martes, 17 de febrero de 2015

El Estado - dueño y señor de los medios de producción

El Estado: dueño y señor de los medios de producción
Las empresas cubanas siguen arrastrando la inoperante y dañina
planificación socialista. Al carecer de autonomía y estar sujetas a lo
que le ordenen "desde arriba", sufren pérdidas continuadas
martes, febrero 17, 2015 | Osmar Laffita Rojas

LA HABANA, Cuba. -El Estado cubano es el principal dueño de los medios
fundamentales de producción, y por tanto es el que responde por el buen
o el mal funcionamiento de la actividad empresarial en Cuba. Basta mirar
los números.

De acuerdo a los datos contenidos en Panorama Económico y Social de
2013, emitido por la Oficia Nacional de Estadística e Información
(ONEI), en el acápite 11, referido a las "principales entidades por
forma de organización" al cierre de ese año había en Cuba 2 235 empresas
y 2 382 unidades presupuestadas. De las primeras, el mayor número se
encuentra en las provincias de La Habana (714), Holguín (141), Santiago
de Cuba (139) y Villa Clara (135). Del total unidades presupuestadas, en
La Habana funcionan 348, en Villa Clara 164, en Holguín están
registradas 149, en Santiago de Cuba 146 y en Guantánamo 143.

En entrevista realizada el pasado 12 de diciembre por el periodista del
diario Granma O. Fonticoba Gener a la subdirectora general de Inversión
Extranjera del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera
(MINCEX), Ivonne Vertiz Rolo, la citada funcionaria explicó que "en
estos momentos funcionan en Cuba 208 empresas mixtas, es decir, con
capital compartido cubano y extranjero y existen nueve empresas de
capital totalmente extranjero ubicadas en los sectores de la energía, la
infraestructura industrial y el bancario".

El descenso del 1,3% del Producto Interno Bruto (PIB) del 2.3 %
planificado en 2014 en gran medida fue atribuible a los desequilibrios
macroeconómicos originados por la significativa caída de la producción
de bienes. 471 empresas finalizaron el año con resultados muy por debajo
de los previstos.

De acuerdo al vice-presidente del Consejo de Ministros y titular de
Economía y Planificación, Marino Murillo Jorge, en el informe presentado
a los diputados en la Cuarta Sesión Ordinaria de la VIII Legislatura de
la Asamblea Nacional del Poder Popular, celebrada el 19 de diciembre del
pasado año, 320 empresas erogaron 7 560 000 dólares por concepto de
pagos de salarios indebidos, y en 151 empresas, principalmente de los
sectores de la agricultura, la industria y el turismo, las pérdidas
reportadas al final de 2014, se elevaron a un monto de 17 200 000 USD.

Si bien es cierto que se ha ampliado y flexibilizado el objeto social de
las empresas y la posibilidad de poder comercializar los excedentes
productivos y se han vinculado los salarios a los resultados -sin
límites, en dependencia de los sobrecumplimientos, según lo autorizado
por la Resolución No. 17 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
(MTSS)-, es evidente la total falta de interés del gobierno por
concederle verdadera autonomía a las empresas.

Murillo anunció que por el momento solo existe la posibilidad de que las
empresas puedan retener el 50 % de las utilidades después de liquidado
su compromisos con el fisco y con ese dinero, de autorizarse, podrán
estimular a los trabajadores.

La tan ansiada autonomía empresarial no acaba de materializarse. Si bien
se eliminaron los ministerios de la Industria Básica, Sideromecánica,
Ligera y Pesca, y los ministerios que quedaron redujeron sus funciones,
la burocracia sobrante pasó a formar parte de las estructuras de
dirección de las Organizaciones Superiores de Desarrollo Empresarial
(OSDE), a las que están sujetas y tienen que responder las empresas. Son
como una especie de mini-ministerios que son en definitiva, los que
dicen la última palabra.

Para que nada se les vaya de las manos y el control continúe, en las
OSDE funcionan las Juntas de Gobierno, que tienen la responsabilidad de
aprobar las proyecciones de las empresas y sus respectivos planes, así
como exigirles el cumplimiento de los indicadores directivos fijados por
el gobierno.

Murillo advirtió "para evitar deformaciones, que "ningún directivo a
nivel de OSDE y/o empresa debe creer que la autonomía significa la
libertad de comprar y vender", que es propia de la economía de mercado.
"Las juntas son los representante del gobierno ante el sistema
empresarial y no viceversa", señaló.

Si esto es así, ¿para qué hicieron la pantomima de reducir los
ministerios? En la práctica, todo está igual que antes, con otro
disfraz. Ahora hay más personal en funciones parasitarias, que lo único
que hace es entorpecer el normal desarrollo de las empresas en los
diferentes sectores de la economía.

Las empresas cubanas siguen arrastrando la inoperante y dañina
planificación socialista. Al carecer de autonomía y estar sujetas a lo
que le ordenen "desde arriba", sufren pérdidas continuadas. Producto de
la corrupción, es el viciado asunto de las deudas por pagar y cobrar.
Debido a la telaraña burocrática, los salarios de los trabajadores,
cuando estos van a cobrar, están por debajo de lo que realmente produjeron.

Marino Murillo se baja ahora con la filípica de que "para concederle
autonomía a las empresas es necesario que pasen por un proceso gradual,
para lo que no se está totalmente preparado". No se sabe hasta cuándo
durará ese proceso. Es verdaderamente una falta de respeto a la clase
obrera cubana, que es la principal afectada.
origenesmadiba@gmail.com

Source: El Estado: dueño y señor de los medios de producción | Cubanet -
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