jueves, 8 de septiembre de 2016

Por qué las naciones son ricas o pobres?

¿Por qué las naciones son ricas o pobres?
JOSÉ AZEL, Miami | 08/09/2016

Vivimos en un mundo desigualmente próspero. El ciudadano promedio en
Estados Unidos es 10 veces más rico que sus contrapartes en América
Central y 40 veces más que los residentes en los países más pobres de
África. ¿A qué se debe esto?

Cuando estudié economía internacional en los años sesenta, las
explicaciones ofrecidas se movían por temas de geografía, clima,
fertilidad de los suelos, recursos disponibles, cultura, religión, ética
del trabajo, ignorancia de principios de economía y más. Sin embargo,
esas hipótesis no explican satisfactoriamente los patrones de pobreza y
prosperidad en el mundo de hoy.

En su trabajo ¿Por qué fracasan las naciones?, Daron Acemoglu y James A.
Robinson muestran convincentemente que los problemas económicos de una
nación son causados fundamentalmente por falta de derechos políticos
inclusivos. Los países son pobres porque son dirigidos por reducidas
élites que organizan la sociedad para su propio beneficio a expensas de
la ciudadanía.

Las instituciones políticas y económicas moldean los incentivos en la
sociedad. Son las instituciones políticas las que determinan bajo qué
instituciones económicas trabajan las personas. Es decir, el proceso
político determina qué instituciones económicas tendrá un país. El nuevo
paradigma para el éxito o fracaso de las naciones se centra en el nivel
de inclusión de sus instituciones políticas y económicas.

Instituciones económicas inclusivas son las que permiten y estimulan la
participación de todos en las actividades económicas. Se distinguen por
asegurar los derechos de propiedad privada, el imperio de la ley y unas
reglas que permiten la contratación libre y la entrada de nuevos
negocios en el mercado.

Las instituciones económicas inclusivas son necesarias para la
prosperidad de una nación. En países totalitarios como Corea del Norte y
Cuba, las instituciones políticas son más excluyentes que inclusivas.
Esta condición caracteriza, en diferentes grados, a la mayoría de los
países pobres hoy.

Las instituciones políticas excluyentes concentran el poder en manos de
élites con pocas restricciones para ejercer ese poder y crean
instituciones económicas diseñadas para enriquecer a las élites a
expensas de la sociedad. Sus herramientas incluyen la abolición o
severos límites a la propiedad privada, fomento de empresas estatales,
excesivas regulaciones e imposiciones fiscales, etcétera.

En cambio, las instituciones políticas inclusivas son las que
distribuyen ampliamente el poder en la sociedad y son reguladas por la
ciudadanía no toleran diseños económicos excluyentes que beneficien
solamente a unos pocos.

La prosperidad económica emerge de instituciones inclusivas. Las
instituciones excluyentes típicamente conducen al estancamiento y pobreza.

Acemoglu y Robinson reconocen que, en ciertas condiciones, puede haber
crecimiento bajo instituciones políticas excluyentes, como en el caso de
China. Pero argumentan que es insostenible a menos que la nación cambie
a instituciones inclusivas. Lamentablemente, instituciones políticas y
económicas excluyentes conforman un sólido circuito cerrado de apoyo
mutuo y tienden a persistir en un círculo vicioso.

Las naciones ricas son ricas hoy en gran parte porque se ocuparon de
desarrollar instituciones inclusivas en algún momento durante los
últimos 300 años. Eso contradice las teorías en boga en los años sesenta
y refuta el enfoque prevaleciente en la política exterior de EE UU, que
considera que el crecimiento económico, aun bajo regímenes autoritarios,
conducirá a la democracia o instituciones políticas inclusivas.

Hoy sabemos que el crecimiento económico sin el fortalecimiento político
tiende a instaurar élites políticas represivas. Sin cambios en las
instituciones políticas hay pocas posibilidades de que el crecimiento
económico sea inclusivo o que conduzca a políticas inclusivas.

La política exterior de EE UU debe fomentar sistemas políticos abiertos
que respondan a las aspiraciones de la sociedad. La ruta hacia la
prosperidad no es el apoyo a tiranías, sino la articulación política de
la ciudadanía.

Source: ¿Por qué las naciones son ricas o pobres? -
http://www.14ymedio.com/blogs/cajon_de_sastre/naciones-ricas-pobres_7_2068063174.html

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