martes, 2 de julio de 2013

La pequeña y mediana empresa privada, una necesidad

ECONOMÍA



La pequeña y mediana empresa privada, una necesidad

DIMAS CASTELLANOS | La Habana | 2 Jul 2013 - 11:07 am.



Guantánamo, Villa Clara, Camagüey: cuatro ejemplos de la incapacidad de

empresas estatales.



Marino Murillo Jorge, vicepresidente del Consejo de Estado, en la

reunión del Consejo de Ministros del pasado mes de mayo, expresó: "las

medidas que durante décadas se han puesto en práctica en la forma de

gestionar la tierra, no han conducido al necesario aumento de la

producción". La importancia de tal declaración no radica en el

reconocimiento del fracaso, que es sabido, sino en la insuficiencia de

las medidas aplicadas para revertir el deterioro causado por casi 50

años de socialismo totalitario.



En Cuba, el proceso de formación de talleres artesanales, comercios y

servicios, del cual emergió un empresariado nacional, fue barrido por la

revolución y sustituido por jefes y administradores de la propiedad

estatal. Esa transformación generó desinterés en los productores,

incapacidad productiva, escasez y conductas delictivas; un cuadro

imposible de solucionar sin ir a las causas y sin retomar los análisis y

aportes de pensadores y políticos cubanos que se preocuparon desde

principios del siglo XIX por el fomento de una clase media.



El fracaso en Cuba no fue ninguna novedad. El intento de alcanzar una

economía eficiente desde el monopolio del Estado había sido precedido

por otros similares en Rusia, China, Vietnam, Mongolia, los países

socialistas de Europa del Este y algunos del continente africano. El

único que no ha cambiado es Corea del Norte, devenido modelo de lo que

no debe ser y relegado al grupo de los vente países más atrasados del

mundo, mientras la parte sureña de esa península se ubica en el pelotón

de los veinte más desarrollados.



Ante la crisis, Raúl Castro planteó en 2007 la necesidad de "cambiar

todo lo que deba ser cambiado", y en 2008 expresó que la producción de

alimentos constituía "un asunto de máxima seguridad nacional". Sin

embargo, las medidas implementadas nacieron subordinadas al predominio

de la propiedad estatal, la planificación socialista y los llamados

ideológicos, precisamente tres agentes culpables del fracaso reconocido

por Marino Murillo. Por tanto, para superar el estado actual hay que

liberar la economía de las trabas ideológicas, legalizar el derecho de

los cubanos a ser propietarios y a recibir salarios en correspondencia

con el costo de la vida, sin lo cual no hay ni habrá economía eficiente.



El camino transitado por el Decreto Ley 259 sobre la entrega de tierras

ociosas en usufructo, el cual por sus limitaciones tuvo que ser

reformado por Decreto-Ley 300, y que a su vez tendrá que sufrir nuevas

modificaciones, indica que hay que desatar definitivamente el nudo que

ha impedido la formación de pequeñas y medianas empresas privadas,

mixtas o cooperativas, así como la formación de un empresariado nacional.



Si las empresas son organizaciones dedicadas a la satisfacción de

demandas sociales y a generar beneficios a sus integrantes, no hay razón

alguna que justifique la exclusión de los cubanos, un pueblo con

iniciativas y un nivel de instrucción por encima del resto de los países

que integran el bloque del ALBA, del cual Cuba forma parte y en los que

existe una poderosa clase media que participa en los destinos económicos

de sus respectivos países.



