martes, 17 de febrero de 2015

Lo que no debe hacer el Presidente Obama (II)

Lo que no debe hacer el Presidente Obama (II)
[17-02-2015 10:17:42]
Elías Amor
Economista

(www.miscelaneasdecuba.net).- En un artículo anterior en este blog
cuestioné la visión compartida por dos funcionarias del Minrex Ariadna
Cornelio y Gretter Alfonso en un trabajo publicado en Gramma en el que
ofrecen consejos al Presidente Obama sobre cómo "puentear" el embargo,
que es una competencia del Congreso de los Estados Unidos.
En ese sentido, valoramos las expectativas creadas a partir del 17 de
diciembre del 2014, cuando el Presidente de Es­tados Unidos anunció una
serie de medidas para modificar la aplicación de determinadas
regulaciones del bloqueo. Expectativas solo. La realidad es que el
pueblo cubano sigue como siempre, tratando de "resolver" para llegar a
fin de mes con uno de los salarios nominales más bajos del mundo, y los
niveles de represión de cualquier actividad política se mantienen. Más
tarde, cuando el 15 de enero del 2015, los Departamentos de Tesoro y
Comercio publicaron las regulaciones administrativas para implementar
las medidas anunciadas por el Presidente Obama se volvió a hablar de lo
mismo, si bien las condiciones de vida del pueblo cubano ni han
cambiado, ni cambiarán.

Entrando con más detalle en el artículo publicado en Gramma, las autoras
sugieren algunas ideas.
Por ejemplo, en relación con los viajes, plantean que el Presidente
permita servicios deferry entre Estados Unidos y Cuba. ¿Por qué ferry y
no aviones? Es evidente que han estimado una demanda potencial que no se
corresponde con la realidad del mercado. En la sociedad moderna, el
avión ha sustituido a cualquier otro tipo de transporte, y los ferry no
harían otra cosa que limitar la salida de aquellas ciudades en las que
se estableciera el servicio. No parece muy razonable, si se pretende
estimular el turismo.

Igualmente, proponen eliminar el límite al valor de los productos que
pueden ser importados desde Cuba por los viajeros estadounidenses que
visitan nuestro país, para uso personal o como regalos. La pregunta es
¿para qué? ¿Es que acaso existen en Cuba artículos de tanto valor cuya
compra justifique poder aumentar el poder de compra? Los turistas suelen
comprar artículos de recuerdo, muchas veces de bajo precio. ¿Es que
acaso se está pensando en algún tipo de comercialización ajena al gasto
turístico habitual? Este es otro asunto que plantea no pocas dudas, tal
y como ha sido formulado.

Otra de las propuestas, que se autorice a los aviones cubanos volar a
Estados Unidos y que presten el servicio de transporte de viajeros entre
los dos países no parece muy razonable si se piensa que los precios no
son competitivos y que la oferta potencial está muy limitado, siendo
mucho más interesante, si lo que se quiere son precios bajos, autorizar
compañías competitivas e incluso servicios de vuelo por encargo.

En materia de comercio, proponen que se permita que Cuba importe desde
terceros países productos que contengan más de un 10 % de componentes
norteamericanos. Esta es una cuestión que plantea el problema de la
trazabilidad del destino de esos productos,y la desconfianza hacia la
utilización que pueda hacer de esos productos el régimen castrista a
fines distintos de los previstos. No sería la primera vez. Las
propuestas relativas a laautorización de las exportaciones a Cuba de
otros productos estadounidenses y el permiso a las importaciones en
EE.UU. de servicios o productos cubanos, incluyendo aquellos
manufacturados en terceros países que contienen materias primas cu­banas
como níquel o azúcar, dependerá realmente de las capacidades potenciales
de recursos entre los dos países.

