jueves, 19 de junio de 2014

El 68 % de cubanos en Miami favorece restablecimiento de relaciones con Cuba

Encuesta, Exilio, Embargo



El 68 % de cubanos en Miami favorece restablecimiento de relaciones con Cuba

El estudio, que lleva años realizándose, y que demuestra un cambio

demográfico y político, vuelve a levantar polémica

Redacción CE, Madrid | 18/06/2014 12:55 pm



Décadas atrás, corrió por Miami el rumor de que el entonces gobernante

cubano Fidel Castro había muerto. La "bola" creció por horas y un

programa en una emisora de radio de la ciudad abrió los micrófonos.

Llovieron las llamadas de oyentes que "confirmaban la información". Uno

llegó a decir que lo habían llamado desde Washington DC, y que en la

Oficina de Intereses en la capital estadounidense estaban quemando

documentos. "El humo sale por las ventanas", dijo. De pronto apareció un

cable de la Associated Press, que daba cuenta que la noche anterior

Castro había asistido a una recepción en la Embajada de México en La

Habana. La conductora del programa lo leyó, pero a continuación enfatizó

que ella no creía en las agencias de cable, porque todas "eran

comunistas". A partir de ese momento, todos los que llamaron se

limitaron a decir que, efectivamente, las agencias cablegráficas eran

"nidos de comunistas".

Hoy la emisora de radio ha cambiado de nombre, por otro sin referencia

alguna a Cuba; la presentadora falleció hace muchos años y las agencias

de cables siguen enviando informaciones. Ah, y Fidel Castro está vivo.

Durante años también, una encuesta que realiza la Universidad

Internacional de la Florida (FIU) ha encontrado las mismas reticencias y

sospechas en cierto sector de la comunidad exiliada de esta ciudad. No

es, por otra parte, que los resultados del sondeo vayan a producir

cambios inmediatos. Es simplemente una tendencia arraigada en un círculo

de poder del exilio, a negarse a escuchar informaciones que no resultan

gratas.

Ello, por supuesto, no excluye la posibilidad —mejor sería decir la

necesidad— de analizar los resultados obtenidos en la medición, pero a

partir de reconocer tanto que el estudio lleva años realizándose, y que

demuestra un cambio demográfico y político, no solo en el sur de la

Florida como en la nación, así como sus límites.

Los cubanoamericanos en el condado de Miami-Dade apoyan la

flexibilización de la política de línea dura adoptada por Estados Unidos

contra el gobierno cubano durante la guerra fría. Incluso una mayoría

está dispuesta a aceptar una relación más estrecha entre los dos países,

según un sondeo.

Esta mayoría está a favor de restablecer relaciones diplomáticas con

Cuba y eliminar todas las restricciones de viajes a la Isla, expresan

los datos dados a conocer el martes en esta ciudad, informa notimerica.com.

El 68 % de los encuestados favorece el restablecimiento de relaciones

diplomáticas con Cuba y el mantenimiento o ampliación de las relaciones

de negocios entre ambos países, en especial la venta de medicinas (82 %)

y de alimentos (77 %).

Los datos muestran que los inmigrantes cubanos que han llegado

recientemente, y los más jóvenes, están más interesados en una relación

más fluida con la Isla, que quienes arribaron en las primeras olas

migratorias a partir de 1959.

El FIU Cuba Poll, como se le conoce a este estudio desde que comenzara

en 1991, reportó que el 71 % de todos los encuestados cree que el

embargo "no ha funcionado nada" o "no ha funcionado muy bien", aunque

solo el 52 % favorece eliminarlo, según lo publicado en El Nuevo Herald.

Sin embargo entre los votantes registrados, la relación se invierte y el

49 % se opone a mantener el embargo, mientras el 51 % lo apoya.

Estas cifras expresan una diferencia menor, entre ambas posiciones, que

las de una encuesta del Miami Herald publicada la semana pasada, en la

que el margen era de 56 %-36 %, a favor del embargo, entre los votantes

cubanos entrevistados.

El estudio de FIU fue realizado por los profesores Guillermo J. Grenier

y Hugh Gladwin, con una muestra de mil cubanos residentes en el condado,

sin diferenciar si eran votantes registrados o no. La empresa

encuestadora a la que el Miami Herald encargó su estudio, Bendixen &

Amandi International, trabajó con una muestra más pequeña, de 305

votantes cubanos, y un margen de error de 4.6 puntos.

