lunes, 23 de marzo de 2015

Mercado de La Cuevita: - un giro de ilegal a reconocida

Mercado de La Cuevita: un giro de ilegal a reconocida
marzo 20, 2015
Regina Cano

HAVANA TIMES — No muy lejos del sitio original de la conocida Feria de
La Cuevita –mercado informal ubicado en el municipio San Miguel del
Padrón-, se inauguró meses atrás un espacio oficial de ventas que
acogería a la gran mayoría de los vendedores que integraron aquella que
se extendía por el interior de algunas calles del barrio del mismo nombre.

La nueva feria –conocida también como Cuevita- está localizada a pocas
cuadras de donde se situaba la anterior, una de las mayores y más
diversa plaza de ventas underground que se han conocido en las
periferias de la capital, después del 1959, cuya existencia y
sostenibilidad está cercana a los 7 años, pues muchos mercados ilegales
proliferan y han proliferado en la Ciudad de la Habana en este tiempo,
los que generalmente desaparecen o subsisten con intermitencia.

Ahora, con la justificada figura del cuentapropista se ha abierto una
brecha de licitud a aquellos que poseyendo en este momento una Licencia
de Venta –con su contribución incluida- han sido agrupados en un área
abierta y cercada, facilitada por la oficialidad, y donde se vende todo
aquello de origen explicable, desde el reciclar y remezclar materias
diversas a partir del plástico, el vidrio y ciertos metales que admiten
rearmar nuevos productos artesanales o criollos*, como por aquí se les
llaman.

Y es que cuando un capitalino siente que disminuye el nivel de artículos
necesarios -lo mismo de uso personal como doméstico- y que no puede
renovar por tener un salario bajo o por la ausencia de estos medios en
las redes comerciales –estatales o privadas- el pensamiento le lleva,
inevitablemente, a proyectar su próximo viaje a la Cuevita.

Una reciente visita al lugar hizo que me actualizara al respecto, pues
lo primero a notar es que a pesar de la intención gubernamental por
hacer desaparecer la parte informal de esta, la gente que la sostiene
logra asombrosamente meterle con fuerza a la búsqueda de sus frijoles*,
con la intención de lograrlo a toda costa.

Esta área de comercio ilegal comenzaba en un callejón de casas
construidas con la diversidad fascinante de la carencia y se expandía a
una calle aledaña por la cual continuaba hasta lo que en principio fue
un asentamiento, y que aún hoy sigue propagándose en dirección al
afluente de un río que lo limita por la parte posterior.

Anteriormente el mercado que existía tenía su evidente fuente en mini
industrias clandestinas, productos comprados fuera de Cuba y de
sustracciones del ámbito oficial, -con algunos puntos coincidentes en el
abastecimiento de la actual feria- y donde usted podía encontrar hasta
"caja de muerto" -en el buen decir del cubano.

Malas lenguas aseguran que los artículos plásticos de colores raros y
tendientes a feos, provienen del reciclar los tachos de basura que
desaparecen de cada esquina habanera.

Y gentes! Contrariamente a lo que pudiera pensarse al respecto de los
riesgos de comprar "cosas" sin saber el origen o nivel de daño por
usarlos -pues en Cuba no se puede llegar a saber al 100 % cuánto te
dañan o no ciertas cosas que compramos con frecuencia para nuestro uso-
la gente se lleva a la familia de compras en busca de un precio que haga
rendir sus ingresos lo más que este dé, como puede suceder en otros
sitios del mundo, pues la pobreza siempre ha tenido la cara despintada.

Allí llueven los operativos policiales o existe guardia o recorrido
perenne de inspectores y policías, lo que a pesar de contribuir a uno de
los renglones económicos del Estado por concepto de multas y las
confiscaciones materiales, así como a aumentar los pobladores pendientes
de ser juzgados por la ley o los recluidos por delinquir, la Feria
siempre renace, a veces en segundos, otras en horas, como el Ave Fénix.
—–

Notas:

Criollo(a): Cuando en el mercado actual se habla de una confección
criolla se alude a aquello producido de manera artesanal fuera de las
producciones industriales, oficiales y muchas veces ilegal. Durante la
colonización española surgió el término, que solo incluía a lo realizado
dentro de la nación.

Frijoles: "Buscarse los frijoles": Formación verbal que alude, desde
unos cuantos años acá, a la búsqueda del sostén -a la comida.

Source: Mercado de La Cuevita: un giro de ilegal a reconocida - Havana
Times en español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=104673

No hay comentarios:

Publicar un comentario