sábado, 7 de febrero de 2015

Los agricultores de Estados Unidos presionan para negociar abiertamente con Cuba

Los agricultores de Estados Unidos presionan para negociar abiertamente
con Cuba
RUI FERREIRAE EL MUNDO Miami Actualizado: 04/02/2015 20:43 horas

No solo en Miami empresarios cubanoamericanos están mirando hacia su
isla natal como un escenario de nuevas oportunidades, a la luz del
deshielo entre La Habana y Washington. En la capital estadounidense el
mundo político se pregunta qué hace Cuba comprando leche a Nueva Zelanda.

"Me he enterado que los cubanos están importando leche en polvo desde
Nueva Zelanda, al otro lado del mundo. ¡Increíble!, cuando aquí en
Estados Unidos nos sobra la leche en polvo", ha dicho el senador
demócrata Dick Durbin esta semana en el pleno de la cámara alta. A
Florida le separan de Cuba poco más de 150 kilómetros.

Lo que el senador refleja es la nueva dinámica que se ha introducido en
las relaciones entre los dos países. Una dinámica que se está moviendo
mucho más rápidamente que los contactos diplomáticos entre los dos
países y exige una premura que la diplomacia no despliega.

El 17 de diciembre, ambos gobiernos anunciaron el próximo
reestablecimiento de relaciones diplomáticas a nivel de embajadores,
pero hasta hoy solo hubo un encuentro de dos días el mes pasado en La
Habana y todavía no se ha fijado una fecha para la próxima reunión.

Los granjeros del medio oeste, protagonistas

Pero el sector privado, ávido de ampliar sus conexiones comerciales con
la isla comunista ha empezado a moverse y a presionar a los políticos en
Washington. Los protagonistas son los granjeros del medio oeste, a
brazos con un excedente de producción que no logran enviar ni a China o
Europa. Cuba es, para ellos, un terreno fértil en el cual confían pese
al carácter autoritario de su gobierno, al control estatal de la
economía y la minúscula iniciativa privada promovida por las autoridades
locales que no termina de despegar.

Para ello, los granjeros se han agrupado en la 'Coalición Agrícola por
Cuba', posiblemente el mejor grupo de presión que ha surgido en las
últimas semanas en Estados Unidos para normalizar la relaciones entre
los dos países. Después de todo, desde que el año 2000 el entonces
presidente Bill Clinton incluyó a Cuba en un paquete de ayuda de
emergencia al Caribe devastado por dos huracanes, ellos han negociado
directamente con el régimen de los hermanos Castro y han transformado a
Estados Unidos en el segundo socio comercial de su viejo adversario
caribeño.

Una esperanza para la gente de Cuba

"Acabar con el embargo económico no sólo abre nuevos mercados a la
agricultura estadounidense sino que da una nueva esperanza a la buena
gente de Cuba", enfatiza Roger Johnson, actual profesor universitario y
que al ser comisionado de agricultura del estado de Dakota del Norte la
década pasada, realizó varios viajes a la isla que redundaron en ventas
millonarias de productos agrícolas. Cuando Clinton permitió las ventas
el año 2000 impuso como condición de que se procesaran al contado y,
desde entonces, Cuba ha pagado puntualmente sus compras. Johnson cree
que eso es una credibilidad suficiente para negociar con la isla.

El lunes, el senado comenzó a escuchar opiniones sobre la nueva dinámica
de las relaciones entre los dos países. Las audiencias fueron promovidas
por el senador de origen cubano, Marco Rubio, presidente del subcomité
de relaciones hacia Latinoamérica. Desde el primer momento Rubio impuso
su opinión de que Washington al negociar el deshielo con La Habana
perdió mucho más de lo que obtuvo. Pero en las sesión las opiniones
estuvieron divididas. Incluso dentro de la oposición cubana.

El enfrentamiento fue diáfano. Algunos opositores, como la periodista
independiente Myriam Leiva, llamada a declarar por Rubio que sufragó su
desplazamiento desde La Habana, han resaltado la oportunidad del
restablecimiento de los nexos entre los dos países, aunque con cierta
cautela. "Debemos ver esto como algo que nos puede favorecer (a la
oposición). Pero también hay que escuchar lo que tenemos que decir los
que vivimos dentro de Cuba y no estoy tan segura que vaya a favorecer de
inmediato a la población", ha dicho.

