miércoles, 14 de enero de 2015

Venezuela-Cuba, el dilema del petróleo

Venezuela-Cuba, el dilema del petróleo
Para Cuba, la crisis económica se ahondaría en dependencia de la crisis
venezolana, y si el gobierno mantuviera atadas las fuerzas productivas y
el control absoluto bajo un sistema absolutamente inoperante
miércoles, enero 14, 2015 | Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba -Cuando el petróleo llegó a 90 dólares el barril hace 4
meses, Maduro aseguró que Venezuela podría afrontarlo, pues sus planes
estaban basados en un precio de 60 dólares. Al continuar cayendo,
garantizó que las limitaciones no reducirían los programas sociales, y
rebajó el sueldo a los funcionarios. No obstante, el barril venezolano
ha llegado a 42 dólares, y los pronósticos son que no habrá recuperación
a los altos niveles pasados en el curso del año. El Banco Central de
Venezuela informó que la economía está en recesión, por la caída del PIB
en los tres primeros trimestres de 2014. La inflación llegó al 64%, el
primer lugar mundial, se espera una nueva devaluación del bolívar,
continúa el desabastecimiento, las largas colas, la corrupción y la
elevada criminalidad. Para tratar de remedir la crisis el presidente
creó el Estado Mayor de Recuperación Económica.

El descenso del precio del petróleo conviene a los importadores, pero
lesiona a los exportadores. Para Cuba el abaratamiento del combustible
podría ser propicio, porque tendría que hacer erogaciones menores, pero
es lesionada al vender parte del crudo recibido de Venezuela en el
mercado internacional. Si bien el gobierno cubano ha procurado
diversificar por el mundo su exportación de servicios, médicos
principalmente, las inversiones realizadas con China, bajo garantía
financiera de Caracas, incluso proyectos con Venezuela o en el marco del
ALBA, han sido diferidas en los años recientes.

El gobierno cubano no ha podido comenzar a remontar la prolongada crisis
con su actualización del modelo económico, y ha tenido que procurar el
regreso de los capitalistas, mediante la nueva Ley de Inversión
Extranjera, con el propósito de lograr 2.5 miles de millones de dólares
anuales. El acondicionamiento del puerto de Mariel, frente a las costas
de Estados Unidos, tenía el propósito inicial de ofrecer servicios a los
grandes barcos que operarán en la nueva fase del Canal de Panamá. Sin
embargo, deberá competir con otros de la zona, entre ellos el de Miami,
y afrontar las limitaciones impuestas por legislaciones norteamericanas.
Alli, Brasil aseguró posicionarse a largo plazo mediante la ejecución de
las obras por la empresa Odebrecht y los créditos del Banco Central. La
Zona Especial de Desarrollo de Mariel debería acoger grandes inversiones
foráneas, pero los empresarios requieren garantías y beneficios, cuando
la precaria situación económica internacional brinda oportunidades en
muchos países, y aconseja seguridad y facilidades hoy inexistentes en
Cuba, como agilidad en los trámites, surtido para la adquisición de
materiales, amplia fuerza de trabajo, e Internet.

Nicolás Maduro, heredero del poder en Venezuela, trató de suplir la
ausencia de carisma e inteligencia con el populismo y la represión,
apoyándose en la asesoría del gobierno cubano en todas las esferas. El
fracasa

do sistema cubano posiblemente contribuyó a la descapitalización de la
industria petrolera, entre otros problemas de dirección económica. Los
precios del petróleo comenzaron a caer y se desplomaron a finales de
2014. El mandatario venezolano emprendió una desaforada búsqueda de
apoyo en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para
reducir la producción y acusó a los especuladores y al fracking de
Estados Unidos.

El canciller Rafael Ramírez, antiguo presidente de PDVSA, realizó una
gira por los países miembros, sin lograr convencer a Arabia Saudita,
principal productor mundial. A principios de enero, Maduro realizó un
periplo, iniciado en Beijing, coincidiendo con la realización de la
Reunión Ministerial CELAC-China, para convencer a su homólogo Xi Jinping
de que le facilitara unos 16 mil millones de dólares para afrontar el
gran desequilibrio de la balanza de pagos. Posiblemente, los chinos no
estuvieron dispuestos a financiar a un socio tan voluble, que emprende
medidas económicas nefastas y cuya aceptación popular cae en picada. El
mandatario había hecho una escala de tres horas en Moscú, donde solo lo
recibió un viceministro en el aeropuerto. Luego visitó Arabia Saudita
con el proyecto de "lanzar una estrategia consensuada en el mercado
petrolero", que tuvo buena acogida para estabilizar el mercado
petrolero, según informó a Telesur. Pasó a Qatar y Argelia. En
realidad, la estrategia saudita parece destinada a lesionar a los
principales competidores, entre ellos las empresas fracking
norteamericanas, cuya rentabilidad demanda un precio del crudo por
encima de 60 dólares.

Las cumbres de Cuba-CARICOM y ALBA-TCP en La Habana en diciembre pasado
deben haberse centrado en las posibilidades de Venezuela de continuar el
suministro ventajoso de los hidrocarburos y respaldando sus proyectos de
desarrollo, pero la situación ha continuado complicándose. Para Cuba, la
crisis económica -Período Especial de 25 años- se ahondaría en
dependencia de la crisis venezolana, y si el gobierno mantuviera atadas
las fuerzas productivas y el control absoluto bajo un sistema
absolutamente inoperante

Source: Venezuela-Cuba, el dilema del petróleo | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/venezuela-cuba-el-dilema-del-petroleo/

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