jueves, 3 de noviembre de 2016

Cuba en crisis, pero no por el embargo

Cuba en crisis, pero no por el embargo
JUNTA EDITORIAL

Cuba no alcanzará la meta de crecimiento del Producto Interno Bruto al
cerrar este año, admitió el lunes pasado el ministro de Comercio
Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, al inaugurar la
Feria Internacional de La Habana (Fihav 2016).

Es posible que la economía ni siquiera crezca el uno por ciento, indicó
Malmierca.

El funcionario echó la culpa del fracaso a varios factores: la crisis
económica mundial, la dificultad de hacer negocios con empresas de otros
países y, sobre todo, el "endurecimiento del bloqueo", es decir, del
embargo que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde hace más de cinco
décadas.

Pero el gobierno norteamericano no ha endurecido ningún "bloqueo". En
realidad el presidente Barack Obama ha socavado el embargo permitiendo
más viajes y dando facilidades al intercambio económico que antes, hace
solo unos años, eran impensables. Entre esas facilidades: los ejecutivos
estadounidenses pueden ir a Cuba y discutir negocios que actualmente
están prohibidos por la ley del embargo, con vistas al momento en que
Estados Unidos elimine esa ley. Y desde mediados de octubre, los
viajeros que regresan de la isla pueden traer todos los productos
cubanos de alcohol y tabaco que deseen para su uso personal.

El régimen cubano ha usado el embargo norteamericano como una coartada
para justificar sus fracasos. Y continúa empleando la gastada fórmula.
Entretanto, a pesar de las oportunidades que el deshielo en las
relaciones con Estados Unidos genera, el régimen sigue aferrado a una
retórica que parece más apropiada para la época de la Guerra Fría y la
penosa construcción del socialismo, una obra tan inacabada como llena de
defectos.

Mientras empresarios y políticos norteamericanos visitan Cuba con
frecuencia en busca de oportunidades de inversión y de posibles
colaboraciones en proyectos comerciales, el régimen castrista responde
con negativas a propuestas de negocios importantes.

El caso de la empresa de cruceros de recreo Royal Caribbean, que lleva
meses esperando que el gobierno cubano le dé autorización para operar
una ruta a la isla, es un ejemplo entre muchos otros de la renuencia de
La Habana a abrir las puertas a empresas norteamericanas que llevarían
un necesitado alivio económico.

Entretanto, en el plano interno, el régimen impone controles asfixiantes
a las pequeñas empresas privadas. El mes pasado, por ejemplo, el
gobierno anunció que no concederá permisos para abrir nuevos paladares,
los restaurantes del sector privado cuyo renombre trasciende los límites
de la isla, mientras acosa con más restricciones a los que ya existen.
"Dueños de 129 paladares o cafeterías recibieron advertencias sobre
"tendencias negativas" en esos establecimientos", indica el artículo La
economía cubana se estanca, mientras el gobierno cierra puertas a
negocios con EEUU, de Nora Gámez Torres, publicado en el Nuevo Herald el
1 de noviembre.

El gobierno cubano se niega a implementar medidas como, por ejemplo,
autorizar que los cubanos puedan comprar productos a través de Internet,
y que los cuentapropistas puedan recibir insumos directamente, sin pasar
por las manos del Estado. Esas trabas que pone a la actividad privada
son obstáculos al desarrollo.

Cuba no alcanzará el objetivo de crecimiento planificado, como admitió
Malmierca. Pero no por culpa del embargo, sino por la incapacidad de su
gobierno de reconocer que es hora de cambiar su caduco sistema económico
e implementar reformas genuinas. El régimen cubano debe admitir que su
modelo fracasó.

Source: EN NUESTRA OPINIÓN: Cuba en crisis, pero no por el embargo | El
Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/en-nuestra-opinion/article112157947.html

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