jueves, 31 de octubre de 2013

Reflexiones sobre las declaraciones de Marino Murillo en relación al plan económico para el 2014

Reflexiones sobre las declaraciones de Marino Murillo en relación al

plan económico para el 2014

[30-10-2013]

Héctor Maseda y Roberto Díaz Vázquez

Grupo Decoro



(www.miscelaneasdecuba.net).- En la tercera y última parte de estas

valoraciones, se pone de manifiesto el desinterés gubernamental que

existe ante la alarmante crisis social que en Cuba. Ignoran que las

reales circuntacias por las cuales atraviesa el país, han sido generadas

por la deficiente gestión del estado en cada nivel en que actuan con un

caracter antieconómico sostenido, en un ciento por ciento, sobre un

modelo de gobierno uniersonal y violatorio de las leyes económicas que

sólo funcionan en la mente de los que nos dirigen.

DIRECTIVAS PARA EL AÑO 2014



Marino Murillo Jorge, Jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo

de los Lineamientos de la Política Económica y Social de Cuba, delineó

los cuatro principios de las directivas del plan para el próximo año

2014 y textualmente afirmó que:



"Convocan a liberar las fuerzas productivas y al sistema empresarial;

introduce(n) cambios en las relaciones de las empresas con el

presupuesto del Estado; promueven el incremento de la eficiencia, y

definen indicadores de conducción macroeconómicos". Y destacó: "aún con

las limitaciones en divisas, el plan del año que viene tiene que ser

diferente".



Hizo, además, trascender que: "(…) de las 136 directivas, 85 tienen

carácter general y 51 inciden directamente en la transformación de la

empresa". Y señaló como ejemplo: "se permite el traspaso de la capacidad

de liquidez; los Organismos de la Administración Central del Estado, los

Consejos de Administración Provinciales y las Organizaciones Superiores

de Desarrollo Empresarial, se pueden pagar entre ellas con esa capacidad

de liquidez (dólares), sólo poniéndose de acuerdo entre las partes. Para

esto -precisó- no tienen que pedirle permiso a nadie".



Es curioso, pero a los autores de este ensayo-réplica nos llamó mucho la

atención el hecho mencionado por el Sr. Murillo que citamos: "(…)

liberar las fuerzas productivas (…) promueven el incremento de la

eficiencia y definen indicadores de conducción macro-económicos (…)".

¿De qué país está hablando Murillo? De Cuba no puede ser. Lo cierto es

que este lenguaje debe ir dirigido a neófitos en economía. Por favor,

¿cuáles son las Organizaciones Superiores de Desarrollo Empresarial en

la Cuba actual? Si alguien sabe de su existencia y las conoce, le

rogamos nos lo hagan saber. Lo cierto es -y de eso sí estamos seguros-

es que el 98% de la población cubana desconocemos dónde están, que

pintan en la economía cubana y, por supuesto, jamás hemos disfrutado de

lo que esas supuestas "Organizaciones Superiores…" han generado o puedan

producir u ofrecer con carácter de servicios públicos a la ciudadanía.



Lo que sí constituye una realidad es que en más de 50 años de conducción

socio-económica centralizada se han cometido errores o puesto de

manifiesto caprichos que para nada han resultado de utilidad en la

satisfacción de las necesidades para el desarrollo racional del país.



Cuando se estabilizan y crecen las fuerzas productivas privadas

(micro-empresariado y cooperativas no estatales) se les trata de

asfixiar con gravámenes y regulaciones completamente violatorios en su

gestión empresarial. Ejemplo de ello lo tenemos cuando se les exigió un

impuesto fantasma a los transportistas privados que, según refieren

éstos, el Estado se lo impuso por una supuesta declaración no real de

sus ingresos. Otro ejemplo: a los vendedores de vestuario importado que

tenían licencia para operar legalmente en calidad de sastres y/o

modistas y que durante alrededor de tres años se les permitió vender

esos artículos de vestir, hoy se les califica de violadores. Pero cuando

se han personado a la Oficina Nacional de la Administración Tributaria

(ONAT) para realizar el pago de sus licencias autorizadas, ningún

funcionario de esta oficina les alertó con semejante señalamiento). Los

ejemplos expuestos nos llevan a una única conclusión: El Estado cubano

no se propone, en realidad, propiciar cambios en su estructura de poder

político, económico y financiero en Cuba.



Por otro lado, si nos referimos a la política gubernamental

macro-económica, en la Cuba actual ésta no existe, ya que en ella -con

la excepción del turismo internacional, la industria niquelífera o la

Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM)-; no se contempla ningún

sector con ese tipo de crecimiento. El resto de las opciones de la

economía están consideradas como deficitarias, calificadas así por las

propias valoraciones de los especialistas encargados de supervisar estos

sectores económicos.



De similar manera Murillo Jorge puntualizó que: "(…) a las empresas con

pérdidas, las cuales tenía que financiarlas el Estado, ahora se propone

que se redimensionen, se fusionen con otras o sencillamente, cierren. Lo

que no pueden es quedarse con pérdidas, porque son casi cincuenta (50)

las empresas en ese estadio hoy".



"Una empresa –concretó- tiene que producir, vender, cobrar y tener

utilidades (ya que) ella diseña y aplica los sistemas de pagos por

resultados"; pero al mismo tiempo alertó que "para eso es imprescindible

generar la riqueza, nadie puede repartir lo que no ha creado".



Sobre ese particular, los autores de esta reflexión consideramos que la

inmensa mayoría de las empresas cubanas dirigidas por el Estado

presentan un balance en extremo deficiente si las medimos por los

índices económicos internacionales de productividad y eficiencia. Éstas,

como regla, tienen que ser subsidiadas o rescatadas por los déficits

financieros que exhiben. Las pérdidas provocadas por la ineficiencia de

dirección -injustamente y para justificar los yerros- se hacen recaer

sistemáticamente sobre las fuerzas productivas cuando, en realidad, no

son los trabajadores los que orientan, definen y controlan la conducta

económica y productiva empresariales.



