martes, 23 de abril de 2013

De donde vino el fraude

De donde vino el fraude
abril 22, 2013 | Email Email | Imprimir Imprimir | 0 16
Jorge Milanes

HAVANA TIMES — "Ustedes han cometido fraude. La dieta médica de leche en
polvo que tienen en su libreta de abastecimiento es falsa. Además,
tienen que pagarme el producto, que ya consumieron". Desde la puerta de
casa, fueron estas las palabras de la comercial del mercado donde
compramos los productos normados por la libreta.

Su escándalo fue un desafío, incluso para el maltrato que se ha hecho
costumbre entre los trabajadores que prestan servicios al público. Pidió
que le trajéramos la libreta para confrontar la fecha del período de la
dieta.

Al entregársela, buscó en la página final y mostró que había un borrón
en la fecha. Dijo que necesitaba llevársela para verificar si esa dieta
era verdadera o falsa, y si estaba actualizada.

Desde tiempo mi madre padece de hipertensión arterial, diabetes y
glaucoma. Hace tres años fue operada de neoplasia de Colom. Así que el
médico le asignó una dieta de "pollo-por-pescado", viandas y leche, que
debe ser actualizada cada año a partir de la fecha en que se expide.

Mi hermano y yo creíamos haber resuelto el problema de la actualización
con la firma y el cuño, dados en enero de este año por la diabólica
oficina de OfiCoda. Esta dependencia, además de actualizar las dietas,
lleva (¿o debería llevar?) el control (¿no computarizado?) de la
distribución de productos normados a través de la libreta. Y digo
"diabólica" porque a veces su control es demasiado negligente.

En algunas libretas suelen figurar personas que se han mudado a otro
domicilio o país, niños que no existen y hasta gente que ya murió.

Además, a los parientes que comparten libreta les conviene esta falta de
control.

Pero nuestra familia no acostumbra a tomar lo que no le pertenece. Por
eso nos sorprendió la reacción de la comercial, nos sentimos humillados.
Dicha funcionaria, por cierto, tiene una "sospechosa" relación con la
OfiCoda, en donde ella misma confirmaría la supuesta falsedad de nuestra
dieta.

Hoy (¡como todo el mundo sabe!) el asunto de las dietas es un gran
negocio, y quitarle la dieta a una persona que se la merece les deja la
oportunidad de vendérsela a otra persona por un puñado de CUC.

Cuando la "comercial" regresó con la libreta a casa, la dieta había sido
cancelada. Al preguntarle qué quién pudo haber puesto esa firma y cuño,
nos contestó: Posiblemente ha sido una persona contratada, que ya no
trabajaba en la Oficoda, si la dieta es legítima tienen que ir a
confirmarla otra vez".

Luego de un largo y difícil proceso entre médicos, firmas y cuños,
durante veinte días, —creo— quedó actualizada la dieta de mi madre. Solo
que para el mes que viene.

http://www.havanatimes.org/sp/?p=83972

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