sábado, 26 de abril de 2014

Pacientes extranjeros, y cubanos… muy pacientes

Pacientes extranjeros, y cubanos… muy pacientes

No es lo mismo servicios médicos cubanos que servicios médicos para

cubanos. La diferencia la hacen los turistas

viernes, abril 25, 2014 | Augusto Cesar San Martin



LA HABANA, Cuba –El enfermero Emilio Sánchez Rivero fue acusado de

golpear a un paciente de Venezuela. El licenciado de 58 años y 30 de

experiencia en la salud, trabajaba como especialista en cuidados

intensivos del Instituto de Neurología y Neurocirugía ubicado en 29 y B,

Plaza.



La declaración del venezolano Ramón Reveron Martínez recogida en la

sentencia del Tribunal Municipal Popular de La Habana Vieja, expresa:



¨Lo maltrataba en horario de la tarde, en la noche le daba golpes en la

rodilla y por el pecho, le ponía la mano en la boca, que en ocasiones le

grito y le echó agua fría en la cara y además le tapaba la boca para que

no gritara, donde le refería que quitara la mano de la boca que tenía

peste a cigarro¨.



El informe emitido por la dirección del Centro neurológico advierte que

el venezolano Reveron Martínez ¨no se quejaba por temor a que le

retiraran el servicio hospitalario¨. Algo que aseguró, sucede en su país.



Agrega el texto administrativo que el enfermero, ¨ha lesionado

gravemente el prestigio de los trabajadores de este Instituto… debido a

que el paciente es residente del hermano país de Venezuela¨.



La respuesta a la denuncia iniciada por la esposa del paciente

extranjero no sufrió la dilatada angustia de la insensibilidad del

sistema. Mediante una sentencia inapelable, el enfermero fue trasladado

a una plaza de menor calificación y remuneración.



Reveron Martínez fue operado de un tumor maligno; su estado de salud se

complicó por una sepsis generalizada que lo mantuvo 20 días en terapia

intensiva. Después de rebasar la gravedad conservó la extranjera suerte

y fue trasladado a la sala de turismo del propio centro hospitalario.



Emilio Sánchez expuso a Cubanet sus argumentos en contra de la acusación.



¨Para empezar, yo no fumo y nunca he tenido una queja por mal servicio o

maltrato a pacientes¨.



El enfermero advierte que no se verificó la declaración del extranjero.

Asegura que no existen testigos oculares en su contra.



¨Nunca trabaje con ese paciente en ninguno de los turnos. La única

relación que tuve con ese señor fue ayudar a la enfermera Ibón a bañarlo¨.



Sánchez afirma que la jefa de la sala de Terapia Intensiva Maylen

Llerena Rodríguez intentó acusarlo por los mismos motivos con un

paciente español. En esa ocasión el enfermo negó haber sufrido maltrato.



El celo por la ética médica para los pacientes extranjeros tiene el

reverso en los deteriorados hospitales públicos municipales.



Cubanos muy pacientes



Osvaldo Echasabal Rivero de 48 ingresó con dolores abdominales y

vómitos, no precisamente en una sala hospitalaria de turismo.



Como cubano residente en Centro Habana, le corresponde uno de los

hospitales más deplorables de la capital, Freyre de Andrade, conocido

por Emergencias.



Echasabal confiesa estar vivo por milagro.



¨Si mi esposa no llega me muero en la cama y nadie se entera¨, expresa

todavía asustado.



La licenciada en enfermería Sara Isabel González, de la sala H donde se

encontraba el enfermo, le suministró ¨en bolo¨ por vía intravenosa un

ámpula de Gravinol mezclada con Cimetidina.



Ambos medicamentos se administran por separado en un tiempo de 5 a 10

minutos. La forma conocida en el argot medico como ¨en bolo¨, no llega

al minuto.



Las consecuencias aparecieron de inmediato, Osvaldo se puso pálido y

comenzó a sudar. La hipertensión violentó su organismo y registró una

extrasístole ventricular y 145 de ritmo cardiaco.



Cuando Idalmis, esposa del paciente y enfermera de oficio solicitó ayuda

médica, la enfermera iba rumbo a una actividad festiva en el hospital,

motivo de su premura.



En esta ocasión el desprendimiento de los valores éticos describió la

realidad de los centros hospitalarios para cubanos.



Idalmis González Castillo declaró a Cubanet que presentó la queja ante

la dirección del hospital. Acusó a la enfermera Sara Isabel González de

maltrato y negligencia médica.



¨Se reunió conmigo el director del hospital Manuel Blanco y la jefa de

enfermería Liset López. La única explicación que nos dio el director

sobre los maltratos y negligencia de la enfermera fue que ella era así…

Para ellos todo fue un mal entendido¨.



Sara también expuso sus argumentos a Cubanet. Expresó que solo respondía

preguntas de la prensa oficial porque la prensa independiente la había

denunciado en ocasión anterior.



Al matrimonio nunca le ofrecieron la prometida respuesta sobre las

medidas administrativas contra la enfermera. La denuncia sirvió para

extender el historial de maltratos de una enfermera con mal carácter.



Minutos después de la reunión, Osvaldo fue expulsado del hospital

simulando el alta médica bajo el falso diagnóstico de mala digestión.



Una semana después fue ingresado de urgencia en el hospital Joaquín

Albarrán, conocido como Clínico de 26, donde permaneció convaleciente

por 3 meses. Le diagnosticaron un estreptococo beta hemolítico y

Escherichia coli.



Dentro de los elementos para establecer las demandas por negligencias

médicas existe la doctrina del Res ipsa loquitur. Su significado, La

cosa habla por sí misma, resume las diferencias de los servicios médicos

para cubanos y extranjeros.



Source: Pacientes extranjeros, y cubanos… muy pacientes | Cubanet -

http://www.cubanet.org/destacados/pacientes-extranjeros-y-cubanos-muy-pacientes/

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