martes, 13 de septiembre de 2016

Cuba, el reinicio de los vuelos, por Dimas Castellanos

Cuba, el reinicio de los vuelos, por Dimas Castellanos
"El restablecimiento de los vuelos debe servir para devolver a los
cubanos los derechos y libertades secuestrados".
Dimas Castellanos
Periodista cubano en exclusiva para El Comercio

Con el aterrizaje en Santa Clara de una aeronave Airbus A-320 procedente
del aeropuerto de Fort Lauderdale, el pasado 31 de agosto la compañía
JetBlue reinició los vuelos comerciales entre Cuba y Estados Unidos, que
fueron suspendidos en 1963.

Como complemento de los permisos generales de viaje, el aumento de las
remesas, el mayor acceso a las comunicaciones y la llegada de cruceros y
hoteles a cargo de empresas norteamericanas, el Departamento de
Transporte estadounidense aprobó la realización de 110 vuelos a Cuba. De
ellos, además de JetBlue, American Airlines semanalmente realizará 56 a
Cienfuegos, Camagüey, Holguín, Santa Clara y Varadero. Y a fin de año lo
harán otras compañías como Frontier, Silver Airways, Southwest Airlines
y Sun Country Airlines.

Sin embargo, no todo es positivo. El reinicio de los vuelos tiene dos
caras: una buena y otra mala.

La buena es que son un efecto del restablecimiento de las relaciones
diplomáticas entre los dos países –el hecho de mayor trascendencia
política en Cuba desde 1959–, una prueba del fracaso del fidelismo y del
embargo, y la continuación del arribo a Cuba de cruceros y de hoteles a
cargo de empresas norteamericanas. Una apertura que continuará
ensanchándose. A ello se une que el precio de los billetes con seguro
médico incluido, en una sola vía, no sobrepasará los 100 dólares.

Ante la ineficacia crónica de la economía cubana manifestada en el
fracaso de las reformas, el decrecimiento del PBI y el éxodo masivo, los
negocios turísticos con la mayor potencia económica del mundo, a pocas
millas de sus costas, están llamados a ser un componente esencial para
el desarrollo de Cuba.

La mala consiste en que después de medio siglo perdido regresamos al
punto de partida en las peores condiciones, por dos razones.

La primera, Cuba en los años 50 del pasado siglo estaba enfrascada en el
desarrollo de la industria hotelera, de los vuelos internacionales y del
arribo de ferrys, en los cuales los turistas podían desembarcar con sus
automóviles. La Habana se había convertido en lugar obligado para los
turistas foráneos. La mejor prueba es que entre la primavera de 1957 y
mayo de 1958 se inauguraron los hoteles Capri, Deauville, Riviera y
Habana Hilton, con más de 1.300 habitaciones. Ese plan, interrumpido por
la revolución que tomó el poder en 1959, se retoma ahora con cerca de
siete décadas de retraso.

La segunda, Cuba es el único país de la región donde sus habitantes
carecen del elemental derecho de participar como empresarios en la
economía y de contratarse directamente con las compañías extranjeras, a
pesar de contar con sobrada formación profesional.

Por esa y otras razones, la salida de la profunda crisis en que la
nación está sumida será imposible sin eliminar los obstáculos para que
los cubanos puedan participar como sujetos de derecho en las
oportunidades que se están abriendo.

La pelota está del lado cubano. El restablecimiento de los vuelos debe
servir no solo para consolidar la normalización de las relaciones, sino
para devolver a los cubanos los derechos y libertades secuestrados desde
hace más de medio siglo. Sin ese paso de la parte cubana, las medidas de
la Casa Blanca y el reinicio de los vuelos no tendrán un efecto positivo
sobre la sociedad cubana.

Source: Cuba, el reinicio de los vuelos, por Dimas Castellanos |
Colaboradores | Opinión | El Comercio Peru -
http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/cuba-reinicio-vuelos-dimas-castellanos-noticia-1931149

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