jueves, 24 de octubre de 2013

El tete de Raúl

Publicado el jueves, 10.24.13



El tete de Raúl

HIRAM GONZÁLEZ



En 1988 Mijail Gorbachov pronunció el siguiente discurso:



"No cabe duda de que nuestro país está viviendo un período crucial. El

Partido Comunista realizó un análisis crítico de la situación a la que

se había llegado y formuló la política de reestructuración, una política

tendiente a acelerar el desarrollo económico y social del país y a

renovar todas las esferas de la vida...



En Estados Unidos, como en todo Occidente, se ha dicho que es una medida

impuesta por la desastrosa situación de la economía que confrontamos y

que implica un desencanto del socialismo y una crisis de sus ideales y

últimos objetivos. Nada más lejos de la verdad que este tipo de

interpretaciones, sean cuales fueran los motivos de quienes las mantienen.



Desde luego, que esta estructuración se ha visto considerablemente

estimulada por nuestra insatisfacción con el modo en que han ido las

cosas en nuestro país en épocas recientes. Pero el más importante de los

elementos que la han inspirado ha sido la comprensión de que no se

estaba utilizando plenamente todo el potencial del socialismo. Ahora, en

el cincuenta y dos aniversario de nuestra Revolución, nos damos cuenta

de ello con especial claridad. Hemos tenido que modificar muchas de

nuestras evaluaciones. Aun así, con cada paso adelante nos sentimos más

convencidos de que estamos en el buen camino y hacemos las cosas

correctamente. En una palabra, hemos llegado a la conclusión y no nos

cansaremos de repetirla, de que es indispensable un nuevo pensamiento

político".



Meses después de haber pronunciado ese discurso, el imperio soviético

fue disuelto.



Esas palabras de Gorbachov resultaron optimistas comparadas con las que

pronunció Raúl Castro en diciembre del 2010 cuando dijo en una

intervención ante el Parlamento cubano:



"O rectificamos o ya se acabó el tiempo de seguir bordeando el

precipicio, nos hundimos, nos hundiremos.



El salario es claramente insuficiente para satisfacer todas las

necesidades, por lo que prácticamente dejó de cumplir su papel de

asegurar el principio socialista de que cada cual aporte según su

capacidad y reciba según su trabajo.



Cuba sufre las consecuencias de no contar con una reserva de sustitutos

debidamente preparados, con suficiente experiencia y madurez para asumir

las nuevas y complejas tareas de dirección en el Partido, el Estado y el

Gobierno".



Tal parece que estas declaraciones tan críticas contra el régimen no

fueron pronunciadas por Raúl Castro, sino por los mismos que redactaron

La Patria es de Todos, que por hacerlo, fueron enviados a la prisión. El

propósito de esa mea culpa es ofrecer una esperanza de "rectificación de

errores" a un pueblo cansado de esperar y de sufrir, que es como darle a

un recién nacido un tete para que se calle. No nos sorprendería que esa

rectificación de errores incluyera en el futuro cercano a los miles de

fusilados, encarcelados y los millones de exiliados que ese experimento

político le ha costado a nuestro país.



Esta retórica de mea culpa ha quedado en el papel; porque a diferencia

de Gorbachov, que pudo realizar su perestroika; porque ascendió al poder

cuando los viejos carceleros del imperio comunista se fueron de este

mundo, Raúl Castro nunca cumplirá sus promesas de rectificación, porque

está comprometido junto con los demás carceleros de mano dura a mantener

el sistema inmóvil para preservar sus poderes y privilegios omnímodos, a

menos que la nueva nomenclatura, la genética o el pueblo los desplace

del poder.



Están convencidos de que la llamada revolución cubana está agonizando

ante el desastre económico y social que afronta el país, y no les ha

quedado más remedio que tomar medidas capitalistas para tratar de

revivir su régimen moribundo. Ese camino es muy peligroso; porque cuando

las reformas económicas aprobadas frenen el crecimiento y las

expectativas de los cuentapropistas por sus limitaciones y regulaciones

excesivas los problemas se agravarán y harán más numerosas y frecuentes

las protestas populares y la desobediencia civil, como lo hicieron los

cocheros en Sancti Spíritus, que deben realizarse sin usar la violencia

ni responder a provocaciones y al uso de las fuerzas represivas, que

llevarán al desplome definitivo del régimen; aunque algunos pesimistas

no lo crean, como si los cubanos no formaran parte del género humano.

Por otro lado, si el régimen profundiza esa apertura económica tendrá el

mismo resultado; porque una liberación económica verdadera exige cambios

fundamentales en el orden político y ese es el principio del fin de un

régimen que no tiene nada que ofrecer que no sea miseria y opresión.



El tiempo nos dará la razón, con la ayuda de Dios y de todos los que

podemos contribuir a este final feliz que se aceleraría si los hijos del

sistema que viven en este país dejaran de hacer visitas turísticas a la

Isla y no se continúe con la práctica de darle privilegios y beneficios

sin obtener a cambio algún avance democrático y respeto a los derechos

humanos.



Coordinador general.



www.Fundación FrankPais.org



Source: "HIRAM GONZALEZ: El tete de Raúl - Opinión - ElNuevoHerald.com"

-

http://www.elnuevoherald.com/2013/10/24/v-fullstory/1597859/hiram-gonzalez-el-tete-de-raul.html

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