viernes, 21 de noviembre de 2014

El castrismo o el gran truco

El castrismo o el gran truco *
noviembre 20, 2014 6:10 am·

Introducción

Mucho se ha escrito, teorizado y discutido sobre las nuevas reformas que
Raúl Castro lleva a cabo para hacer según sus palabras, el socialismo
próspero y sostenible.

Incluso personas de buena fe piensan que ha llegado el momento de dar a
los Castro la oportunidad de mostrar sus intenciones e incluso negociar
con estos.

Todo esto a mi criterio no es más que un gran truco, ya que el castrismo
solo se ha regido por una única máxima: mantenerse en el poder

Para una mejor comprensión, este trabajo se presentará en dos partes,
una que muestra al régimen militar en su papel rector, bajo la entera
responsabilidad de Fidel Castro durante los últimos 48 años y, por toda
la actual catástrofe que se pretende mejorar. Y otra es el régimen que
trata y/o pretende vender a todos, el actual gobernante Raúl Castro,
quien lleva 7 años presentando unas tibias reformas para según afirma,
salvar al régimen, haciéndolo según sus palabras, próspero y sostenible

Haré un breve prólogo para la mejor comprensión de este fenómeno.

En sus inicios, durante los primeros 6 años, el régimen, se rigió de
forma colegiada y observando todas las leyes económicas

Desde del año 1966 hasta el 1971, la economía castrista fue un sistema
seudo- presupuestado, de algún modo distributivo, creado y dirigido por
Fidel Castro, quien rechazó todos los consejos.

A partir del 1971 y obligado por sus fracasos, el régimen fue conminado,
aunque con bastante libertad, a regirse por la regla soviética hasta 1986.

Teniendo en cuenta los cambios que anunciaba Gorbachov, Fidel Castro
creo la titulada política de rectificación de errores y tendencias negativas

Desde que la URSS implosionó, el castrismo ha perdurado casi por entero
gracias a los subsidios recibidos de cualquier país que garantizara la
existencia de este régimen.

Actualmente, su principal fuente de financiamiento ha sido y es
Venezuela, de quien recibe anualmente, 12 mil millones de dólares de
acuerdo a un tratado firmado en el año 2002 por el hoy difunto Hugo
Chávez y Fidel Castro.

Parte Primera. El gobierno militar castrista

Para poder entender este régimen, es necesario tener una idea del
desarrollo y situación actual de su cúpula militar, toda vez que este
estamento es en realidad quien detenta el poder real desde hace 55 años.

En Cuba desde 1967 no existe sociedad civil, como se conoce en el mundo
a menos que se quiera creer que los pequeños negocios gastronómicos y
artesanales cuyo peso en el PIB es insignificante, son la sociedad civil
castrista.

Comencemos por su techo. Este sin discusión alguna lo tienen en este
orden, Fidel y Raúl Castro. Como sustitutos (todos designados por Fidel
Castro) están, Ramiro Valdés, Abelardo Colomé, Leopoldo Cintra y Álvaro
López Miera, todos ellos generales y miembros del Politburó.

El resto de los otros vicepresidentes y altos oficiales son
irrelevantes, toda vez que en el castrismo no hay puestos para terceros.

Decenas de miembros del Politburó, durante más de veinte años, han sido
purgados por una u otra razón, entre los que se destacan los casos de
Carlos Aldana, Roberto Robaina, Carlos Lage, Felipe Pérez Roque. Esto
demuestra que fuera de Raúl y Fidel Castro, todos son gastables

Para el resto de los generales, la carrera militar se ha convertido en
una escalera al cielo, mediante la que estos, acorde al éxito de su
desempeño, pueden aspirar a ser ubicados en lugares de privilegio como
el turismo, empresas exportadoras que garantizan la logística,
biotecnología, tabaco, puertos, cibernética, industrias extractivas como
las del níquel y hasta hace poco el petróleo, aunque ya se sabe que en
Cuba solo hay petróleo en escasas cantidades que son utilizadas por la
Sherrit International para generación de electricidad por gas

Aquellos generales que han tenido dificultades en sus funciones, se
acomodaron en bajos niveles para recibir parcelas de tierra o pequeños
negocios particulares, sin ahogarlos con impuestos, o inspecciones y que
así puedan vivir decentemente sin muchas complicaciones Un ejemplo de
esto es el general Acevedo quien vive de alquilar a extranjeros las
habitaciones de su mansión.