En Cuba, el germen de esa clase media está hoy en los trabajadores por

cuenta propia. Lo que se requiere es dotarlos de personalidad jurídica y

de derechos y libertades para vender sus productos, comprar los insumos,

relacionarse con otros productores internos y externos, acceder a

internet y asociarse para la defensa de sus intereses. La necesidad de

esa clase se justifica, además, por los resultados negativos de muchas

empresas estatales, como podemos ver en los siguientes cuatro ejemplos:



1. En el Valle de Caujerí, Guantánamo, se instaló una moderna fábrica de

tecnología italiana para procesar toda la producción de tomate de esa

zona. Sin embargo, según narra Lilibeth Alfonso en un reporte publicado

en el periódico Venceremos del pasado 22 de marzo, a los productores se

les informó que el 26 de febrero se recogerían los tomates envasados,

pero el transporte no cumplió. Por eso varios productores perdieron

miles de cajas de tomates envasados, mientras una cantidad similar

permanecía sin recogerse por falta de envases, lo que representa una

enorme pérdida. Además, la arrancada tardía de la fábrica y el tiempo

parado por roturas ha obligado a trasladar el tomate contratado hacia la

Fábrica de Guantánamo, con la consiguiente pérdida por la merma de peso

y el gasto de transportación. Sin embargo, en esa misma zona existen

campesinos con conocimientos y capacidad para montar pequeñas industrias

locales que solo requieren de una decisión gubernamental.



2. Según Freddy Pérez Cabrera, autor de un artículo aparecido en el

diario Granma el 20 de mayo, la Empresa de Suministros y Transportes

Agropecuarios de Villa Clara mantenía 66 sistemas de riego diesel

inactivos desde el 31 de octubre de 2012 en espera de la "conversión de

precios". Esos equipos estaban destinados para ser vendidos a empresas

estatales, pero solo cuatro de ellos fueron comercializados. Las

gestiones para concretar un nuevo precio de venta con el Grupo

Empresarial de Logística del MINAGRI y con el Ministerio de Finanzas y

Precios, hasta ese momento no habían dado resultado. Por su parte la

entidad encargada de fabricar dichos equipos carece de facultad para

establecer o variar el importe de venta. Se trata de máquinas que antes

se importaban y que ahora se producen en el país, en espera de la

adecuación del precio.



3. Los talleres de la UEB Derivados del Alambre de Minas, Camagüey, se

encuentran abarrotados de pallets cargados con 897 toneladas de clavos

debido a la no extracción por parte de la empresa comercializadora,

mientras esas puntillas están en falta en las unidades comerciales. Lo

mismo ocurre con el taller de mallas galvanizadas, donde cientos de

toneladas permanecen sin evacuar. Según Miguel Febles Hernández, en un

artículo aparecido en Granma el 8 de abril de 2013, en esta fábrica,

encargada de elaborar puntillas de 1 a 6 pulgadas, se invirtieron

recursos para la instalación de máquinas de elevada productividad. Sin

embargo, están a punto de detener la marcha productiva por la razón

antes expuesta, lo que implica la pérdida de la estimulación salarial de

los trabajadores. La traba consiste en que el principal transportista,

"no cubre toda la demanda" pues no dispone de almacenes que permitan

asumir grandes volúmenes de producción. Sin embargo, la población carece

de las puntillas necesarias para las labores constructivas.



4. Un artículo de Freddy Pérez Cabrera, publicado el viernes 5 de abril

de 2013 en Granma, nos narra que en el establecimiento Los atrevidos, en

el año 2004 se adquirió una moderna máquina italiana a un costo superior

a los 180 mil dólares y desde el año 2010 se acabó la tapa que sella el

envase original para la crema de guayaba. Esta industria, capaz de

confeccionar entre 1,5 y 2,0 toneladas en ocho horas de trabajo, se ve

ahora obligada a emplear de ocho a diez trabajadores en vez de dos.



En los cuatro ejemplos reseñados se han invertido miles y miles de

dólares que por diferentes razones no reportan los resultados esperados;

una prueba indiscutible de la incapacidad del Estado, la inutilidad de

la planificación y las trabas de los aparatos burocráticos, lo que pone

a la orden la entrada en escena de las pequeñas y medianas empresas y

con ellas el surgimiento de la necesaria clase media cubana.



Source: "La pequeña y mediana empresa privada, una necesidad | Diario de

Cuba" - http://www.diariodecuba.com/cuba/1372234658_3932.html

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