viernes, 7 de abril de 2017

Cinismo para ocultar la derrota

Cinismo para ocultar la derrota
PEDRO CAMPOS | La Habana | 7 de Abril de 2017 - 10:05 CEST.

Cinismo es, según definición de diccionario, la actitud de quien miente
con descaro, y defiende o practica de forma descarada, impúdica y
deshonesta algo que merece general desaprobación.

El cinismo siempre ha caracterizado al Gobierno de los hermanos Castro.
Pero hoy, en su afán por intentar ocultar la bancarrota del capitalismo
monopolista de Estado, cuasi feudal, implantado en nombre de un
socialismo que nunca ha existido, está llegando a límites insospechados.

Basta solo con echar una mirada a algunos aspectos de la actualidad
reflejados en la prensa oficial y la alternativa que le va ganando la
competencia en la preferencia de los lectores cubanos del patio, como el
pase de facturas "simbólicas" por servicios médicos a los ciudadanos; el
"acceso" a internet de los campesinos o de los hogares a precios
inimaginables; la venta de autos Peugeot usados a precios de autos de
lujo, la defensa del "deporte revolucionario" a pesar de su evidente
fracaso; el "alto significado democrático de las asambleas de rendición
de cuentas", según Esteban Lazo o la gran cosecha de papas.

Pero el colmo del cinismo, algo inanmisible, es el inescrupuloso intento
de apropiarse del término "socialismo participativo y democrático", pero
vaciado del contenido autogestionario, libertario y democrático que
defendemos quienes lo enarbolamos como alternativa política, social y
económica al aberrante autoritarismo populista.

Pero recordemos su cinismo en los epítetos usados para tratar de
descalificar a la oposición y la disidencia:

"Mercenarios" a los invasores de Girón, porque recibieron apoyo y
financiamiento de EEUU cuando todo el mundo sabe que el Gobierno de los
Castro se mantuvo gracias a la multimillonaria ayuda militar y económica
de la URSS, durante cuatro décadas y luego dos más gracias al petróleo
venezolano.

"Bandidos" a los que se alzaron en El Escambray para luchar contra la
nueva dictadura que, sí, vandálicamente, se apropió de cuantas tierras,
fábricas y empresa encontró en su camino.

"Gusanos" a cuantos criticaron y se opusieron a los desmanes de un
Gobierno de burócratas que ha vivido de parásito de los trabajadores
cubanos y la ayuda internacional y se arrastra pidiendo que le levanten
el "bloqueo".

"Contrarrevolucionarios" a todos aquellos que se han opuesto al sistema
antinatural, antihistórico, retardatario y destructivo de capitalismo
monopolista de Estado, el más, retrógado y conservador de los capitalismos.

"Terroristas" a todos los que usaron las armas, para oponerse a un
Gobierno impuesto a sangre y fuego, bombas y fusiles, que enseño sus
uñas con el asalto a un cuartel donde dormían inocentes soldados de un
ejército que todavía no se había manchado las manos de sangre.

"Agentes imperialistas", a los periodistas e informadores que decidieron
escribir y divulgar las verdades que oculta o tergiversa una prensa que
se pretende única, enteramente al servicio del Partido-Gobierno-Estado
que la paga y mantiene con el dinero del pueblo.

Hoy en crisis el estatalismo asalariado, en lo económico, y su par
político, la llamada dictadura del proletariado (un contrasentido total
porque el poder en esa dictadura no lo tienen los proletarios, sino la
elite burocrática "comunista"), con su partido único, su sistema
centralizado de todo tipo de decisiones y represiones, no es capaz de
reconocer su fracaso y miente y actúa cínicamente.

Como vemos cuando trata de abrir, pero controlada y limitadamente la
economía privada, el cooperativismo y la inversión extranjera, buscando
en verdad recaudar más impuestos y conseguir inversiones para sus
empresas estatales en crisis, partiendo de que son "un mal necesario",
lo que explica las trabas de todo tipo al libre desarrollo de esas
actividades y los constantes ataques a los privados.

La traición a la democracia en el mismo 1959, en nombre de la cual se
hizo la revolución, se completó con la traición a las ideas socialistas
luego enunciadas, al imponer un sistema político centralizado,
expropiar a las cooperativas que ya existían antes de 1959; eliminar en
1962 el sistema de cooperativas cañeras, columna vertebral en su momento
de la economía nacional; mantener el trabajo asalariado en las fábricas
y empresas estatales y eliminar, finalmente, todo el trabajo libre con
la "Ofensiva Revolucionaria" de 1968, expropiando todos los pequeños
negocios.

Socialismo hubiera sido restaurar la democracia y llevarla hasta sus
últimas consecuencias, descentralizando y municipalizando todos los
poderes centrales; haber liberado plenamente las fuerzas productivas,
especialmente la inversión y el mercado y eliminado todo tipo de
monopolio; haber apoyado ampliamente el trabajo libre, cooperativo y
privado, mediano y pequeño con créditos de todo tipo; y haber sostenido
una política de respeto a las leyes internacionales, sin enfrentamientos
prejuiciados, rabiosos y absurdos, y sin llevarse por los esquemas
brutales del estalinismo que tanto rechazo generó en el pueblo y en los
vecinos.

Ahora este espantajo pintado de socialismo, busca su salvación en la
alianza con el capital extranjero; no con los trabajadores a los que
niega participación en la propiedad, la gestión y las ganancias de sus
empresas en ruina, las que prefiere cerrar si no encuentra foráneos que
se hagan cargo y niega todo acceso a los capitales cubanos de alguna
envergadura en manos de los emigrados o de los del patio. Traicionado,
también, tanto nacionalismo divulgado.

No es un secreto para nadie que la economía estatal cubana está más
atada que nunca a la de EEUU vía remesas de los emigrados en divisa y
en medicinas, alimentos, ropas y electrodomésticos, en viajes y turismo
de todo tipo y en la compra de alimentos.

Si no es cinismo pasarse 60 años echando las culpas de todos nuestros
males al imperialismo y luego rogarle a ese imperialismo por el
levantamiento de lo que queda de embargo, dependiendo ya de sus dineros,
entonces esa palabra tendría que desaparecer el diccionario.

Source: Cinismo para ocultar la derrota | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1491481037_30183.html

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