Algunos critican que se deje fuera a la oposición cubana

Pero gente como Rosa María Payá, cuyo padre, el dirigente católico
Osvaldo Payá Sardiñas, falleció en un accidente de coche hace tres años
en circunstancias nunca aclaradas y en el cual estuvo involucrado el
dirigente de Juventudes Populares, Ángel Carromero, se opone. Entre
otras razones porque acusa a Estados Unidos de haber dejado de fuera a
la oposición cubana en sus tratos con La Habana. "No hay respeto por la
autodeterminación de la gente cubana cuando las negociaciones son
secretas entre las élites, o cuando no hay mención alguna a una posible
participación o representación de nuestra propia sociedad", ha afirmado
ante el panel senatorial.

Rubio fue incisivo en su apoyo. "No puede haber comercio con un país que
no respeta los derechos humanos de su gente. Es que no lo podemos
hacer", subrayó, quizá olvidando que la China comunista es el mayor
acreedor de Estados Unidos.

'Tenemos un mercado al alcance de la mano'

Su colega Jeff Flake, un senador de Arizona tan republicano como Rubio,
es más abierto: "Tenemos un mercado al alcance de la mano. Seria tonto
soslayarlo", ha dicho. Flake fue uno de los artífices del deshielo al
arrancar del Gobierno cubano la liberación de Alan Gross, el contratista
estadounidense, de 67 años, condenado a 15 de cárcel por ir a Cuba a
implementar una red de Internet orientada hacia la oposición y fuera del
control del Gobierno local por cuenta de la Agencia de Estados Unidos de
Ayuda al Desarrollo (USAID, por sus siglas en inglés).

En West Palm Beach, al norte de Miami, el agricultor azucarero George
Harrison, uno de los creadores de la 'Coalición Agrícola por Cuba', se
mueve inquieto en la silla de su despacho. "Los cubanos producen azúcar
pero no como antes. Pero la necesitan. El producto está aquí. Que
Washington deje, de una vez, de poner trabas. Vamos a venderle a esa
gente lo que quieren. Sin barreras", dice a ELMUNDO.es.

El fin del embargo necesita el permiso del Congreso

No será fácil. El embargo comercial estadounidense solo puede ser
levantado con un permiso del congreso y, aparentemente, no existe
todavía un consenso allí sobre eso. El martes, la subsecretaria de
Estado, Roberta Jacobson ha admitido que la normalización con La Habana
tardará aún algún tiempo, quizá años, ha dicho. Entre otras razones
porque el historial de respeto por los derechos humanos sigue siendo un
escollo monumental y la administración de Barack Obama se mantiene
inamovible en esa reclamación.

Pero a los empresarios, capitalistas al fin y al cabo, eso es un detalle
de poca monta. Lo refleja el senador Durbin. "Lo que intentamos hacer no
es solamente abrir la economía cubana a nuestra leche en polvo sino al
poder de las ideas, al intercambio de ideas. Desplegar la creencia de
que el pueblo cubano va a ver en nosotros un modelo de futuro y de que
van a terminar girando alrededor de ese modelo", ha puntualizado.

Desde La Habana, por ahora, las señales son tenues. El presidente Raúl
Castro ha dicho que no piensa ceder una ápice de su sistema. Incluso
reclama la devolución de la Base Naval de Guantánamo, al este del país y
bajo administración estadounidense, así como el pago de una
indemnización por los daños provocados por el embargo, dos tópicos que
serán muy difíciles de lograr y que, para los agricultores, tampoco no
son un problema. "He viajado allí tres veces. Me han tratado como un
rey. Ahora debe ser mejor, ¿no?", dice Harrison.

Source: Los agricultores de Estados Unidos presionan para negociar
abiertamente con Cuba | Cuba | EL MUNDO -
http://www.elmundo.es/internacional/2015/02/04/54d2745ae2704e03538b4575.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario