lunes, 28 de septiembre de 2015

Comunismo y desarrollo, ¿compatibles?

Comunismo y desarrollo, ¿compatibles?
HILDEBRANDO CHAVIANO MONTES | La Habana | 28 Sep 2015 - 10:41 am.

Sin cambios hacia la economía de mercado y la democracia, de nada valdrá
el levantamiento del embargo ni las inversiones extranjeras.

El Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba arrojó como resultado
313 acuerdos derivados de la discusión y análisis de los errores
cometidos durante medio siglo de "revolución" socialista. Esta
revolución quedó sujeta desde muy temprano a las decisiones de una sola
persona, secundada por un grupo de allegados incapaces de permitirse
cuestionamientos o críticas a la sabia dirección del máximo líder. Si
alguno se atrevía, en un repentino arranque de sentido común, el castigo
no se hacía esperar.

Decenas de años mamando de las ubres de la URSS, no trajeron desarrollo
alguno para Cuba, porque es bien sabido por marxistas y no marxistas,
que la productividad, base del desarrollo de cualquier país, es un
factor interno que depende de la existencia de un ambiente de
institucionalidad y respeto a la propiedad privada; de ahí la propaganda
del Gobierno cubano sobre las garantías que se ofrecen a los inversores
extranjeros.

No obstante todas las evidencias sobre la incapacidad del sistema
económico estatal-planificado para producir riquezas, y la ineptitud
escandalosa de los dirigentes, el canciller cubano afirma que el
"bloqueo" es el obstáculo principal para nuestro desarrollo (sic).

Dado el supuesto de que los Estados Unidos no hubieran suspendido el
comercio con Cuba y los préstamos e inversiones capitalistas se hubieran
mantenido sin interrupción durante todos estos años, de seguro que la
deuda pública de Grecia parecería juego de niños comparada con la deuda
que tendría el Estado cubano con los bancos y empresas norteamericanas,
el FMI y el Banco Mundial; el dinero se habría dilapidado en planes
utópicos y programas absurdos, los viajes de placer de la familia real
por el Mediterráneo no serían un caso aislado, y el pueblo seguiría con
una libreta de racionamiento que lo único que garantiza es la
distribución equitativa de la miseria.

En realidad, el principal obstáculo para el desarrollo de Cuba es el
incumplimiento de los Lineamientos del VI Congreso, los que de hecho han
sido superados en importancia y vigencia por la vida misma. Son
obstáculos las leyes que garantizan el monopolio estatal sobre los
recursos, la producción y comercialización. Es un obstáculo que las
otrora odiadas transnacionales capitalistas sean las únicas convidadas a
la fiesta de la nueva Cuba y que los nativos deban conformarse con el
papel de espectadores o esclavos asalariados.

En la tragicomedia que se ha convertido la nación cubana, no hay que
buscar el culpable fuera de nuestras fronteras, las decisiones buenas o
malas las tomó un solo hombre y aun hoy la inercia impide que nadie diga
nada si no goza de la aprobación del de arriba, lo cual no obsta que en
el ínterin metan las manos, que no los pies porque desde bien temprano
el Comandante se los advirtió.

La falta de libertades afecta incluso a los dirigentes, por muy
revolucionarios que se crean. El miedo les congela la iniciativa y
prefieren fingir que arriesgar, aunque despotriquen en secreto contra
sus líderes.

Esas son las verdaderas razones de que Cuba no se desarrolle y eso no se
logrará mientras no cambie todo lo que tiene que cambiar, empezando por
la mentalidad oscurantista. Sin cambios hacia la economía de mercado y
la democracia de nada valdrá el levantamiento del embargo ni las
inversiones extranjeras ni el hallazgo de petróleo en la Loma de Jesús
del Monte.

Source: Comunismo y desarrollo, ¿compatibles? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1442619720_17011.html

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