miércoles, 25 de mayo de 2016

Los gimnasios ganan terreno entre los negocios de cuentapropistas

Los gimnasios ganan terreno entre los negocios de cuentapropistas
AGENCIAS | La Habana | 24 Mayo 2016 - 7:19 pm.

Armando Yera nunca logró que sus grandes músculos fueran tomados en
serio por las autoridades de la Isla. Aun así, hoy es el responsable de
los cambios más drásticos de los que se habla en La Habana.

De ojos claros y estatura media, Yera no es político ni guía espiritual,
sino el fisiculturista a quien cada vez acuden más los cubanos en busca
de transformaciones, según informa la AFP.

Gracias a él, Lídisy de la Rosa ya ni se reconoce en fotos viejas. De 31
años, esta cuentapropista perdió los 43 kilos de más que la obligaban a
usar holgadas batas y le impedían quedarse embarazada.

Y Sian Chiong, de 21 años, le atribuye al fisiculturista de La Habana
parte de su éxito entre las adolescentes que desmayan con sus brazos y
abdomen tonificados.

El pueblo cubano "se ha convertido en un consumidor de imagen y música
al mismo tiempo", justifica Chiong, líder de la banda de pop Ángeles.

Tanto él como De la Rosa van al gimnasio que tiene Yera, un lugar para
"sentirse y lucir bien". Nada extraordinario de no ser porque por años
el cultivo de la imagen fue despreciado socialmente en la Isla por su
origen "burgués".

De hecho, ser propietario, y de más de un gimnasio en un país donde el
Estado acepta, de a poco, la propiedad privada y la inversión
extranjera, resulta novedoso.

"Es la moda de lucir bien que ha llegado un poco tarde aquí, producto de
que nunca te dejaron ver la realidad de lo que es el trabajo en
gimnasio. Y también de la negación del fisiculturismo", sostiene Yera en
declaraciones a la agencia francesa.

Músculos sospechosos

Su gimnasio de dos plantas y con espejos en las paredes está en Centro
Habana. A la entrada hay un cartel con fotos del antes y después de sus
clientes, y dentro, otro aviso a todo color con la sugestiva frase "esto
aumentará tu oportunidad de ser exitoso".

"Ahora a trabajar brazos", dice uno de los tres entrenadores del lugar y
dirige la mirada hacia un banco de musculación con la cubierta roída y
una polea enmendada con ingenio.

A simple vista los gimnasios se han multiplicado en La Habana. Hasta
2010 había 18 estatales —en condiciones "deplorables" según Yera—, y la
prensa oficial calculaba que otros 82 funcionaban sin licencia.

No hay datos actualizados, pero Yera ilustra la tendencia al alza: de 20
clientes que tenía cuando arrancó su negocio hace 16 años, pasó a tener
80, quienes en su mayoría pagan al mes 30 dólares (más que los 25
dólares de ingreso mensual promedio en la Isla).

Yera, un exfuncionario aduanero de 56 años, transformó su cuerpo en
músculos y más músculos, y lo hizo con equipos rudimentarios y sorteando
problemas para cumplir con una dieta rica en proteínas.

Antes de retirarse ganó cuatro campeonatos que las autoridades no
reconocen oficialmente. En la Isla el fisiculturismo no está prohibido,
pero tampoco patrocinado.

"Muchas veces trataron de presionar a los directores de los teatros para
que no hicieran" allí los torneos, recuerda.

Detrás de esa resistencia —asegura— está el prejuicio que vincula el
fisiculturismo con los esteroides y el narcisismo.

Pero fueron los medios estatales los que paradójicamente le dieron el
impulso a su negocio. Invitado a un programa de televisión para hablar
de salud, Yera se presentó con una de las mujeres que ayudó a
"transformar", y con la foto del "antes y después".

Al poco tiempo empezó a ver a una clientela de famosos que querían lucir
bien. Hoy —remarca Yera— "entreno a la mayoría de conductores de los
programas de TV. Ellos mismos están bajo presión de estar en forma".

Incluso ahora divulga sus consejos a través de los medios que controla
el Estado, el mismo que despreció sus músculos.

Más que salud

Dayron Delgado, de 30 años, también cultiva su cuerpo a nivel
competitivo y compensa la falta de patrocinio estatal, impartiendo
clases en el gimnasio junto a Yera.

"La gente se preocupa más por acudir al gimnasio por una cuestión
estética, que por la misma salud", señala este fisiculturista.

Cuba no es ajena al problema mundial de sobrepeso. Un 44,3% de sus 11
millones de habitantes está con kilos de más o sufre obesidad, pero los
que más acuden a los gimnasios son los jóvenes saludables que "buscan un
patrón: el cuerpo en forma", según Delgado.

Así lo corrobora Chiong, el intérprete de pop. La "manera en la que
piensa el mundo entero ha infectado un poco a Cuba", pero a los "que
están arriba (en el poder) les cuesta trabajo" asimilarlo, comenta
mientras regresa a su rutina de pesas y abdominales.

Source: Los gimnasios ganan terreno entre los negocios de
cuentapropistas | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1464110377_22599.html

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