miércoles, 7 de octubre de 2015

Colas, maltratos y altos precios

Colas, maltratos y altos precios
Al régimen esto no le preocupa, porque así la gente está entretenida en
hacer negocios ilícitos
miércoles, octubre 7, 2015 | Martha Beatriz Roque Cabello

LA HABANA, cuba.- Si se tuvieran en cuenta las técnicas comerciales en
los establecimientos de venta y servicios estatales, no se percibiría en
los clientes la frustración al tener que adquirir algo en una de estas
unidades. La indisciplina que se ha enraizado en el cubano, se
manifiesta en cualquier dependencia.

Aunque el cliente se supone sea la principal fuente de ingresos de las
tiendas, la opinión favorable o desfavorable, su fidelidad por el
establecimiento, las quejas o reclamaciones, todo lo que afecta la razón
del negocio, no le interesa al vendedor y por ende tampoco a la
dirección de la empresa.

Las relación entre el comprador y el vendedor deben estar basadas en las
relaciones humanas y en la definición racional del servicio. Pero, de
forma desafortunada, en muchas ocasiones usted va a comprar algo y el
vendedor no conoce el producto que comercializa y no le puede dar
referencia al cliente. Si usted es un cliente dubitativo o meticuloso no
obtendrá la atención eficaz que espera, sino la displicencia del vendedor.

En las tiendas no se negocia con el cliente, sino que se le imponen
condiciones. No importa el nivel de satisfacción o insatisfacción, de
todas formas no existe la competencia, todo es del Estado ineficiente.
El desarrollo de la pequeña empresa privada sería sin lugar a dudas una
competencia en la que el oficialismo saldría perdiendo.

A pesar de que existe una política de precios, regida a nivel
ministerial, el mismo producto en distintas tiendas puede costar
diferente, porque no hay quien cuide del consumidor; que nunca tiene en
donde reclamar. Incluso, se puede constatar que en una tienda por
departamentos, como por ejemplo Carlos III, hay mercancías iguales en
diferentes pisos, con precios discordantes.

En estos momentos, aunque el desabastecimiento es general en todas las
tiendas del país, hay algo adicional que molesta al consumidor y al
trabajador: la falta de aire acondicionado. Algunos establecimientos
tienen que cerrar con anticipación a los horarios que los rigen, porque
es muy difícil para los dependientes permanecer todo el tiempo con el
calor que existe dentro de la tienda.

Pero también hay otros problemas de servicios, producto de la desidia
gerencial, como es el hecho de que las cajas para el cobro estén rotas.
Algunas tiendas que tienen bastantes clientes por su posición
geográfica, como 5ta y 42 en Miramar, cuando despachan, en ciertos
departamentos recurren al ya anticuado sistema de extender un vale; lo
que alarga la permanencia del cliente frente al mostrador.

Otro aspecto negativo es la visión del comercio que pueda tener el
cliente. Algunos establecimientos muy visitados y con fama entre los
cubanos utilizan sus espacios de venta como almacenes. Aunque sus
vidrieras estén vacías, se hace incómodo caminar entre la mercancía
acomodada, donde se supone que haya espacio para que, los que acuden al
lugar, transiten.

En Galerías Paseo, a la izquierda de la rampa que sube al primer piso,
siempre se encuentran cajas con mercancías, en vez de las acostumbradas
vidrieras que se supone anuncien los artículos que allí se venden. Igual
sucede en Trasval, La Época, La Puntilla, Carlos III y otras.

Se debe señalar que también hay daños colaterales por el mal uso de las
técnicas comerciales. La falta de abastecimiento hace que algunas
personas acaparen los productos. Todo el mundo quiere buscarse la vida,
resolver el día a día.

En los barrios, los revendedores se ponen de acuerdo con los bodegueros
y compran todos los fósforos (algo que ya casi ni se usa en algunos
países) que reciben las unidades. Compran a 1 peso la caja; con
posterioridad las venden a 2. Igual ocurre con la sal, los tabacos, etc.
Mientras mayor sea el precio del producto más ganancia deja.

Si usted quiere comprarle un refresco de 50 centavos CUC (peso
convertible) a un niño, tiene que pagarlo más caro a los particulares,
porque en las tiendas de divisas conocidas como "shoppings" no se
encuentran. Igual pasa por ejemplo con la malta.

Al no existir abastecimiento "al por mayor" los cuentapropistas hacen
sus compras en la red minoristas y "acaban" con todo. Después el pueblo,
que siempre resulta el afectado, tiene que pagar de más por estos
productos en el mercado negro.

Un ejemplo vivido, fue lo sucedido en la tienda situada en las calles
3ra. y 70 en Miramar, que después de muchos días de desabastecimiento en
el área de cárnicos, fue suministrada carne de res para la venta. Se
formó la consabida cola, pero por una esquina despachaban a los dueños
de paladares –sin formar parte de la línea de espera- bolsas llenas de
filetes, palomilla, cañada, riñonada, bolas de carne de asar e incluso
picadillo, pagadas con rollos de billetes CUC, sin siquiera
retractilarlos ni ponerles la etiqueta con el precio.

Cuando le tocó a la quinta persona de la cola, ya se había acabado el
filete. Una mujer joven le suplicó al dependiente, pues lo quería para
su niño de 3 años enfermo; pero fue inútil, la relación
capital-necesidad que se forma entre los dueños de paladares y los
dependientes pudo más que la enfermedad del niño. A pesar de que un
kilogramo de filete vale unos 15 CUC, de nada le sirvió a la novata
madre tener el dinero para adquirirlo.

¿Cuántas personas hay implicadas en esa cadena? Al régimen esto no le
preocupa, porque así la gente está entretenida en hacer negocios
ilícitos, preocupada porque no los arresten o les pongan una multa y no
piensan en política, ni en las necesidades que tienen desde el punto de
vista social y mucho menos en sus libertades y derechos humanos.

Enfadar a las personas, ponerlas de mal humor y recelosas, enfrentarlas,
en fin, cabrearlas, es algo que se usa como parte de la política
comercial del Estado, porque es imposible que existiendo ministerios,
empresas y una cantidad de personal burocrático creado para controlar,
sea imposible poner fin a algo que está haciendo daño socialmente. La
única explicación que existe para los que analizan lo que sucede en
Cuba, es que estos pequeños detalles son los que han ayudado durante 56
años a mantener en el poder a un régimen, al que solo le interesa el
control y no el bienestar del pueblo.

Source: Colas, maltratos y altos precios | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/colas-maltratos-y-altos-precios/

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