jueves, 5 de febrero de 2015

La ortodoxia fidelista intenta dinamitar las conversaciones Cuba-EE.UU

La ortodoxia fidelista intenta dinamitar las conversaciones Cuba-EE.UU
febrero 4, 2015 3:43 pm

Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Luego de concluidas las
conversaciones entre los gobiernos de La Habana y Washington, celebradas
en la capital cubana los días 21 y 22 de enero, las jefas de ambas
delegaciones, Josefina Vidal Ferreiro, directora general de los Estados
Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) y Roberta
Jacobson, sub-secretaria asistente para los asuntos del Hemisferio
Occidental del Departamento de Estado, declararon a los medios que en
todo momento prevaleció una atmosfera de entendimiento, respeto mutuo y
de comprensión acerca de las diferencias existentes entre ambos gobiernos.

Durante las conversaciones, las partes analizaron la marcha de los
acuerdos migratorios y el complicado y engorroso asunto del
restablecimiento de relaciones diplomáticas.

La prensa oficial, dirigida y controlada por el Departamento Ideológico
del Partido Comunista, brindó una desacostumbrada cobertura mediática a
las conversaciones.

Hasta ese momento, parecía que la intención del gobierno cubano era
enviar un mensaje de reconciliación y entendimiento, a pesar de las
profundas diferencias y desencuentros que han perdurado por décadas.

No parecía haber intenciones de minar las negociaciones. El lenguaje
confrontacional y las descalificaciones estaban fuera de lugar.

Tanto Vidal como Jacobson dejaron claro que las posturas
liquidacionistas y disociadoras quedaron fuera del marco de las
conversaciones para la búsqueda de un acuerdo que fuese beneficioso
tanto para La Habana como para Washington, si se trabaja con
responsabilidad y constancia.

Al terminar la primera ronda de conversaciones entre los dos gobiernos,
quedó dentro de la población de la isla un ambiente de esperanza y
optimismo.

Cuál no sería la sorpresa de los cubanos cuando el 27 de enero la prensa
oficial dio a conocer la carta enviada por el ex gobernante Fidel Castro
a los estudiantes de la Universidad de La Habana, con el título "Para
mis compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria".

En dicho texto, lleno de inexactitudes, incoherencias y errores
históricos, el anciano ex-gobernante, de manera bien clara, pasa por
alto el paso dado por el general presidente Raúl Castro de autorizar las
conversaciones con el gobierno norteamericano.

Con la susodicha misiva, el anciano ex-gobernante puso fin a los rumores
de que estaba en una nevera, en espera del multitudinario mega-acto fúnebre.

Como ha pasado en anteriores ocasiones, cuando la bola relativa a su
muerte alcanzó grandes proporciones, Fidel Castro rompe el record de
Jesucristo y resucita una vez más para llenar de minas el largo y
tortuoso camino que tendrían que recorrer los gobiernos de Washington y
La Habana para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.

Fidel Castro, de manera velada, se distancia del general presidente
cubano, su hermano. Irónicamente, señala que "ha dado los pasos de
acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea
Nacional y el Partido Comunista".

Parece que la senilidad le ha hecho perder la memoria a Fidel Castro. En
los 40 y tantos años que gobernó de manera omnímoda, para él el
parlamento, el gobierno, y el Partido Comunista siempre fueron papel
mojado. Nunca los tuvo en cuenta. Realmente es algo escandaloso.

Sin hacer los necesarios comentarios sobre las conversaciones, se limita
a decir algo que todos los cubanos conocen: que no confía en los Estados
Unidos.

Fidel Castro negó que esta desconfianza signifique "un rechazo a una
solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra". Dijo que
"cualquier solución pacífica y negociada entre los EE.UU. y los pueblo
de América Latina deberá ser tratada de acuerdo a los principios y norma
internacionales".

Con tan pérfida afirmación lo que busca es poner en entredicho la
decisión de Raúl Castro de iniciar las negociaciones con Washington.

Las negociaciones entre los dos gobierno habían sido posibles hasta
ahora porque reinaba un ambiente de distensión y entendimiento. No
existen amenazas y mucho menos guerra, y las negociaciones no son con
América Latina: todos los gobiernos latinoamericanos tienen, mal que
bien, relaciones con Washington. El asunto incumbe a Cuba.

Las negociaciones, desde su comienzo, tuvieron como base los principios
refrendados en la Carta de la ONU, y estuvieron ajustadas a las normas
internacionales. Es irrespetuoso cuestionar eso.
Para Cuba actualidad: origenesmadiba@gmail.com

Source: La ortodoxia fidelista intenta dinamitar las conversaciones
Cuba-EE.UU | Primavera Digital -
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