En relación a los servicios de salud no cabe duda que es un sector que
tiene grandes perspectivas de desarrollo. El turismo de salud es uno de
los segmentos de mercado más importantes conforme envejece la población.
Para que los ciudadanos de EE.UU puedan recibir tratamientos médicos en
Cuba, que se permita la exportación de medicinas y equipos médicos que
puedan utilizarse en la producción de productos biotecnológicos cubanos,
que se autoricen las ventas de materias primas que Cuba necesita para
producir medicamentos para la población cubana y para otros países en
desa­rrollo, y se autorice la comercialización en Estados Unidos de
productos de la biotecnología cubana, como el Heberprot- P y el
Nimotuzumab, anticuerpo monoclonal para tratar el cáncer de cabeza y
cuello avanzados, hace falta que en Cuba, igualmente, se den los pasos
necesarios para avanzar en la consolidación de estas actividades.

Y no parece que el régimen quiera asumir su parte del trato. ¿Qué es lo
que se tiene que hacer? Libertad de empresa para los cubanos, capacidad
para crear clínicas médicas como empresas privadas que oferten los
servicios y que puedan establecer acuerdos y convenios con las empresas
sanitarias y de seguros de Estados Unidos y del resto del mundo. ¿No
pretenderá el régimen, a estas alturas de la historia, que las grandes
compañías internacionales del sector médico y biotecnológico, tengan que
hacer negocios con empresas estatales del partido único o monopolios
cuyo único objetivo es la extracción de rentas? Libertad de empresa,
ejercicio libre de profesión y de mercado en la sanidad, y no habrá
inconveniente para que se alcancen estos objetivos.

En el ámbito del sector bancario y financiero, se proponen algunas
modificaciones en varias regulaciones. Se pretende autorizar el uso del
dólar estadounidense en las transacciones internacionales de Cuba, algo
que lleva funcionando en la potente y consolidada economía informal
cubana desde el período especial. Que se permita que lastransacciones se
realicen a través del sistema bancario de Estados Unidos cuando
provengan de operaciones cubanas con terceros países y que se suspenda
lo que califican de "política de persecución financiera contra la Isla".
También se propone la autorización a entidades cubanas (bancos,
empresas, etc.) para abrir cuentas en bancos de Estados Unidos e
instruir a los representantes de Estados Unidos en las instituciones
financieras internacionales que no bloqueen el otorgamiento de créditos
u otras facilidades financieras a Cuba.

Este tipo de medidas tropieza, una vez más, con la situación de la
banca en Cuba, un sector de propiedad estatal, que actúa con prácticas y
modelos de gestión que en nada se corresponden con los que existen en el
resto del mundo. Ni la gente opera con cheques, ni se cobra por
transferencia, ni mucho menos existen cajeros y tarjetas de crédito. Es
una operatoria bancaria más propia de mediados del siglo pasado.

Además, no existe libertad de empresa en el sistema financiero cubano,
ni otras formas alternativas a las estatales, a pesar de la autorización
a las cooperativas a operar. Los cambios que se proponen deben llevar
una contraparte en la liberalización y consolidación de un sistema
bancario privado, en el que los bancos privados cubanos puedan negociar
y establecer convenios con otros internacionales para fomentar el know
how y la transferencia de tecnología. Trasladar las medidas antes
expuestas al actual sistema bancario en Cuba sería un desastre.

Parafraseando a las autoras de este artículo, "el proceso hacia la
normalización de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Cuba
pasa necesariamente por el levantamiento del bloqueo que mantiene el
régimen castrista con la economía y el pueblo cubano. Ese embargo o
bloqueo del poder comunista constituye el mayor obstáculo para el
despliegue de relaciones económicas, comerciales y financieras de Cuba
con Estados Unidos y con cualquier otro país del mundo. Hasta en tanto
ese bloqueo del régimen no desaparezca, lo que supone un giro de 180º en
el actual sistema económico, seguirá existiendo un freno para el
desarrollo de todas las potencialidades de la economía cubana".

Source: Lo que no debe hacer el Presidente Obama (II) - Misceláneas de
Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/54e307363a682e1240ad7e51#.VOMdF_nF9HE

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