sábado, 23 de mayo de 2015

No todos los cubanos se atreven a comprar

No todos los cubanos se atreven a comprar
Resulta patético que el salario promedio, que según informaciones
oficiales pasó de 20 a 23 cuc (pesos convertibles) al mes, unos 28
dólares, se evapore con un par de visitas al agro
sábado, mayo 23, 2015 | Jorge Olivera Castillo

LA HABANA, Cuba (Cuba Sindical) -El agromercado es una de las rendijas
para ver el presente entre las mismas sombras y el futuro con la
incertidumbre en primer plano.

No es necesario abrumarse con las estadísticas en la búsqueda de la
verdad sobre la economía cubana. Da lo mismo que los reportes provengan
de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) o de alguna de las
entidades que en la Isla se encargan de colgarle nuevos oropeles al
triunfalismo.

Una ojeada por las estanterías de cada uno de los mercados de productos
agropecuarios que funcionan dentro de los predios capitalinos, es
suficiente para saber que las tímidas reformas económicas tienen el
fracaso como único destino.

Los precios no bajan y la calidad de las ofertas sigue cuesta abajo.

Resulta patético que el salario promedio, que según informaciones
oficiales pasó de 20 a 23 cuc (pesos convertibles) al mes, unos 28
dólares, se evapore con un par de visitas al agro.

Cubrir las demandas alimentarias en este período es una tarea de
titanes, sobre todo si no llegan remesas de amigos o familiares desde el
exterior.

A modo de ejemplo, traigo a colación el precio a desembolsar por una
libra de tomate. Pagar 10 pesos no convertibles (alrededor de 0.60
centavos dólar) por la cantidad citada de la hortaliza es un desafío
para cualquier trabajador cubano que no tenga la destreza para
interactuar en el mercado negro o como dije con anterioridad carezca de
una mano tendida allende los mares.

Si el costo de este producto es extremadamente alto, los de la carne de
cerdo y de cordero, que son las que se venden en esos locales, vienen a
ser como portazos en las narices. Una mayoría tiene que conformarse con
mirar de soslayo o comprar una modesta porción que a menudo desemboca en
una guerra familiar a la hora de repartirla en el almuerzo o en la cena.

Las dificultades para alimentarse como Dios manda, obliga a desconfiar
de la retórica de los funcionarios que insisten en tapar el sol con un dedo.

Sencillamente la inflación y los sueldos de miseria son realidades
enquistadas en nuestra cotidianidad. En vez de profundizar en los
cambios estructurales para salir del estancamiento se recurre, como se
ha hecho costumbre, a los cantos de sirena.

El sempiterno reciclaje de promesas y sobrecumplimientos, a la postre
ficticios, ofrecen a estas alturas de la historia nacional, una
espléndida lección de lo que es la irresponsabilidad de una casta de
poder que no escatima en recursos para proteger sus intereses.

Si no son capaces de crear las condiciones para que bajen los precios de
los productos agropecuarios, deberían tener el coraje de ceder sus
espacios a personas más capaces y verdaderamente interesadas en
encontrar las claves para refundar la nación sobre bases más racionales.

Es evidente su insistencia en hacer su voluntad. El sometimiento del
pueblo a los dictados del Partido Comunista es uno de los fundamentos
principales en el actual esquema de dominación y por supuesto el hambre
también.

No todos los cubanos se atreven a comprar una libra de tomates.

oliverajorge75@yahoo.com

Source: No todos los cubanos se atreven a comprar | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/no-todos-los-cubanos-se-atreven-a-comprar/

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