viernes, 14 de octubre de 2016

Hacer negocios en Cuba - entre el entusiasmo y la prudencia

Hacer negocios en Cuba: entre el entusiasmo y la prudencia
NORA GÁMEZ
ngameztorres@elnuevoherald.com

El anuncio de que Delta Airlines comenzará su primer vuelo regular a
Cuba el 1ro de diciembre y que la compañía Cleber LLC. obtuvo una
licencia para vender a empresas del Estado cubano productos para la
agricultura y la construcción, fueron algunas de las revelaciones en la
conferencia "Preparándose para el comercio con Cuba" organizada por las
firmas Datamyne y Nexco, celebrada este jueves en Miami.

Al cabo de casi dos años del anuncio del "deshielo", la oportunidad de
hacer negocios en Cuba sigue atrayendo el interés y el entusiasmo de las
compañías estadounidenses, como lo demuestra el encuentro en el hotel
Pullman.

"Las oportunidades son enormes", dijo Simons Chase, fundador de Cuba
Journal, al destacar el nivel educativo de los cubanos y la necesidad de
inversión que tiene la economía de la isla.

Pero como ilustra su propio título, mucho de lo que se discutió tiene
que ver más con posibilidades en el futuro que con resultados en el
presente. El panorama legal que deben navegar las compañías se ha
complicado, pues a pesar de las nuevas regulaciones aprobadas por la
Administración de Barack Obama, el embargo sigue en pie, como recordaron
varios de los ponentes. Las inversiones directas en el turismo, por
ejemplo, aún siguen prohibidas.

"Aunque han habido cambios significativos en el ambiente empresarial
cubano en los últimos seis años, aún persisten obstáculos onerosos y
restricciones al desarrollo óptimo del sector no estatal en Cuba",
señaló el profesor de Baruch College, Ted Henken.

No obstante, consultores como Judy Kruger, que ha viajado a la isla para
estudiar oportunidades de negocios, alentó a los representantes de
compañías estadounidenses a hacer lo mismo. "Vayan al terreno, vean las
oportunidades y entonces apliquen a las licencias que más se adecuen a
su negocio. Miren a Cuba, en términos de los que pueden hacer ahora, en
cinco y en diez años".

John Kavulich, presidente del US-Cuba Trade and Economic Council envió
un mensaje más sobrio acerca de los negocios en la isla. "Unos 3,000
representantes de compañías de EEUU han viajado a Cuba desde diciembre
del 2014... y en todo ese tiempo solo se ha concretado una venta de
equipos para la agricultura, que aún no se ha entregado", comentó al
Nuevo Herald. Solo los proyectos relacionadas con el turismo y los
viajes, que deja grandes ganancias al gobierno cubano, han sido
autorizados, agregó.

"Así que los cubanos están diciendo que sí al interés de las compañías
estadounidenses, pero no a las relaciones comerciales... Ellos están
dispuestos a sacrificar ganancias por mantener el control", opinó.

"No quiero ser negativo, solo quiero distinguir la realidad y la
aspiración", comentó.

"Sin prisa, pero sin pausa", comentó Saul Berenthal, fundador de la
compañía Cleber LLC, que obtuvo una licencia del Departamento del Tesoro
para ensamblar tractores en una fábrica que debe construirse en la zona
de desarrollo del Puerto del Mariel.

El proyecto, que sería el primero de una subsidiaria 100% con capital
estadounidense, no es aún un acuerdo finalizado. El permiso de la parte
estadounidense (una licencia general para construir equipos ligeros para
la construcción y la agricultura) demoró ocho meses y medio, y sigue
pendiente el permiso del gobierno cubano, explicó Berenthal al Nuevo
Herald. La fábrica en Mariel donde se ensamblarán los tractores
nombrados Oggun —un modelo diseñado para la agricultura de pequeña
escala con componentes fáciles de reemplazar— aún no se ha construido.

El empresario, que nació en La Habana y llegó a Estados Unidos en 1960,
no parece impaciente y no cree que las autoridades cubanas otorgarán el
permiso (solicitado a finales de junio) antes de saber a ciencia cierta
quién ocupará la Casa Blanca. "¿Por qué lo harían, si las regulaciones
podrían cambiar después de noviembre?", señaló.

Berenthal dijo al Nuevo Herald que había obtenido una licencia general
del gobierno de Estados Unidos que le permitiría además vender
directamente a entidades del Estado cubano productos para la agricultura
y la construcción, lo que podría ser la oportunidad más lucrativa para
su compañía. El empresario explicó que la licencia detalla qué empresas
y qué productos puede vender. Aunque la premisa de la licencia es "el
beneficio del pueblo cubano", no hay modo de controlar cómo el gobierno
haría llegar a cuentapropistas o a los consumidores esos productos, señaló.

Cleber ya está produciendo los componentes de los tractores en Alabama.
En una primera fase, el ensamblaje ocurriría en Cuba, pero el objetivo
final es que la producción también se mueva al Mariel.

Berenthal aconsejó a los interesados en hacer negocios en Cuba a tener
paciencia, construir confianza e ir por los canales oficiales. Su
objetivo, dijo, es "hacer algo que una a los dos pueblos, no estoy
interesado en los gobiernos".

Un mensaje similar envió el presidente de Stonegate Bank, Dave Seleski,
el primer banco que obtuvo autorización para tener relaciones bancarias
con Cuba. Seleski insistió en la paciencia y aconsejó evitar los
intermediarios, en las relaciones con el gobierno cubano.

El banco actualmente maneja cuentas de 60 compañías que están haciendo
negocios en Cuba o intentan hacerlo. También ha expedido tarjetas de
débito y crédito que pueden ser usadas en la isla y a las que no se les
aplica el impuesto del 10 por ciento al dólar estadounidense.

El anuncio sobre la utilización de tarjetas de crédito generó alguna
controversia entre quienes cuestionaron que podrían ser empleadas en
propiedades confiscadas a estadounidenses por el gobierno cubano, lo que
violaría las leyes del embargo.

"No puedes hacer negocios en Cuba sin lidiar con el gobierno cubano",
replicó Seleski, quien dijo sentirse "cómodo" con la presencia de
Stonegate en la isla y destacó que el futuro de los bancos
estadounidenses en Cuba podría ser muy grande, teniendo en cuenta la
población de origen cubano que vive en Estados Unidos.

En sus palabras finales, Kavulich llamó a la Administración de Obama
emplear sus últimos días para aprobar nuevas regulaciones que resuelvan
asuntos bancarios pendientes, autorice la importación y exportación
libre de productos a Cuba y las transacciones con entidades del gobierno
cubano, aunque éste no actúe de manera recíproca.

Según varios de los ponentes en la conferencia, la Administración ya
está trabajando en ello y un anuncio al respecto podría llegar muy pronto.

Siga a Nora Gámez en Twitter: @ngameztorres

Source: Compañías de EEUU ante el freno del gobierno cubano | El Nuevo
Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article108041952.html

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