miércoles, 26 de junio de 2013

Moringa, morera y leucaena

Moringa, morera y leucaena

Miércoles, Junio 26, 2013 | Por Reinaldo Emilio Cosano Alén



LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org - Parece irracional que de 1 600

millones de dólares empleados por el gobierno cubano, el pasado año,

para comprar alimentos en el exterior, 42% se destinara a la

alimentación animal. Es una carga demasiado pesada para el país, más

notoria aún porque el archipiélago cubano está situado en el trópico de

Cáncer, favorable a la abundancia de vegetación. El poco provecho de

pastos naturales en la Isla no tiene otra explicación que los desatinos

del gobierno en materia agraria, sostenidos durante más de medio siglo.



En 2012, se importaron unas 185 mil toneladas de alimentos, mientras los

volúmenes de producción nacional "quedaron por debajo de los planes, y

por déficit de transporte y disponibilidad de fuentes de financiamiento,

se vieron afectadas 10 mil toneladas de nitrato de amonio (para

piensos)", según consta en un informe del periódico Granma, con fecha

13-03-13.



El ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, explicó ante

la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 10 de diciembre del pasado

año, que se hacen planes para incrementar la producción de pienso, a

partir de "tubérculos, caña de azúcar, residuos agrícolas (yerba) King

grass, leucaena, morera y moringa".



Pero se debe señalar la gravedad de sembrar plantas invasoras, como

algunas de las relacionadas. Pues, puede suceder lo mismo que con el

marabú, que se ha tragado enormes cantidades de tierras fértiles,

convertido en una plaga casi imposible ya de eliminar.



La leucaena (leucaena leucociphala) es planta invasora oriunda de

Centroamérica, muy combatida permanentemente en el parque natural

Everglades, Florida, por sus daños perniciosos a la flora y fauna.



El ministro de la Agricultura parece desconocer que en el Museo Nacional

de Historia Natural, en La Habana Vieja, existe una bien documentada

exposición de plantas y animales invasores que perviven en el

archipiélago cubano, así como abundante información sobre el peligro

ecológico que representan y los modos de combatirlos.



La leucaena se está convirtiendo en amenaza letal para especies

autóctonas, o aclimatadas no invasoras. Ya se ven usurpando espacio

hasta en manglares costeros, que representan el 23% de las áreas

boscosas del país, valladar natural frente a la erosión de los océanos

sobre las costas. Pueden llegar a ser una incontrolable plaga, capaz de

tragarse la tierra, lo mismo que el marabú, por su capacidad de

adaptación a cualquier terreno y por su facilidad de reproducción

mediante el carácter volátil de sus semillas, también presentes en las

excretas del ganado.



Leucaena asistida por la revolución



Sin embargo, desde hace años, la leucaena está asistida por el

Ministerio de la Agricultura, como árbol forrajero y energético (leña).

Las autoridades agrícolas se basan en la utilidad inmediata, pero pasan

por alto el desastre ecológico a mayor plazo. Estimados internacionales

aseguran que 12 mil hectáreas de leña de leucaena equivalen a un millón

de barriles de petróleo.



Fidel Castro puso de moda el cultivo de la moringa y la morera como

plantas forrajeras. En el caso de la primera, también como alimento

humano. Resulta interesante el planteamiento de la doctora Concepción

Campa, directora del Instituto Finlay, ante la Asamblea Nacional: "Es

riguroso el proceso para la obtención del polvo de moringa, sobre todo

porque se exigen parámetros de calidad muy altos que descarten toda

posibilidad de toxicidad para la salud humana".



Otras especies invasoras aclimatadas y no combatidas especialmente, son

el tamachile (Pitchecellobium), de Centroamérica, traída a la Isla a

principios del siglo XX. La pomarrosa (Syzygium jambos), oriunda de

Asia, ha desplazado a especies autóctonas, apoderándose de las barreras

arbóreas protectoras de ríos y arroyos. Las aniquilándola por completo y

perjudica la fauna, porque sus frutos se han convertido en preferente

dieta del murciélago, trasportador de las semillas de pomarrosa en

detrimento de frutos y semillas de árboles autóctonos, como el ocuje

maderable, ya casi una rareza botánica.



La secular depredación de los bosques para la obtención de madera,

combustible, o para destinarlos a pastos, además de los cultivos

extensivos de la caña de azúcar y el tabaco, se aceleró a partir de

1959, con la desacertada política agraria castrista y el inverosímil

arrasamiento de muchos bosques residuales y tierras cultivables,

readaptadas para la siembra de caña para la desastrosa Zafra de los Diez

Millones de toneladas de azúcar, en 1970.



La caída de la Unión Soviética repercutió dramáticamente, con enorme

escasez de combustible y madera, que antes llegaban abundantes, y se

echó mano a los escasos bosques y manglares. Desde entonces, cada año

que pasa, y al margen de los discursos oficiales, se acrecienta más en

Cuba el crimen ecológico.



cosanoalen@yahoo.com



Source: "Moringa, morera y leucaena | Cubanet" -

http://www.cubanet.org/articulos/moringa-morera-y-leucaena/

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