lunes, 9 de febrero de 2015

Aferrados a las decisiones de EE.UU.

Aferrados a las decisiones de EE.UU.
El fin de la burla al Estado de Derecho que padecemos hoy en Cuba, no
tiene, ni siquiera debe ser objeto de condición por parte de ningún
gobierno extranjero, a la hora en que decida establecer relaciones con
la dictadura
domingo, febrero 8, 2015 | José Hugo Fernández

LA HABANA. Cuba. -Hay que ser muy mal pensado para acusar a los grupos
opositores en Cuba de hijos bobos de Obama, alegando que su única
aspiración consiste en que el presidente estadounidense se encargue de
una labor que solamente a ellos corresponde. Pero también hay que ser
fatuo para creer que la oposición interna estaría incapacitada para
procurar, por su propia cuenta, verdaderos cambios democráticos, y que
su labor en tal dirección no podrá ser efectiva si Obama no exige al
régimen aquellos cambios que sólo a los cubanos les toca conquistar.

¿Por qué razón, a la hora de establecer relaciones diplomáticas y de
negocios con otro país, el gobierno estadounidense tendría que poner
como condición que sean empoderados los ciudadanos de ese país, en
cuando a sus derechos civiles y políticos? ¿No se supone que son tales
ciudadanos quienes están obligados a luchar por sus intereses
domésticos, mientras que los gobernantes de Estados Unidos deben
centrarse en los intereses de sus propios gobernados?

¿Acaso en su larga historia como potencia, los estadounidenses no han
mantenido relaciones con casi todos los dictadores y los autoritarismos
que en el mundo hubo? ¿Y cómo se las arreglaron los opositores internos
de esos sistemas para generar una articulación social amplia, e incluso
para hacer valer sus aspiraciones democráticas, sin que Estados Unidos
pusiera como condición su reconocimiento legal y aun sin que tuviese la
deferencia de sentarse a dialogar formalmente con ellos? Los ejemplos
son muchos y muy conocidos.

El fin de la incivilizada burla al Estado de Derecho y al caos de
corrupción política, administrativa y social que padecemos hoy en Cuba,
no tiene, ni siquiera debe ser objeto de condición por parte de ningún
gobierno extranjero, a la hora en que decida establecer relaciones con
la dictadura. Si a Obama le da gusto apoyar a los opositores cubanos, es
muy bueno, y si les ayuda moral y materialmente –como lo ha hecho-,
tantísimo mejor. Lo que no está bien es que esperemos lo que él no puede
o no desea o no le conviene otorgarles.

Dejo en claro que no me estoy pronunciando a favor de que el gobierno de
Estados Unidos establezca plenas relaciones con la dictadura de los
Castro y sus secuaces. Tampoco estoy en contra, sino todo lo contrario,
como dice el dicho. Coincido con otros en que si al fin se restablecen,
aunque sea medianamente, tales relaciones van a beneficiar en grande los
proyectos de nuestra oposición interna. Igualmente nos permitirá sacar
al menos la cabeza del pantano histórico en que estemos hundidos. Todo
dependería de que los opositores identifiquen la brecha y sean
eficientes para aprovecharla, dejando atrás definitivamente las nefastas
equivocaciones y la obtusa manera de enfocar la historia que Fidel
Castro nos inoculó en la sangre desde la más tierna edad.

Source: Aferrados a las decisiones de EE.UU. | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/del-gobierno-de-estados-unidos-no-espero-nada/

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