miércoles, 19 de diciembre de 2012

Un censo con menos cubanos y cifras controvertidas

Censo, Población, Economía



Un censo con menos cubanos y cifras controvertidas



El secretismo imperante en las estadísticas cubanas no debería contagiar

el Censo de Población y Viviendas 2012



Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 19/12/2012 9:02 am



Datos sobre el Censo de Población y Viviendas realizado en septiembre

pasado ofreció Juan Carlos Alfonso Fraga, director nacional del Censo,

en entrevista al periódico Granma, publicada el 7 de diciembre. El

funcionario repitió algunas cifras informadas en el Consejo de Ministros

reciente, como que existen 11.163.934 habitantes, lo cual representa una

reducción de 13.809 personas en relación con al Censo de 2002 y 83.991

menos respecto al estimado efectuado por la Oficina Nacional de

Estadísticas e Información (ONEI) con fecha 31 de diciembre de 2011.



Cuba tiene una rica historia en censos realizados. El primero data de

1774 y con el recién terminado son 18 los efectuados, de ellos 4 con

posterioridad a 1959. Debe destacarse que solamente la población

disminuyó entre los censos de 1887 y 1899 (-58.900), a causa de los

efectos de la guerra de independencia, la mortalidad por la

reconcentración dictada por el gobernador Weyler, y posiblemente a causa

de la salida de ciudadanos comprometidos con el colonialismo español.

Por tanto, la reducción de la población entre los Censos de 2002 y 2012

constituye la segunda ocasión en que este fenómeno ocurre, posiblemente

motivado por la prolongada y profunda crisis que sufre la sociedad

cubana, con el resultado de la caída en barrena de la tasa de natalidad

a niveles tan bajos que impiden el crecimiento poblacional y a un éxodo

masivo, fundamentalmente de jóvenes, que podría aumentar en los próximos

años, si las condiciones existenciales de los cubanos continúan

deteriorándose. Esto repercute en que el 18,3 % de la población ya tenga

60 o más años de edad, con una tendencia al incremento de ese

porcentaje, que según estudios de la ONEI podría llegar al 34 % del

total de la población en 2035. Ese escenario económico y social es

insostenible para un país que desde hace años se debate en la

precariedad extrema. Un desastroso panorama que en modo alguno puede

calificarse de desarrollo social, sino de un colosal desastre social.



En cuanto a los datos sobre la vivienda aportados por el Sr. Alfonso

Fraga, estos resultan controvertidos, al señalar que existen 3.927.020

viviendas, un incremento de 399.026 con respecto a 2002. De acuerdo a

los Anuarios Estadísticos de Cuba, editados por la ONEI, se construyeron

408.602 viviendas entre 2002 y 2011. Sin embargo en ese período fueron

destruidas totalmente por huracanes 138 348, según reflejan los citados

Anuarios, lo cual arroja un saldo neto de crecimiento de nuevas

viviendas de 269.954, inferior a la cifra de nuevas capacidades

habitacionales señaladas por el Director del Censo. Ello sin considerar

las desaparecidas por derrumbes e incendios, cuyas cifras no se

reportan, pero muy probablemente representan una cantidad apreciable,

dadas las ruinosas condiciones de la vivienda en el país, por la

sempiterna falta de mantenimiento y reparaciones en general.



En un informe presentado por el Instituto Nacional de la Vivienda el 27

de junio de 2005 se establecía que el 43 % del fondo habitacional se

encontraba entre regular y mal estado, asi como señalaba un déficit de

500.000 unidades. Independientemente de que entonces muchos

especialistas calificaron de conservadores esos datos, la situación de

la vivienda no ha mejorado, realidad que ha sido reconocida

reiteradamente por varios altos dirigentes cubanos. En este contexto, no

es sostenible la cifra de aumento en 399.026 viviendas respecto a 2002,

asunto que la dirección del Censo debería revisar.



Asimismo se cita que existen 2,84 personas por unidad de alojamiento,

que incluye locales de trabajo donde reside alguien permanentemente, una

reducción con respecto al Censo de 2002 que reportó 3,16. Esa supuesta

disminución deja un manto de incredulidad, cuando se conoce el

hacinamiento en el cual pésimamente viven muchas familias, con varias

generaciones compartiendo pequeños espacios. Un recorrido por las casas

de vecindad de La Habana muestra que las áreas disponibles se utilizan

al máximo, e incluso desde hace muchos años nació la especialidad

constructiva de la "barbacoa" reminiscencia de los indios autóctonos,

para intercalar pisos como solución al déficit habitacional.



Los datos definitivos del Censo 2012 se obtendrán en junio de 2013,

según reiteró Alfonso Fraga. Es de esperar que se faciliten al pueblo,

pues en el caso del censo anterior fue muy limitada la información

publicada, a diferencia del realizado en 1981, cuando los distintos

tomos del trabajo censal se comercializaron ampliamente. Los cubanos

tenemos derecho a saber el estado real de las viviendas, las cantidades

de equipos electrodomésticos y otros elementos que contribuirían a

conocer nuestra realidad y poder comparar nuestra situación con la de

otros países. El secretismo imperante en las estadísticas cubanas no

debería contagiar el Censo de Población y Viviendas 2012.



http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/un-censo-con-menos-cubanos-y-cifras-controvertidas-282277

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