16-02-2011.
Juan Mario Rodríguez
Corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- El psicólogo y conductor de un programa
de la televisión cubana leyó un fragmento de una carta que le enviaba la
esposa de un hombre que había sido despedido de su centro de trabajo sin
más razón; ella buscaba una orientación, para poder sobrellevar tan dura
prueba.
El especialista fue osado en presentar un caso de los más afectados por
este movimiento que más que reubicar deja en la calle a cientos de miles
de trabajadores a diario; ofreciéndoles trabajos que nada tiene que
ver con su perfil, o sugiriéndoles diversas tareas que pueden realizar
como cuentapropistas.
En este momento la reducción de puestos laborales se ha convertido en
un arma de doble filo; ya que de nada vale poseer un currículo
justificado por una hoja de servicios inmejorable, ya que los que
llevan muchos años de trabajo, corren el riesgo de ser obligados a
retirarse, o a ocupar un puesto inferior.
Esa es una verdadera tragedia para estos trabajadores que contra viento
y marea se esforzaron para dar lo mejor de sí en sus centros laborales.
Los que a su vez constituían la mayor entrada económica para sus
hogares, esos que han quedado marginados por el sistema que han
defendido, y que ahora los devora
Las edades que fluctúan entre los 50 y los 60 años se convierten en
atenuantes contra el derecho de cada ciudadano en edad laboral, a
ejercer un puesto de trabajo y recibir un salario acorde.
Bertha es profesora de nivel universitario y Lourdes es secretaria de un
jefe empresarial. Ambas tienen experiencia avalada por una treintena de
años, pero comentan la incertidumbre de levantarse cada día, vestirse y
partir para el trabajo, sin saber si es la última jornada.
No todas las profesiones pueden refugiarse en un trabajo por cuenta
propia, llegado el momento del despido. Ejemplo de ello son los
graduados de derecho, contabilidad y economía.
Otros que solo se graduaron de los estudios medios y alcanzaron el
noveno grado y que se desempeñaban en diversos oficios son también
despedidos pero con menos suerte, solo pueden optar por trabajos en la
agricultura o la construcción.
Los consejos del psicólogo dejan de ser útiles entonces. La prontitud
con que el Estado ha actuado con respecto a los puestos laborales, deja
desamparados a miles de trabajadores que poco pueden hacer por su futuro
y el de sus familiares.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31282
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