jueves, 29 de mayo de 2014

EEUU y los cambios en Cuba

Publicado el miércoles, 05.28.14



EEUU y los cambios en Cuba

MIRIAM LEIVA



Durante ocho años en Cuba ocurren cambios lentos, limitados y

contradictorios, pero es innegable que se mueve hacia delante. Estados

Unidos puede contribuir a la apertura, con la ampliación de la exitosa

política pueblo a pueblo iniciada en 2009 por la Administración Obama.



La transición está en marcha con la posibilidad de una creciente

participación de los ciudadanos a través de los cientos de miles de

trabajadores independientes o cuentapropistas, y los tradicionales

campesinos, incrementados por los nuevos agricultores, así como las

cooperativas agropecuarias y las cooperativas no agrícolas. Es el

momento de coadyuvar a que simultáneamente los cubanos se empoderen como

ciudadanos, sobrepasando sus necesidades económicas esenciales,

desarrollando sus capacidades, y liberándose del férreo control del

Partido Comunista y el gobierno.



Los próximos 4 años serán cruciales. El gobierno sabe que su capacidad

de sobrevivencia depende de la reactivación de la economía nacional,

pero también de la situación social y política. Como reconoció el

presidente Raúl Castro "o rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir

bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos (…) el esfuerzo de

generaciones enteras". La llamada actualización del modelo económico no

ha logrado comenzar a reactivar la producción nacional y en 2014 con la

nueva Ley de Inversiones Extranjeras se pretende lograr 2.5 billones de

dólares anuales para recapitalizar la industria, la infraestructura y

los servicios, pero los empresarios están cautelosos y las inversiones

que se logren demorarán alrededor de tres años en el proceso de su

ejecución y resultados. También los próximos 4 años son muy importantes

porque Raúl Castro tiene 82 años de edad, anunció su retiro oficial en

2018, y actualmente está en curso el posicionamiento para la sustitución

de los dirigentes ancianos. Aunque el presidente-general ha situado a

los militares en los principales puestos del Partido Comunista, el

gobierno y el Estado, no puede preverse quién será el sustituto y su

equipo. Por tanto, la posibilidad de lograr la transición pacífica hacia

la democracia se está fraguando ahora.



En Estados Unidos el cuestionamiento de embargo sí, embargo no, debe

posponerse, porque sería continuar la estéril disputa muy utilizada por

quienes siempre han promovido la confrontación sin lograr cambios en

Cuba, y ha servido al aislacionismo y la propaganda del gobierno cubano.

La política proactiva con objetivos posibles tendrá resultados muy

positivos, como ya se han apreciado en la interacción por los viajes de

los ciudadanos cubanoamericanos, norteamericanos y cubanos en ambos

sentidos, y en la recepción de remesas que contribuyen a mejorar la

calidad de vida y los negocios de los nuevos emprendedores en la isla.

Desde hace años, algunos cubanos independientes de adentro, como Oscar

Espinosa Chepe, e instituciones y personalidades en Estados Unidos, como

Cuba Study Group, Brookings Institution y la Asociación para el Estudio

de la Economía Cubana (ASCE), realizaron estudios y propuestas. Una

encuesta presentada en febrero pasado por el Atlantic Council demostró

la tendencia creciente a favorecer el mejoramiento de las relaciones

entre Estados Unidos y Cuba, no solo por parte de los norteamericanos,

sino incluso de los cubanos residentes en Florida. Interesante resulta

la coincidencia en favor de pasos progresivos en lugar del levantamiento

súbito del embargo, aunque también hay coincidencia en el beneficio de

permitir a los norteamericanos viajar sin restricciones a Cuba, único

país del mundo a donde no lo pueden hacer libremente.



Recientemente, el Consejo de las Américas publicó un estudio realizado

por los miembros del Cuba Working Group, que viajaron a la isla entre

noviembre de 2013 y marzo de 2014, con recomendaciones fundamentalmente

para que la Administración Obama amplíe las posibilidades de las

corporaciones, asociaciones de negocios y ONG para ayudar a los

empresarios independientes cubanos mediante préstamos, equipamiento,

intercambio de información técnica, exportación e importación, y visitas

de trabajo. Asimismo, el Peterson Institute publicó el libro Economic

Normalization with Cuba: a Roadmap for US Policymakers, de los autores

Gary Clyde Hufbauer y Barbara Kotschwar, el cual recomienda que un

acercamiento gradual sería más efectivo para evitar el paso de la

dictadura comunista a la autocracia oligárquica en Cuba. Coincido con

los autores en que Estados Unidos está perdiendo oportunidades de

negocios frente a Europa, Canadá, China y otros países. Puede añadirse

que Brasil se ha lanzado a establecerse en los negocios que supone más

prometedores, como el Puerto de Mariel en previsión del futuro comercio

con Estados Unidos, y para anticiparse a las competitivas empresas

norteamericanas.



Obviamente, el progreso dependería de los permisos del gobierno cubano a

las iniciativas provenientes de Estados Unidos. Sin embargo, el proceso

iniciado en 2009 ha tenido una acogida muy positiva por parte del

pueblo, por lo que resultaría muy difícil argumentar su prohibición,

cuando los cubanos no creen en la estratagema de culpa a Estados Unidos

por todos los problemas existentes. El ambiente favorecería el

desarrollo de la sociedad civil, la disminución de la represión y, muy

importante, la excarcelación del señor Alan Gross.



Periodista independiente cubana.



Source:

http://www.elnuevoherald.com/2014/05/28/1758949/miriam-leiva-eeuu-y-los-cambios.html

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