domingo, 3 de noviembre de 2013

A pesar de mejoras salariales, las fugas continúan

A pesar de mejoras salariales, las fugas continúan
IVÁN GARCÍA | La Habana | 2 Nov 2013 - 5:43 pm.

El campeonato empieza el domingo con grandes ausencias. Cienfuegos
quizás sea el equipo más afectado. En Industriales empiezan los Gourriel.

Mire usted, si comparamos la nueva temporada, que arrancará el domingo 3
de noviembre, con aquellas campañas de los años 60, 70 y 80, donde los
peloteros dormían sin aire acondicionado en incómodas literas, se
trasladaban en guaguas con asientos plásticos y la comida no pocas veces
era pésima, el salto ha sido de gigante.

Pero a pesar de que a día de hoy los jugadores se hospedan en hoteles
con habitaciones climatizadas de la cadena Isla Azul, cenan en mesas
buffet y se mueven en ómnibus cómodos y refrigerados, la nueva hornada
de peloteros cubanos sigue mirando de soslayo las Grandes Ligas.

En las nóminas de los dieciséis equipos que tomarán parte en la campaña
que empieza mañana, como suele suceder, hay ausencias notables. El mayor
perjudicado es Cienfuegos, un plantel que siempre estaba entre los
aspirantes al título y que perdió de un año a otro a sus tres mejores
bateadores y su as de pitcheo.

No eran peloteros del montón. El formidable José Dariel Abreu, de cuyos
servicios se hicieron los Medias Blancas de Chicago por 68 millones de
dólares, tenía números de espanto en nuestros clásicos.

Conectó 30 jonrones o más en tres temporadas, habitualmente bateaba por
encima de 350 y el promedio de slugging y de embasado eran de otra
galaxia. Hacia la caja registradora traía 80 carreras por año. Era un
fuera de serie. Si un equipo, por poderoso que sea, pierde a un jugador
de su talla, se lo siente.

Imagínese si además del temible toletero, se ausentan el fabuloso
paracorto Erisbel Arruebarrena —lo más parecido al mago Germán Mesa—,
apartado del equipo por intento de salida ilegal; su quinto bate, el
fornido receptor Osvaldo Arias; el bateador designado Adir Ferrán, quien
se recupera de una operación cerebral; y su pitcher estelar Norberto
González, retirado. Entonces llegamos a la conclusión de que los
fanáticos de los elefantes de Cienfuegos deberán acostumbrarse a ver
cómo su novena obtiene más derrotas que victorias.

Algo les queda en el saco. Tienen varios pitchers que para el devaluado
nivel de la pelota cubana se pueden tornar efectivos. Tienen jugadores
rápidos en base y una joya de mucho futuro como Joan Moncada.

Pero no solo el conjunto cienfueguero ha sido diezmado. Este año,
Guantánamo no contará con su combinación habitual de doble-play. Su
torpedero Dainer Moreira decidió emigrar al equipo de Matanzas, quizás
buscando llamar la atención del manager de la selección nacional, Víctor
Mesa, que nunca lo ha tenido en cuenta, y ahora ante la ausencia de
Arruebarrena, quizás pueda abrirse un hueco.

Uno de las mejores segundas bases del país, Yoilán Cerce, es baja por
indisciplina, que traducido al lenguaje de la calle en Cuba es intento
de abandonar el país. Otros estelares como Odrisamer Despaigne, Misael
Siverio, Ernesto Molinet, Irait Chirino, Serguei Pérez y Raisel
Iglesias, integrantes de la preselección nacional, ya se encuentran
fuera de la isla. Decidieron abandonar el béisbol en plenitud de facultades.

Si ya las estrellas de calibre de la pelota local se pueden contar con
los dedos de una mano, ahora la ausencia de jugadores experimentados
hace descender aun más el nivel.

Lo peor es que no se vislumbra el fondo. En su intento de frenar la
marea de fugas dentro del movimiento deportivo, las autoridades han
semiprofesionalizado el deporte y abierto el portón a los ojeadores de
clubes, excepto a las organizaciones de la MLB, por razones obvias.

Pero ni así. La subida de salario hasta mil pesos a los jugadores que
tomarán parte en la venidera campaña y otros estímulos materiales, no ha
hecho cambiar de idea a los mejores talentos.

De cualquier manera, esta temporada marcará el inicio del fin del falso
amateurismo decretado por Fidel Castro en aquella etapa extravagante,
cuando se alió al comunismo soviético.

Por supuesto, un salario que en otras ligas representa el gasto en un
café al aire libre, no es algo como para tirar cohetes. Pero comparado
con los sueldos de risa existentes en el país, los peloteros se pueden
considerar ahora privilegiados. No olvidar que un obrero gana 466 pesos.
Y un médico de calibre, 600.

Industriales y los Gourriel

Industriales, el equipo insigne de la pelota nacional, vuelve a generar
encendidas polémicas entre los fans. Nadie duda de la fuerza ofensiva
del su plantilla. Pero con un pitcheo de escasa calidad, los azules
tendrán que hacer más de seis carreras por partido si quieren pasar a la
segunda fase. La llegada del clan Gourriel a Industriales ha levantado
ronchas.

No por Yulieski, que aunque según la afición le tiembla el bate a la
hora cero, en números es el mejor pelotero de la última década en la Isla.

El debate se ha abierto en torno a sus hermanos.

Yunieski, en condiciones normales, sobra en la plantilla azul. Pero las
misteriosas ausencias de Serguéi Pérez, Irait Chirino y una operación en
el brazo del feroz bateador Yoandry Urgellés le han abierto un espacio.

Lourdes Junior, el hijo menor de Lourdes Gourriel —una suerte de
potentado dentro de nuestro béisbol— es, junto a Joan Moncada, de los
talentos con más proyección en el futuro.

Pero ahora mismo no debería ser regular en la nómina industrialista. En
una movida rara, el manager Lázaro Vargas castigó por indisciplina a
Juan Carlos Torriente, un camarero reconvertido en paracorto y excelente
bateador, para incluir a Lourdes Junior como regular.

Vargas, director ecuánime, está en la piqueta pública de la afición por
su nepotismo descarado, al incluir en el plantel de Industriales a su
hijastro Alejandro Pérez, un pelotero de poco vuelo que ni pinta ni da
color, dejando fuera a jóvenes prospectos como Javier Camero y Yunel Díaz.

Sigue los pasos del autócrata actual del béisbol, Víctor Mesa, quien
contra viento y marea, tiene a su hijo jugando en el jardín central de
Matanzas. Vargas ni siquiera ha dado una explicación en los medios a las
quejas de los aficionados. Típico en un país donde los mandarines se
creen con todo el derecho a administrar sus ámbitos como si fuesen cotos
privados.

Cuando el 3 de noviembre Villa Clara, actual campeón nacional, inaugure
la serie jugando frente a Matanzas, los disgustos, inconformidades y
poca calidad que se vislumbra para la próxima campaña, no impedirán
discutir de pelota en cualquier esquina, parque o parada de ómnibus.

Y es que el béisbol, en las buenas y en las malas, es el mayor y mejor
espectáculo deportivo que va quedando en la Isla. Quizás el único.

Source: "A pesar de mejoras salariales, las fugas continúan | Diario de
Cuba" - http://www.diariodecuba.com/deportes/1383340138_5760.html

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