Aunque en ambos casos se trata de encuestas telefónicas, donde se

seleccionó al azar a los entrevistados, la de Bendixen & Amandi tomó

como muestra la lista de votantes de Miami-Dade, mientras que FIU llamó

aleatoriamente a residentes del condado y les pidió autoidentificarse

como ciudadanos o no, y luego como votantes registrados o no registrados.

Sobre la creciente oposición al embargo, los investigadores de FIU

señalaron que esta responde no solo a "la frustración de los exiliados

sobre la incapacidad de esta medida de generar cambios en la Isla" sino

también "al profundo cambio demográfico" en la composición de la

población de origen cubano que reside en Miami, de acuerdo a lo

publicado en El Nuevo Herald.

Actualmente más de un tercio de todos los cubanoamericanos residentes en

el condado de Miami Dade llegaron a partir de 1995, pero solo el 31 por

ciento de estos son votantes.

Se trata de una "recubanización de Miami", que según Grenier, profesor

de sociología de FIU, traerá cambios importantes en la política, una vez

que los recién llegados puedan votar.

El estudio de FIU fue financiado por el Grupo Trimpa, una firma

consultora con sede en Denver que promueve el cambio social, y Open

Society Foundations, que financia causas de políticas públicas.

Grenier ha indicado que los resultados podrían llevar al Gobierno de

Barack Obama a revisar la política de EEUU hacia Cuba, permitiendo más

viajes y actividad comercial para ayudar al emergente sector privado.

"No hay razón para seguir temiendo a la reacción política sobre la

política hacia Cuba", dijo Grenier a la agencia Reuters en una entrevista.

Disminuye el apoyo al embargo

El apoyo al embargo ha ido disminuyendo casi hasta la mitad desde la

primera edición de la encuesta de FIU en 1991. En ese año el 87 % de los

encuestados estaba a favor de esta política. Sin embargo, a partir de

2008 crece la tendencia opuesta, cuando el apoyo disminuyó hasta el 45

%. La cifra escaló al 56 % en noviembre de 2011, pero volvió a descender

hasta los números actuales.

Un patrón histórico similar sigue el apoyo a los viajes sin restricciones.

En esta edición del sondeo, el 69 % de los encuestados —y entre ellos el

58 % de los votantes— favorece la eliminación de las restricciones de

viaje a todos los ciudadanos y residentes permanentes en EEUU.

Por otra parte, el 63 % de todos los encuestados y el 70 % de los

votantes registrados también está de acuerdo en mantener a Cuba en la

lista de los países que apoyan el terrorismo.

Solo la mayoría de los jóvenes, entre 18 y 29, el 65 %, cree que Cuba

debe ser eliminada de esta lista que incluye a Irán, Sudán y Siria, lo

que según los investigadores responde a que los cubanos quieren

incrementar los contactos pueblo a pueblo sin dejar de hacer presión al

Gobierno.

La actual política migratoria hacia los cubanos cuenta también con un

amplio respaldo. La política de "pies secos-pies mojados", que da

entrada al país a quienes pisan su territorio pero la impide a quienes

son interceptados en el mar, es apoyada por el 63 % en total, el 77 % de

los más jóvenes y el 71 % de los ciudadanos que no están registrados

para votar.

La Ley de Ajuste cubano obtuvo cifras aún más favorables, del 86 %. Los

resultados son consistentes en los distintos grupos pues tanto el 92 %

de los inmigrantes más recientes como el 64 % de quienes llegaron entre

1959 y 1964 la respaldan, así como el 80 % de los votantes registrados.

Las cifras muestran como actúan ciertas palabras y conceptos, que tienen

una carga política y hasta emocional en la comunidad cubana. No hay

igual implicación política entre declararse en contra o a favor del

embargo y manifestar que se está de acuerdo con los viajes a la Isla y

el envío de medicinas. No cabe duda que desde criterios políticos hasta

el temor en una comunidad tan polarizada, y con una carga ideológica y

política tan intensa, como es el exilio de Miami, ha influido en las

respuestas.

Se puede afirmar entonces que se mantiene una diferencias entre los

aspectos prácticos y del día a día, en la relación entre los cubanos que

viven en ambas orillas, y las posibles implicaciones de declararse a

favor o en contra del embargo, aunque sea a través de una llamada

telefónica.