Lo cierto es que resulta en extremo difícil entender el método que

quieren implementar quienes dirigen la economía cubana. El Lic. Murillo

Jorge sugiere el cierre de empresas y su terrible acompañante: el

desempleo masivo por tiempo indeterminado que el gobierno cubano

prefiere eufemísticamente llamarlo "fuerza laboral disponible". De ese

modo, pasan por alto la obligación gubernamental adquirida hace más de

medio siglo con los más de cuatro millones de ciudadanos que constituyen

la fuerza laboral activa de Cuba y familiares a su cargo, con el falso

mensaje que han vendido –no sin éxito- a la opinión pública

internacional e incluso, a los que han seguido erradamente su método

ideológico y manipulador.



Además, es saludable señalar que la dirección empresarial de la Isla

lleva varias décadas repartiendo gratuitamente a sus amigos gobernantes

foráneos, bajo la bandera del "internacionalismo proletario", las

riquezas que nuestro sufrido pueblo ha generado con su trabajo cuasi

esclavo. Estas autoridades "amigas", hegemonistas y totalitarias que con

discursos oficialistas engañosos y falsas apariencias democráticas sólo

persiguen, como el nuestro, crear fuertes aparatos policiales represivos

para perpetuarse, en el poder político absoluto. ¿Cuál ha sido el

resultado final que persiguen nuestros gobernantes? Pues influir y

comprometer a "sus amigos gobernantes hemisféricos y africanos" en

aplicar políticas regionales similares a la nuestra. A los cubanos

humildes, de este "pastel" lo único que nos ha tocado ha sido disfrutar

del saqueo y la expoliación de las riquezas de nuestro país, la absoluta

falta de libertades ciudadanas y las penurias que generan las tiranías

totalitarias.



El actual Zar de la economía cubana también precisó "(…) que se incluye

a este proceso de transformación de la empresa, la decisión de no

aportar al Presupuesto del Estado la depreciación y la amortización,

como venía ocurriendo, sólo debe aportar el 50% de la utilidad, después

de deducidos los impuestos".



Es decir, que se abroga el derecho de retener el otro cincuenta por

ciento para sí. Por supuesto que esta forma de actuar permite

recapitalizar la empresa en cuestión, sobre la cual anunció, además,

que: "(…) puede vender sus inventarios ociosos y de lento movimiento y,

para acometer ese empeño, solamente tiene que ponerse de acuerdo con el

comprador en el precio (de la transacción n. de los a.)".



Para los autores de este ensayo, es innegable la manipulación mediática

del Estado cubano acerca de sus verdaderas intenciones en torno al

futuro de Cuba. Durante cinco décadas todo lo generado por las empresas

cubanas llenaba las arcas de estos gobernantes y sólo se extraía de las

mismas lo imprescindible para que continuase el pueblo vivo… y seguir

expoliándolo. La repetida "recapitalización empresarial" no es otra cosa

que la opción primigenia de toda entidad empresarial que deseé continuar

en el mercado de su particular interés.



Por último, Marino Murillo se refirió a los trabajadores por cuenta

propia (micro-empresariado privado) al decir que en septiembre de 2010

eran 157 mil 371 y que para mayo de 2013 la cifra aumentó a 429 mil 458.

Sobre este particular se refirió: "(…) a violaciones en algunas de las

figuras de esta modalidad, como la modista o sastre, cuya descripción

fue fijada para confeccionar, arreglar o transformar ropa, ya sea en

trabajos sencillos o complejos, pero no para vender ropa importada".

También señaló que: "(…) son muchas las quejas de la población en cuanto

a los que compran en una tienda y van a venderlo en la otra esquina.

Esto será objeto de regulación –afirmó- aunque precisó que requerimos de

mejorar nuestro comercio minorista, hoy con mucha ineficiencia".



Quienes confeccionamos esta investigación afirmamos que la ONAT y sus

dependencias e incluso el propio Estado cubano, pasan por alto el hecho

de recibir impuestos (ingresos al presupuesto gubernamental) de los

calificados como violadores desde el año 2010 y hasta el año en curso,

sin explicarles –en su momento- de las violaciones en las que estaban

supuestamente incurriendo al vender productos con origen no autorizado,

como afirma Murillo han realizado.



Realmente es conveniente recordar que con el actual estado de

competencia generado por los micro empresarios privados del sector

vestuario, ante los cuales las tiendas estatales recaudadoras de divisas

se encuentran en franca desventaja por la inferior calidad y superiores

precios de venta de artículos similares ofertados por éstos últimos; se

recurre a la aplicación de medidas punitivas para recuperar el capital

invertido e incluso, restar fuerza generadora al capital empleado por

este sector micro-empresarial privado. Una vez más se pone de manifiesto

la mala voluntad de los gobernantes cubanos hacia el pueblo, del que

reiteran forman parte indivisible.



Es saludable recordar un viejo adagio: "Quien mejor está en disposición

de violar las leyes es el que las formula". Sabemos que las leyes

tiránicas o mal aplicadas no perduran cuando existe una verdadera

voluntad de cambiarlas. No se olviden, señores gobernantes, que al menos

una parte del pueblo de Cuba está en disposición de cambiarlas. (FIN DE

LA III PARTE Y DE LA INVESTIGACIÓN).



Source: "Reflexiones sobre las declaraciones de Marino Murillo en

relación al plan económico para el 2014 - Misceláneas de Cuba" -

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/52712f533a682e15a8265cb6

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