeros inviertan en las cooperativas no

agropecuarias, (porque) realmente en Cuba existe una ley para la

inversión extranjera, y hay un procedimiento que es bastante gravoso

para los inversionistas extranjeros".



Como cualquier entidad comercial, las cooperativas podrán exportar e

importar, siempre que sigan las regulaciones impuestas por el Ministerio

de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera que sería, en definitiva,

el gestionador de la operaciones.



Para el informático cubano Eliécer Ávila, la medida es positiva; sin

embargo, advierte que "es imposible que ninguna cooperativa en el campo

de la tecnología pueda ser competitiva, realmente innovar, crear,

aportar al mundo de las tecnologías y al mercado de las tecnologías

actuales sin tener inversiones de mediana o gran escala".



Ávila, egresado de la UCI, explicó que no se trata "de cuatro individuos

en un garaje reparando un disco duro, sino de invertir decenas o cientos

de miles de dólares en tecnología, en investigación, en infraestructura,

en personal, para poder realmente, construir, idear, crear productos que

puedan competir con las soluciones que en otros países, contextos del

mundo, se están creando constantemente".



"No se puede aplicar ni mucho menos este concepto, de que las

cooperativas en Cuba siempre tenemos que hacer negocios

subdesarrollados, negocios de inversiones risibles. Eso no va a traer un

resultado ni en el desarrollo del país ni en el desarrollo económico de

las personas que lo van a elaborar. Hay que comenzar a eliminar barreras

conceptuales con respecto a los negocios que se están creando", enfatizó.



Laritza Diversent, en cambio, opina que esta iniciativa constituye el

punto de inicio para que Cuba se desarrolle en este sentido: "Tenemos 50

años de atraso tecnológico; aquí no hay generación tecnológica. Creo que

a partir de ahí, es que ellos (Gobierno) podrán pensar en desarrollar

algo, porque muchos de los servicios que tiene el Estado son insuficientes".



La economía planificada en Cuba durante décadas no aupó la actividad

económica privada. Hasta 1989, se permitían ciertas profesiones como

peluqueros, sastres, jardineros, taxistas, fotógrafos, electricistas,

carpinteros y mecánicos, junto a trabajos profesionales como dentistas,

médicos, arquitectos e ingenieros graduados antes de 1964.



En 1995, en medio del período especial, se permitieron 117 actividades

privadas. Los pioneros del cuentapropismo fueron entonces los amoladores

de tijeras, payasos, arregladores de colchones, desmochador de palmas, y

otros. En 2004 no se renovaron varias licencias de actividades privadas,

pero con la legada al poder de Raúl Castro se aumentó en 2010 a 178 las

actividades permitidas, y de ellas, 83 no tenían que tener vínculos

familiares para ejercerlas.



http://www.martinoticias.com/content/decreto-ley-305-cooperativas-privadas-cuba-elieser-avila-laritza-diversent/17655.html

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