Los candidatos políticos y su posición con respecto a Cuba

El 64 % de los votantes consideró "muy importante" o "moderadamente

importante" la posición de un candidato político hacia Cuba, a la hora

de decidir su voto. No obstante, Grenier explicó que no se preguntó

sobre otras prioridades, por lo que es posible que la significación del

tema cubano para los votantes varíe en dependencia del contexto de las

preguntas.

Según esta encuesta, el 53 % estaría dispuesto a votar por un candidato

que propusiera restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba.

La distribución de las respuestas varía ostensiblemente por edad y año

de llegada: solo el 41 % de los votantes que llegaron en los primeros

años de la década del 60 del siglo pasado y el 34 % de los mayores de 65

años dijeron que era "muy probable" o "algo probable", frente al 62 % de

quienes salieron de Cuba después de 1995 y el 75 % de los más votantes

más jóvenes.

Asimismo, los votantes cubanoamericanos estarían dispuestos a apoyar

candidatos que propusieran reemplazar el embargo con otras medidas, como

el apoyo a los trabajadores por cuenta propia (57 %) o mayor presión

sobre el gobierno cubano en materia de derechos humanos (81 %).

Según Grenier, las respuestas indican que los cubanos en el sur de la

Florida están a favor de intentar nuevas políticas hacia Cuba, siempre

que incluyan medidas de presión sobre el gobierno cubano para lograr

cambios en el país.

De acuerdo con los datos del estudio, solo el 34 % de los votantes

cubanos encuestados manifestaron haber votado por la reelección del

presidente Barack Obama en 2012, lo que contradice a otros encuestadores

que sitúan esta cifra alrededor del 48 %.

En las dos últimas elecciones presidenciales, Obama ganó el condado

Miami-Dade.

Los resultados publicados no permiten conocer cómo varían estas

opiniones en dependencia de si los encuestados nacieron en Cuba o en

EEUU, pues estos datos no han sido tabulados.

Cambios en Cuba

Acerca de la posibilidad de cambios políticos en Cuba, el 34 % de los

encuestados cree que nunca ocurrirán. La generación que salió de la Isla

entre 1959 y 1964 es la más escéptica: la mitad cree que nunca verán los

cambios. Sin embargo, también la mitad, pero de todos los encuestados,

sí prevé cambios en el futuro, en un período comprendido entre los dos

años hasta una década, lo que ilustra la incertidumbre que rodea a la

realidad política del país.

Con respecto a los datos de 2011, se nota una mayor disposición a

invertir en la Isla, si hubiera la oportunidad. En ese año, solo el 19 %

respondió que invertiría en Cuba, frente al 52 % en esta edición.

La encuesta también confirma los resultados de otros estudios acerca de

la distribución de los envíos de remesas. Solo el 48 % respondió que

envía dinero o tiene familiares que envía dinero a Cuba, pero quienes

más remiten (65 %) son los emigrados más recientes y que tienen menos

recursos.

Esta encuesta incluye preguntas semejantes en cada edición, por lo que

permite seguir la evolución de las tendencias políticas de los

cubanoamericanos en el tiempo.

Sobre el financiamiento que la encuesta recibió, por parte de Trimpa

Group y la Open Society Foundation, Grenier negó que estos grupos

influyeran en los resultados de la investigación, como se ha dicho en

esta ciudad.

"Nosotros íbamos a hacer la encuesta de cualquier forma y estamos

contentos de haber recibido el financiamiento. Siempre hacemos las

mismas preguntas, así que sugerir siquiera esta influencia es un

insulto", concluyó.

Resignación y desencanto

Los hallazgos de las encuestas de FIU siempre han generado la polémica y

el rechazo del sector de "línea dura" del exilio, ya que una y otra vez

demuestran la ausencia de un exilio monolítico e intransigente. Aunque

los resultados son tan diversos que cada grupo político puede esgrimir

cifras en apoyo de sus planteamientos.

Lo que denuesta esa diversidad en las respuesta es una especie de

"esquizofrenia", usual en las encuestas —la cual señala Sebastián Arcos,

subdirector del Cuban Research Institute (CRI) de FIU—, pero también la

existencia de un exilio donde cada vez imperan más la resignación y el

desencanto sobre un posible fin inmediato del régimen de los hermanos

Castro, además del aumento en el apoyo a la ayuda hacia quienes viven en

la Isla y las medidas que permiten la venta de alimentos y medicinas.

