Venezuela: Elecciones
Pesadillas en los palacios
Raúl Rivero
Madrid 06-10-2012 - 10:35 am.
Nicaragua, Bolivia y Ecuador tienen vías para cubrir la ausencia de las
regalías de Chávez. ¿Y Cuba?
Chávez y Castro en La Habana, durante la convalecencia del segundo.
Los votos que van a las urnas este domingo en Venezuela pueden cambiar
la realidad de ese país porque decidirán si se alarga la dictadura de
Hugo Chávez o se reanima la democracia. Y por la magia de los dogmas
ideológicos y el vicio latinoamericano de los caudillos, esas boletas
tienen el poder de la larga distancia y la posibilidad de alterar
también la vida política en sitios como Managua, Quito, La Paz y La Habana.
El proceso electoral que se ha desarrollado en Venezuela en los últimos
meses ha generado un interés y una temperatura especial en toda la
región. Y hay, por supuesto, fiebres altas y tensiones mayores en las
naciones donde los gobernantes tienen a Chávez de líder máximo de una
doctrina populista y generoso proveedor de dólares y petróleo.
El hombre entrega a sus amigos el dinero y los recursos naturales de los
venezolanos como si salieran de la alcancía de su abuela y de un pozo
del patio de su finca en Barinas.
Los aliados que dirigen bajo la gritería del socialismo del siglo XXI
con las estructuras del capitalismo amenazadas pero intactas, están
mejor preparados para soportar una derrota de Chávez. Se quedarían sin
los obsequios interesados del amo y perderían la voz de quien ha asumido
la batalla contra los norteamericanos con el ardor y el vocabulario de
una bronca en un bar del puerto de Maracaibo.
La izquierda que duerme en los palacios es resuelta y previsora. Los
presidentes de Nicaragua, Bolivia y Ecuador tienen vías para cubrir la
ausencia de las regalías del jefe. Y si falta el camarada Chávez ya han
señalado a Rafael Correa como nuevo paladín de la corriente avasalladora
que no va hacia ninguna parte y consigue mantenerlos en el poder.
El problema grave está en Cuba. El régimen de la Isla no es un simple
compañero de viaje de Hugo Chávez. Es su fuente de inspiración, su sueño
de juventud y para sostenerlo obliga a los venezolanos a subsidiarlo con
más de 4.000 millones de dólares al año. La agonizante economía cubana
es un parásito que se traga todos los días 100.000 barriles de petróleo
venezolano.
Los comicios venezolanos tienen resonancia continental y decidirán mucho
más que la inclinación por un partido.
Este artículo apareció en El Mundo. Se reproduce con autorización del autor.
http://www.diariodecuba.com/internacional/13358-pesadillas-en-los-palacios
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