jueves, 9 de abril de 2015

La vivienda de lujo en Cuba - especulación y derechos de propiedad

La vivienda de lujo en Cuba: especulación y derechos de propiedad
[08-04-2015 17:18:35]
Elías Amor
Economista

(www.miscelaneasdecuba.net).- La disposición, por parte del presidente
de Estados Unidos para retirar a Cuba de la lista de países
patrocinadoras del terrorismo y abrir una embajada con el objeto de
tener contactos más regulares y de consultar sobre muchos asuntos con
intereses comunes, ha situado en las portadas de los principales diarios
y medios de comunicación la cuestión de la venta de propiedades, sobre
todo señoriales.
El anuncio de la venta de un ático en Cuba por 1 millón de euros ha
despertado una gran curiosidad. El ático en cuestión tiene amplia
terraza, suelos de mármol y espectaculares vistas al mar. Sin duda, muy
caro para un país comunista en el que el salario medio apenas alcanza 20
dolares mensuales. Lo que está claro es que la infraestructura de
vivienda de Cuba se vende al mundo y a precios internacionales. Así lo
ha señalado quién afirma ser el dueño de este ático, John Jefferis, un
hotelero de las islas Bermudas.

Muchas de estas viviendas señoriales pertenecen a la etapa anterior a
1959. Fueron construidas en las décadas de los años 30, 40 y 50 durante
el boom de la economía cubana y de sus clases medias y profesionales.
Otras, incluso, son anteriores, y pertenecen a las explotaciones
señoriales de la época colonial. En su mayoría, estas viviendas
pertenecieron a familias y empresas que sufrieron las expropiaciones sin
indemnización, que el régimen castrista aplicó durante los primeros años
de su andadura. En cualquier caso, en derecho internacional, estas
mansiones y sus terrenos tienen unos legítimos dueños y, en su caso,
herederos, que tendrán que ser debidamente compensados. El problema que
se plantea es que cualquier transacción realizada sobre estos inmuebles
condiciona al comprador y vendedor, si no se tiene acceso a la escritura
original de propiedad y los legítimos titulares del derecho de propiedad
confiscado.

La facilidad con la que el régimen quiere lanzar este proceso de venta
de viviendas ha llevado a algunos analistas a pensar en las enormes
posibilidades que se abren para que Cuba experimente una auténtica
revolución inmobiliaria asociada al sector del lujo.

En la Isla, el mercado negro ha sido el espacio en que se han
formalizado numerosas transacciones, casi siempre a precios muy bajos,
entre 10.000 y 12.000 dólares, y en condiciones oscuras y poco
transparentes, dado que se estaban realizando transacciones sobre
activos que, en muchos casos, eran titularidad del estado castrista.
Desde las recientes reformas a la compra venta de viviendas introducidas
por Raúl Castro, muchas operaciones realizadas han observado alzas de
precios hasta los 60.000 CUC (unos 65.000 dólares) en las zonas de nivel
medio alto, como El Vedado de La Habana.

Con un nivel adquisitivo muy bajo, la posibilidad de la población cubana
para acceder a estos activos depende de la ayuda exterior. Si las normas
anunciadas por Obama se llevan a término, las familias residentes en
Estados Unidos podrán mandar 2.000 dólares a Cuba cada tres meses. Una
cantidad que permite el acceso a este tipo de activos.

Los residentes en el exterior, cubanos, han provocado la aparición
de dos segmentos de mercado cuyas posibilidades de crecimiento son muy
destacadas.

El primero, está integrado por quienes compran una vivienda para pasar
los últimos años de vida, después del retiro, en su lugar de origen.Una
opción legítima que abre posibilidades de desarrollo para la
construcción, con su impacto en términos de empleo, sueldos y beneficios.

El segundo segmento de mercado se ha dirigido a la compra de viviendas
para destinarlas al alquiler a extranjeros, tras las últimas reformas
legales del régimen. Este segmento está orientado claramente al negocio,
y los analistas piensan que muchos pequeños hoteles y casas
rurales pueden surgir conforme los residentes en el exterior observen
que estas actividades se benefician del aumento que se espera de
turistas, sobre todo de EEUU.

Los cubanos que están participando de esta ola expansiva asociada al
sector vivienda, presentan un nivel de vida más elevado que la media.
Las desigualdades económicas están apareciendo a gran velocidad
cuestionando la ideología central del régimen, cada vez más distante de
los principios revolucionarios.

Por otra parte, no conviene olvidar que hasta la fecha, los extranjeros
tienen muy limitada la adquisición de viviendas en suelo cubano salvo
casos muy concretos. El régimen tendrá que afrontar una revisión de esta
política cuanto antes, pero no parece que exista interés en las
autoridades para hacerlo.

Finalmente, la apertura diplomática entre Washington y La Habana está
provocando muchas especulaciones sobre lo que podría ocurrir si los
estadounidenses compran legalmente propiedades en Cuba. Por ahora, el
embargo económico permanece vigente: los estadounidenses no pueden
comprar propiedades en Cuba ni viajar como turistas. Esto no impide que
algunos usen resquicios del sistema para hacerse con inmuebles. Es
arriesgado.

La legalidad de las transacciones, sobre todo, las que se realicen con
viviendas cuyos legítimos propietarios son ciudadanos de Estados Unidos
o cubanos de esa nacionalidad, sigue siendo una cuestión pendiente de
las compensaciones por las expropiaciones. El mercado está ahí, pero su
desarrollo y extensión exige que el régimen castrista cumpla con el
derecho internacional y asuma su responsabilidad. Es de justicia.

Source: La vivienda de lujo en Cuba: especulación y derechos de
propiedad - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/552546cb3a682e0704ba9db3#.VSZ8VfmUc3Q

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