martes, 8 de abril de 2014

Otro capítulo de la saga

Otro capítulo de la saga
MARTES, 08 DE ABRIL DE 2014 00:59 ESCRITO POR LUIS CINO ÁLVAREZ

Cuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) La Asamblea Nacional
aprobó el 29 de marzo, la nueva Ley de la Inversión Extranjera.
Sustituirá a la rígida, anacrónica y desestimulante ley que regía desde
1995, y que limitaba a los inversionistas –salvo contadas excepciones-
al 49% de la propiedad de las empresas conjuntas con el estado cubano,
además de imponerles altos impuestos sobre las ganancias.

Esta nueva ley, más flexible y con mayores garantías para los
inversores, aporta la novedad -que ya se veía venir - a juzgar por la
ansiedad que mostraban Alfy Fanjul, Carlos Saladrigas, Hugo Cancio y
otras hierbas- de permitir invertir en su país a los cubanos residentes
en el exterior, no así a los que residen en el territorio nacional, que
siguen como ciudadanos de segunda categoría.

Este el más reciente episodio de la saga de la supervivencia del
socialismo castrista, que cada vez es menos lo primero, con sus
desplazamientos proto-capitalistas, a pesar de la cansona retórica de
Díaz Canel y la testaruda y disparatada apuesta de Marino Murillo por la
planificación centralizada de la economía.

La Ley parece tener muy en cuenta al mega-puerto y zona franca de
Mariel, que no ha atraído la cantidad de inversionistas extranjeros que
no se sabe por qué razón los mandarines, siempre tan confiados en sus
capacidades de embaucar, esperaban que acudieran como moscas.

En el Caribe y Centroamérica hay instalaciones tal vez no tan grandes y
modernas y con una mano de obra tan barata y sin derecho a reclamos como
la de Mariel, pero que resultan más ventajosas en cuanto a confiabilidad.

Las perspectivas de la zona franca de Mariel, al menos mientras esté
vigente el embargo norteamericano, que prevé sanciones a los barcos que
toquen puertos cubanos, parecen a bastante largo plazo. Y ese tipo de
plazos, con muchos riesgos incluidos además, no suele ser del gusto de
los inversionistas. Algo que parece no han aprendido los mandarines del
socialismo verde olivo en sus tratos con los capitalistas.

Pese a sus mañas, los mandarines, con su corralito, no han logrado
quitarse de encima la fama de ser malas pagas y poco serios con los
ingenuos que caen en la trampa caza-bobos de ser partners suyos en
negocios de poca monta. Centenares de ellos han perdido todo el dinero
invertido y muchos hasta han terminado en la cárcel acusados de estar en
manejos con funcionarios corruptos.

De 400 empresas mixtas que existían hace 12 años, la cifra se ha
reducido a la mitad. La nueva Ley pretende revertir esta situación, y
atraer el capital, el know how y la tecnología de punta que necesita
desesperadamente la descapitalizada y caótica economía cubana. Solo que
lo hace muy tarde y con lastres: las inversiones requieren en todos los
casos de la aprobación del gobierno y la mano de obra nativa hay que
contratarla a través de agencias estatales, que se quedarán con una
buena tajada y pagarán a los empleados lo que estimen conveniente.

De poco servirán al desarrollo del país estas movidas
proto-capitalistas. Sus principales beneficiarios serán los miembros de
la nomenclatura (aparatchiks, altos militares y sus parientes), en vías
se transformarse en una aburguesada casta gerencial que buscará un
aterrizaje suave en vez de que el sistema se desvanezca en el vacío.

La especie de capitalismo corporativo de estado que resultaría de sus
movidas, como estará conformado a partir de políticas mercantilistas
dignas del Medioevo y de las ineficientes megaempresas estatales, será
oligopólico, usurero y monopolista. Pocas de esas empresas reconvertidas
serán viables en el muy competitivo mercado mundial, donde lograrán
ubicar muy pocas de sus producciones. Por tanto, para acumular capital,
tendrán que recurrir a congelamientos de salarios, despidos masivos,
cierres de fábricas, recortes de gastos sociales y otras linduras del
"capitalismo salvaje" que tanto critican ahora mismo en Granma, la Mesa
Redonda, Cuba Debate y el NTV.

Eso es lo que espera, con la gradual y chulesca conversión de Miami en
un Hong-Kong y la nueva Ley de Inversiones Extranjeras, a los
trabajadores cubanos en el timbirichero capitalismo de estado que se nos
viene encima.

Para Cuba actualidad: luicino2012@gmail.com

Source: Otro capítulo de la saga | Cuba noticias actualidad.Periodismo
independiente. -
http://www.primaveradigital.org/primavera/economia/51-economia/10267-otro-capitulo-de-la-saga-.html

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