jueves, 25 de agosto de 2016

El re-aburguesamiento del Vedado

El re-aburguesamiento del Vedado
agosto 23, 2016 4:25 pm

El Vedado, La Habana, Aleaga Pesant, (PD) Grandes sortijas de oro en los
dedos de las manos, más un sinfín de collares del mismo metal que
pudieran degollarla o electrocutarla, según el caso, contrastaban con su
negra piel. Con su bello rostro, topado por el pelo lacio a fuerza de
keratina y su short, de donde despuntaban los cachetes de las nalgas con
cierto tatuaje, dirigía, con acento rural en la voz, la cuadrilla de
operarios que desmontaban de un camión los muebles que vestirían su
nuevo apartamento de planta horizontal, en uno de los altos edificios
con vista al mar de la Calle Primera.

No es una excepción. Los nuevos ricos, al calor de las reformas
económicas de la dictadura militar comunista, compran apartamentos en El
Vedado, definido como el barrio más importante del país. Es como la
capital de la capital.

El Vedado se caracterizó por ser un modelo de desarrollo urbano durante
la Republica (1902-1958), por la combinación armoniosa de calles y
avenidas pobladas de árboles, portales y casa señoriales de los más
variados estilos donde predomina el eclecticismo. Su evolución durante
los años 40 y 50 del siglo XX, lo llevó a combinar edificios,
restaurantes, cines, escuelas, instituciones públicas y hospitalarias
que completaron su trama urbana, y al que agregaron el encanto de
paseos, parques y calles arboladas con hermosos monumentos a patriotas y
personalidades, y monumentales residencias.

La primera regla del restaurador es no tocar nada, pues cambiaría la
esencia y visión de la época, según la Doctora en Artes, Concepción
Otero Naranjo.

Pero parafraseando el título de la pieza de Moliére, casi nunca el
burgués es gentilhombre. Eso sucede con los nuevos ricos, compuestos por
jineteras, pingueros, choferes o porteros de embajada, que invaden El
Vedado. Lo primero que hace la horda de recién llegados, es desmantelar
paredes y pisos destruyendo obras que durante medio siglo mantuvieron la
belleza y el confort, a pesar del abandono.

Los remodelamientos que sufren ahora mismo los edificios del Vedado
están cargados del mismo mal gusto e inseguridad que trasmiten los
excesos de cadenas y prendas de oro de quienes las portan.

Esas joyas y nuevas propiedades que dejaron de ser lo que eran para
convertirse en símbolo de pobreza ética y estética, comenzaron a
preocupar a los vecinos.

Ante el esfuerzo constructivo del Contingente Tío Rico McPato (Scrooge
McDuck), de nuevos ricos que invade la zona, las autoridades no pueden
hacer nada, pues como dice el refrán, "con dinero, baila el mono". Y de
la corrupción no hablaremos en este artículo, pues no es el tema.

Hace cincuenta y tantos años la media burguesía alta republicana vio
intervenidas sus propiedades y los revolucionarios se apoderaron por la
fuerza de los apartamentos y residencias del Vedado. Los antiguos
rebeldes de verdeolivos se fueron reciclando en funcionarios…, y
funcionarios…, y funcionarios, beneficiados por su participación en las
estructuras del poder.

En el reaburguesamiento del Vedado ganan espacios los restaurantes,
cafeterías, clubes y bares, peluquerías y spas. Dan una nueva y
revitalizada imagen al barrio, lo que no implica que se componga la
urbanística (calles, aceras, sistemas de aguas, electricidad, telefonía
o gas), o el sistema de transporte mejore o diversifique. Aunque en
honor a la verdad, el transporte en el Vedado es más fluido y con
mejores y más modernos autos que en el resto de la ciudad, por ser sitio
de paso entre el este y el oeste, y porque también los hijos de
"Monsieur Jourdain" compran los mejores almendrones que circulan por la
ciudad, a precios más altos que un moderno Masserati.

Lo llamativo de este proceso es que si bien la población original es
desplazada por otra de mayor nivel adquisitivo, eso no implica que se
esté dando un proceso de transformación urbana, que enriquezca el
territorio con nuevos edificios, casas, escuelas, clínicas, avenidas o
soluciones urbanas. La invasión no tiene ni la capacidad ni el interés
de desarrollar un hábitat más sólido, por lo que solo piensa en sus
casas dormitorios como ridículos bunkers de paso.
aleagapesant@nauta.com; Aleaga Pesant

Source: El re-aburguesamiento del Vedado | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/el-re-aburguesamiento-del-vedado/

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