Ahora sin embargo, surgen nuevas estrellas en el horizonte militar
castrista, Alejandro Castro, el hijo de Raúl Castro, recién ascendido a
coronel y con menor relevancia, al frente de los mejores negocios de
Raúl Castro, el también Cor. Rodríguez López-Calleja, su ex yerno,
actual director general del puerto del Mariel. Estos dos últimos tienen
un status especial superior.

La designación de Alejando Castro, quien sin pertenecer siquiera al
Comité Central del Partido castrista, e ignorando a 12 miembros del
Politburó suscribió en Moscú a nombre del gobierno cubano, un acuerdo de
seguridad militar con el gobierno ruso, da la pista de su importancia.

El coronel Rodríguez López-Callejas controla a través de la firma GAESA,
el 90 % de todas las fuentes de financiamiento en divisas del país, que
otrora controlaba el difunto ministro de Defensa, General Julio Casas.

Hecho este breve bosquejo del sector militar pasemos a otro tema.

Fidel y Raúl Castro saben desde hace mucho que el socialismo no tiene
arreglo y que deben ganar tiempo para acomodar a su familia y allegados
como socios o accionistas de los principales sectores económicos del
país para los futuros cambios. Sin embargo, este proceso avanza lento,
dada la preocupación de ambos porque una apertura económica conduzca a
una apertura política que haga que el pueblo exija responsabilidades por
abusos cometidos, como en Chile, Guatemala y Argentina.

Los Castro crearon en los años 90 el Consejo de Defensa Nacional "quien
en circunstancias excepcionales" es el máximo órgano de poder estatal y
político y ejerce la dirección absoluta, incluso la militar; el orden
interior, la seguridad la política exterior y la economía.

El gobierno castrista lleva ya 25 años en esta circunstancia llamada
eufemísticamente "período especial en tiempo de paz" manteniendo al
pueblo cubano en un régimen de supervivencia y sumisión total…

Poco tiempo después de instaurada esta situación, Fidel Castro se negó a
admitir que el socialismo había fracasado y acuñó la "actualización del
modelo económico", solo para tener un saco donde echar las culpas.

Por entonces a ambos Castro les atraían sobremanera las variantes china
y vietnamita de un capitalismo de Estado, dirigido por un solo partido,
pero veían la dificultad de que en el caso cubano, las principales
democracias occidentales se tragaran ese cuento sin exigir las
libertades políticas.

La revista TheEconomist, con su lista sobre los índices de democracia en
el mundo, les aportó a los Castro el modelo a tomar para atraer al
ansiado capital norteamericano, a fin de revivir el cadáver de su
economía, sin perder el poder.

Todos saben que en Cuba, mientras estén los Castro, no habrá libertad ni
de asociación, de reunión, ni legalización de partidos políticos y otros
derechos conculcados al pueblo cubano, como en China, Vietnam y Corea
del Norte. Pero en lugar de libertades, incluso con el seguro concurso
de la oposición light, que tímidamente ya asoma la cabeza, se prepara
una puesta en escena para este show, que Hollywood envidiaría: el modelo
egipcio, con partidos políticos, elecciones libres, mano dura con los
extremistas y el respeto en lo posible a la constitución, mediante un
gobierno de las fuerzas armadas. Esto resulta inmejorable para quien
"sin prisa, pero sin pausa", gana el tiempo que necesita.
Un régimen que permita una oposición que se contente con determinadas
libertades para alegría de los fellow travelers, pero donde las Fuerzas
Armadas sean intocables, para que ni siquiera un presidente elegido por
elecciones democráticas pueda decidir sobre ellas. Estas serán, el
garante de la estabilidad y el orden. Detentarán en sus manos el poder
absoluto.

Ese es el modelo económico que buscan los Castro para perpetuar su régimen.

Para Cuba actualidad: palest44@gmail.com

Source: El castrismo o el gran truco * | Primavera Digital -
<http://primaveradigital.net/el-castrismo-o-el-gran-truco/>

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