viernes, 26 de julio de 2013

La sorpresa de pasar la Aduana en Cuba

Publicado el miércoles, 07.24.13



La sorpresa de pasar la Aduana en Cuba

DANIEL SHOER ROTH

DSHOER@ELNUEVOHERALD.COM



Si ha puesto en tela de juicio la actual política de Washington hacia La

Habana, un libro de 88 páginas de papel viejo marrón claro con cubierta

turquesa sobre las regulaciones en materia aduanera en Cuba tal vez lo

ayude a dilucidar su cuestionamiento.



La tercera edición de Normas Aduaneras, publicación de la Aduana General

de la República del 2012, refleja la hipocresía del embargo comercial a

Cuba. A la par de las sanciones impuestas por Estados Unidos, al

gobierno de Raúl Castro le ingresan cientos de millones de dólares

anuales en aranceles y tarifas que pagan los cubanos residentes de EEUU

cada vez que viajan a la isla.



Eso, sin contar las remesas familiares, uno de los principales motores

de la economía cubana.



La semana pasada elaboré un sumario de los altos costos que pagan los

exiliados para visitar a sus familiares y amigos en Cuba. No solo las

empresas norteamericanas que facilitan los viajes se aprovechan de este

mercado cautivo y caótico, sino que las autoridades cubanas también

exprimen a los expatriados con gravámenes exagerados en los aeropuertos

y una tasa alta en el cambio de moneda extranjera.



La columna generó una respuesta tan positiva en los diferentes sectores

de la comunidad, que el tema merece mayor profundidad con los detalles

de las tributaciones que cobran a los viajeros al llegar a la isla.



Uno de los aspectos que más sorprende a quienes nunca hemos viajado a

Cuba es el cobro en la Aduana por el sobrepeso en las piezas o bultos

que componen el equipaje, incluyendo el bolso de mano. Normalmente, las

aerolíneas son responsables de facturar el exceso de equipaje, no los

aeropuertos. Esto significa que los cubanos exiliados –que viajan

cargados como Santa Claus pero sin su opulencia– deben pagar flete con

sobrepeso dos veces, al salir de Estados Unidos y al entrar a Cuba.



Otro gravamen inédito y difícil de comprender es lo que las autoridades

cubanas denominan "Tarifa progresiva aplicable para el cobro de los

derechos de Aduana", una resolución emitida por la ministra de Finanzas

y Precios que entró en vigor en agosto del año pasado.



Estas tarifas de arancel se aplican sobre el valor total de los

productos que traen los visitantes a sus familiares, a fin de evitar que

los emigrados transporten mercancía con fines comerciales en el negocio

ilegal de las "mulas" que ha emergido entre Miami y La Habana.



Además, la importación de artículos electrodomésticos y otros equipos

duraderos, así como sus partes y piezas, se tributan de forma

independiente e individual en pesos convertibles (CUC), la moneda de

paridad cambiaria con el dólar americano. El gobierno cubano devalúa el

dólar, cobrando una tasa de cambio de un 12 por ciento.



Cada producto tiene un arancel, determinado de manera arbitraria, que la

mayoría de los viajeros desconoce hasta que pasan por la Aduana y les

toma por sorpresa. Un viajero me trajo las Normas Aduaneras con el

listado de valoraciones. A continuación, una muestra de las cotizaciones.



Para llevar una impresora multifunción, por ejemplo, que en Walmart

puede costar $119.98, el viajero debe pagar un arancel de 150 CUC en

Cuba. Si un exiliado compra en Amazon un televisor plasma LED de 42

pulgadas (1080p) por $479.99, la tasa en Aduana es de 400 CUC.



¿Un equipo de música de cualquier tipo? 60 CUC en impuesto de aduanas.

¿Un teléfono inalámbrico? 30 CUC. ¿Un disco duro? 60 CUC. ¿Una planta

eléctrica de hogar para cuando hay apagones en Cuba? 150 CUC. ¿Un

ventilador para amainar el calor? 10 CUC.



La lencería, enseres para el hogar, instrumentos musicales, juguetes y

artículos deportivos también son gravables. Para entrar a Cuba con una

almohada, hay que pagar 5 CUC; una frazada, 10 CUC; un juego de

cubiertos para 12 comensales, 20 CUC.



¿Quiere regalar un juguete a un nieto o sobrino? Si funciona con

baterías, afrontará un arancel de 10 CUC, y si es de propulsión

eléctrica, 15 CUC. ¿Le gustaría que un familiar fomente su capacidad

artística? Si entra con un instrumento musical de viento, el gobierno

cubano le cobrará 200 CUC, la misma tarifa que para uno de percusión o

teclado. ¿Un futuro DJ en la familia? 200 CUC por un mezclador de sonido.



Algunas personas argumentarán que todos los países cobran un arancel a

los viajeros en compras de artículos especificados en los formularios de

aduanas. Pero para traer una muñeca de regalo a Estados Unidos, no hay

que pagar. En cambio, ingresarla en Cuba cuesta 2 CUC. Si queremos

visitar a un familiar en cualquier isla del Caribe y antes de viajar le

compramos un reloj de pulsera como obsequio, sus gobiernos no nos

cobran. En Cuba, tasan al exiliado 5 CUC por un reloj.



Como en Cuba los habitantes a menudo no pueden adquirir muchos de estos

productos –especialmente los efectos electrodomésticos, de informática y

comunicaciones– en un mercado libre, dependen de los familiares en el

exilio para tenerlos. Desde principios de año, las autoridades aduanales

también cobran arancel por peso a los alimentos, anteriormente exentos

de gravamen.



Igual que los políticos en Washington debaten si enmendar la Ley de

Ajuste Cubano para detener los abusos que cometen algunos de los que

"escaparon del comunismo" en años recientes y retornan repetidamente a

la isla, es hora también de analizar la política de los viajes a Cuba

para poner fin al doble discurso del gobierno norteamericano.



Los costos que pagan los cubanos del sur de la Florida son demasiado

altos, el arancelario y el moral.



Source: "DANIEL SHOER ROTH: La sorpresa de pasar la Aduana en Cuba -

Daniel Shoer Roth - ElNuevoHerald.com" -

http://www.elnuevoherald.com/2013/07/23/v-fullstory/1528577/daniel-shoer-roth-la-sorpresa.html

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