Voces en contra

Como se esperaba, la más fuerte reacción contraria a la encuesta vino de

voces emblemáticas del llamado "exilio histórico".

La representante federal Ileana Ros-Lehtinen declaró que la encuesta era

"engañosa" y agregó que "levantar las sanciones al régimen totalitario

de La Habana no ayuda a la causa de la libertad de los cubanos".

Ros-Lehtinen no entra en las razones por las cuales considera "engañoso"

el sondeo, al menos de acuerdo a lo aparecido en El Nuevo Herald,

mientras que su conocida posición a favor de las sanciones al régimen de

La Habana es una convicción política —y hasta de fe— que se puede

compartir, pero que no anula la existencia de criterios divergentes,

como muestra el estudio de FIU.

Por su parte, la comentarista radial Ninoska Pérez Castelló expresó su

desacuerdo con esas cifras y afirmó que "en Miami, no existe un solo

político que diga que se opone al embargo y salga electo".

De acuerdo al último sondeo del Miami Herald, el aspirante a la

candidatura demócrata a la gobernación del estado, Charlie Crist,

ganaría el condado por un margen de 12 puntos, por encima del actual

titular republicano Rick Scott, si las elecciones se celebraran hoy.

Crist no solo se ha manifestado en contra del embargo sino ha expresado

su interés en viajar a Cuba.

Diferencias y semejanzas

Sin embargo, lo que más claro evidencian estas dos últimas encuestas no

son las diferencias entre los exiliados llegados entre 1959 y 1964 y los

que arribaron después de 1985, que por supuesto existen.

Las discrepancias fundamentales no radican en el rechazo o el apoyo al

embargo, la inclusión de Cuba en la Lista de Países Terroristas y la

mayor presión sobre el gobierno cubano en materia de derechos humanos,

sino en el restablecimiento de relaciones diplomáticas (Washington no

solo tiene vínculos con países amigos sino también con otros que no lo

son), el mantenimiento o ampliación de las relaciones de negocios entre

ambos países, y en especial la venta de medicinas y de alimentos (77 %).

Cuestiones más cotidianas: las remesas, los viajes a la Isla, las ventas

de alimentos y medicinas y los conciertos en Miami de artistas

residentes en la Isla son desde hace años lo que más interesa a las

nuevas generaciones de cubanos que llegan al sur de la Florida.

No se trata de un enfrentamiento ideológico entre sectores del exilio,

sino de puntos de vista divergentes en aspectos magnificados por el

sector más intransigente. Solo en la posibilidad del restablecimiento de

relaciones entre EEUU y el gobierno cubano estas disimilitudes adquieren

una clara dimensión política.

El estancamiento de la situación en la Isla. La renuencia total a

cualquier tipo de solución negociada, por parte del gobernante cubano,

hace que el mantenimiento del embargo mantenga aún vigencia dentro de

una parte del exilio, pero frente a esta actitud cobra cada vez mayor

fuerza tanto la imposibilidad real e inmediata de que este embargo se

materialice con mayor fuerza, como el hecho de los resultados pobres o

nulos de la medida, en lo que se refiere a un logro de un cambio

democrático en Cuba.

Es también esta falta de una alternativa la que permite entender el

apoyo con el que aun cuenta el mantenimiento del embargo, aunque a

través de diversos sondeos se ha ido reduciendo la cifra de los que

creen que éste ha funcionado.

¿Cambio generacional?

La clave en esta compleja situación no la resuelven estos dos últimos

sondeos —ni fue su objetivo— y radica en si de verdad se materializará

en fuerza política la actitud, los planteamientos y los intereses de las

nuevas generaciones de cubanoamericanos, en especial los llegados a este

país y que no han nacido aquí.

En este sentido, es importante distinguir entre crecimiento de presencia

demográfica y aumento de poder político. Hasta el momento, el cambio

demográfico en el exilio ha tenido poca incidencia en la política hacia

Cuba por parte de Washington.

Tanto por el hecho de que los recién llegados cuentan con un lógico

poder económico limitado en cuanto a los trabajos que desempeñan –y a

los cuales han tenido que adaptarse en un país con otro idioma y al que

llegan con una preparación profesional y académica diferente a la

necesaria aquí para desempeñar labores más especializadas, y por lo

tanto más lucrativas, y sin recursos para convertirse en empresarios—,

como por el hecho de que es un sector del exilio que revierte parte de

sus ingresos en la Isla y no en el país que los acogió, su poder de

cabildeo es prácticamente nulo.

