martes, 7 de julio de 2015

Colaboración o comercio?

¿Colaboración o comercio?
HILDEBRANDO CHAVIANO MONTES | La Habana | 7 Jul 2015 - 7:59 am.

Históricos socios del Gobierno cubano empiezan a velar por sus intereses
financieros ante la nueva relación entre La Habana y Washington.

Se aprecia cierta prisa entre algunos socios históricos del Gobierno
cubano que, si bien en apariencias son excelentes compañeros de viaje,
en la cruel realidad de los ineludibles intereses comerciales y
financieros, no lo son tanto. La normalización de relaciones entre los
gobiernos de Cuba y Estados Unidos parece ser la causa del nerviosismo.

Y no es para menos. Existen razones suficientes para creer que en la
competencia por los favores comerciales de Cuba, al final, por múltiples
causas, se impondrá el vecino del norte y todos los demás quedarán con
las manos llenas de contratos incumplidos, deudas por cobrar y otras
lindezas típicas del Gobierno de La Habana, que busca con desespero un
crecimiento económico hasta ahora inalcanzable.

En Hanoi, Vietnam, se reúnen una delegación cubana encabezada por
Aurelio Mollineda, director general del Grupo Empresarial del Comercio
Exterior (Gecomex), y empresarios vietnamitas. El objetivo de las
reuniones sería "revisar la marcha de los vínculos bilaterales y
explorar otras potencialidades mutuamente beneficiosas", o sea, tú ganas
y yo gano.

Mientras según el diario Granma la parte cubana se interesó en
identificar proveedores de maquinarias, fertilizantes y
electrodomésticos, los representantes vietnamitas se interesaron en
conocer sobre los trámites aduaneros, aranceles, formas de pago y
certificaciones para la exportación de productos agrícolas. Es decir,
los empresarios vietnamitas se preocupan más por las condiciones legales
y éticas que rodean las transacciones, que por el poco de azúcar, miel
de abejas, carbón vegetal y cacao que Cuba pueda venderles.

Esta insistencia de la parte vietnamita sobre trámites aduaneros,
aranceles y formas de pago, no refleja más que la desconfianza
generalizada hacia el Gobierno cubano y sus métodos de ganar siempre a
toda costa sin que le importe multar a inversores extranjeros o
suministradores y llegado el caso, caer en mora sin pudor alguno.

Dado que los actuales socios comerciales de Cuba y antiguos camaradas de
armas, ven en el noviazgo Cuba-EEUU una posibilidad de ser relegados sin
contemplaciones, optan por dejar las cosas claras en el terreno que más
les interesa, el monetario.

Otro tanto parece estarle ocurriendo a los hermanos bolivarianos que,
bajo el retruécano de "reimpulsar la colaboración desde la eficiencia",
comienzan a recoger cordel y cortar la tubería de dólares que de forma
festinada les suministraban a los hermanos Castro, a cambio de artistas,
maestros, entrenadores, constructores, oficiales del DSE, paramilitares
y otros innecesarios, absurdos y hasta ridículos colaboradores. Al
parecer solo los médicos y tal vez los encargados de controlar el
sistema electoral venezolano serán mantenidos allá.

Este acuerdo de hace tres lustros, llamado Convenio Integral de
Cooperación, permitió, parodiando al señor embajador de Cuba en
Venezuela, Rogelio Polanco, demostrar la capacidad que pueden tener dos
líderes totalitarios para despilfarrar los recursos humanos, materiales
y financieros de sus naciones en función del populismo y la corrupción,
dando por resultado la ruina de sus pueblos.

Han sido quince años de borrachera ideológica que solo sirvieron para
que Fidel Castro viviera la ilusión de la expansión del socialismo en
América, y Venezuela se convirtiera en el país de más alta tasa de
inflación en el Continente, con los mercados desabastecidos y el único
del área que muestra un decrecimiento de su Producto Interno Bruto.

Está muy bien lo de la solidaridad y otros mimos, pero en tanto se
protegen a sí mismos, los amigos le envían al gobernante cubano un
mensaje claro: es hora de hacerse responsable de su propio futuro sin
apelar a la cooperación y a la solidaridad como sustitutos de la
eficiencia. Si el destino de Cuba pasa necesariamente por convertirse de
un sistema totalitario ineficiente y represivo en una democracia de
economía desarrollada, qué se le va a hacer, nada es eterno en este
mundo, ni siquiera las tiranías más recalcitrantes.

Source: ¿Colaboración o comercio? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1436168552_15539.html

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