A esto se debe agregar que, en cuanto a figuras políticas, el relevo

generacional se ha producido dentro del llamado "exilio histórico", no

con la entrada en la política local, estatal y nacional de

representantes del exilio más reciente.

Esto reduce al poder del voto la posible influencia que el nuevo exilio

podría tener. Hasta ahora todo hacía pensar que esta incorporación al

país, como ciudadanos estadounidenses —y por supuesto, como posibles

votantes— era limitada y a pasos lentos.

Sin embargo, una información muy interesante aparecida en el blog Café

Fuerte, y que no ha tenido la repercusión que debiera, muestra otro

panorama.

"Más de 30 mil cubanos obtuvieron la ciudadanía estadounidense durante

el pasado año, elevando a un cuarto de millón la cifra de inmigrantes de

la Isla que consiguieron naturalizarse en EEUU en lo que va de siglo,

según estadísticas oficiales", informa la periodista Ivette Leyva

Martínez en Café Fuerte.

"De acuerdo con el Informe Anual sobre Naturalización (Annual Flow

Report 2013), publicado por el Departamento de Seguridad Interna (DHS),

un total de 30.482 cubanos se naturalizaron en el año fiscal 2013, lo

que los sitúa como el sexto grupo nacional con mayor cantidad de

ciudadanías alcanzadas en el período", agrega el artículo de Leyva Martínez.

La cifra de naturalización de personas de origen cubano el pasado año es

la tercera mayor desde 2008, cuando 39.871 nacidos en la Isla cumplieron

con los requisitos de ciudadanía. Este número supera ampliamente el

promedio de inmigrantes legales que anualmente viaja a EEUU bajo los

acuerdos establecidos entre La Habana y Washington en 1994 y 1995.

Adicionalmente, más de 10 mil cubanos llegan cada año a través de la

frontera mexicana o en operaciones marítimas ilegales hacia las costas

de Florida, siempre de acuerdo a Café Fuerte.

El número de cubanos que recibió la ciudadanía desde 2001 se eleva a

250.906, llegando a un cuarto de millón en los primeros 13 años del

presente siglo.

De acuerdo con el Censo 2012, hay 1,8 millones de cubanos residentes en

EEUU, de ellos 1,2 radicados en el estado de Florida, agrega Café Fuerte.

Esto revela que los cubanos que llegan a EEUU no solo regresan en poco

tiempo de visita a Cuba y envían remesas, sino también se hacen

ciudadanos estadounidenses y han adoptado a este país como su lugar de

residencia permanente.

Por supuesto que las cifras no permiten definir cuántos de ellos votarán

en las próximas elecciones, el número que elegirá a cada candidato de

los dos partidos tradicionales o la cantidad que favorece o se opone al

embargo, pero sí indica que el cambio demográfico también tendrá, a

largo plazo, un significado político.

Cambios dentro del "exilio histórico"

Por lo pronto, el factor que ha incrementado el debate sobre el embargo

y los vínculos entre Washington y La Habana no obedece a un cambio

demográfico, producto de los recién llegados, sino a otro dentro de lo

que se podría llamar el exilio tradicional.

Es la insistencia creciente, por parte incluso de conocidas y poderosas

figuras dentro de la comunidad cubana, de explorar nuevas vías que vayan

más allá del vetusto embargo.

En este sentido, estas dos encuestas se constituyen en referencia

estadística que dicho sector incorporará de inmediato a sus demandas.

Así las encuestas actuarán como caja de resonancia —y es lo que más

molesta a sus detractores—, pero es muy difícil que se conviertan en

factores de cambio por sí mismas.

Como en ocasiones anteriores, tendrán un alcance limitado y no hay

muchas posibilidades de que vayan más allá de propiciar el debate sobre

el embargo, mayormente en esta ciudad.

Esto no disminuye un ápice el hecho de que una vez más sale a relucir

una realidad que distintos factores de poder en esta ciudad tratan de

detener o al menos opacar. Los cambios en Cuba son pocos, limitados y se

reducen a ciertos aspectos económicos, pero los del exilio son cada vez

más diversos.



Source: El 68 % de cubanos en Miami favorece restablecimiento de

relaciones con Cuba - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro -

http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/el-68-de-cubanos-en-miami-favorece-restablecimiento-de-relaciones-con-cuba-318566

No hay comentarios:

Publicar un comentario