domingo, 20 de julio de 2014

Pero, ¿de verdad es tan necesario el Mariel?

Pero, ¿de verdad es tan necesario el Mariel?

[18-07-2014 13:05:06]

Elías Amor

Economista



(www.miscelaneasdecuba.net).- Una pregunta que siempre tendrá

alternativas afirmativas y negativas. Yo me decanto por las segundas. Me

propongo explicar por qué.

¿Es un proyecto cubano? O por el contrario, ¿es un proyecto brasilero?



Conviene recordar que los 600 millones de dólares que han servido para

organizar el espacio de 45 kilómetros cuadrados al oeste de La Habana

han venido principalmente de Brasil. Que las labores de planificación y

desarrollo urbanístico la ha realizado Odebrecht, una empresa brasilera,

y que tras la inauguración de las obras por Dilma Roussef y Raúl Castro,

se volvió a solicitar otra ayuda de un importe similar a Brasil. Quedan

pocas dudas del origen del proyecto, aunque la titularidad de la

propiedad, como toda Cuba, es del régimen.



Si ello es así, El Mariel responde básicamente a las necesidades de

Brasil, que declara que quiere aumentar el comercio con Cuba hasta

convertirse en el primer socio del régimen castrista, pero eso es un

enunciado más político que económico. Lo tiene complicado. Entre 2006 y

2013, las exportaciones a Brasil apenas alcanzaron un 2,1% de las

destinadas a América Latina. En cuanto a las importaciones, fueron algo

más elevadas, alcanzando un 8,2% de las procedentes de la región, pero

conviene recordar que esta cifra fue prácticamente la misma que se

comercializó con Estados Unidos. Asombroso ciertamente. Mucho recorrido

tiene por delante el comercio de Brasil con el régimen castrista si

quiere alcanzar cifras como las de Venezuela o Canadá, que son los

principales socios de la región y no se embarcan en este tipo de

proyectos. En todo caso, el Mariel poco podrá ayudar.



Y acaso, el Mariel ¿responde a las necesidades reales de los cubanos?

Vamos a ver. La Zona especial de desarrollo que se plantea en su entorno

pretende especializarse en alta tecnología, productos biotecnológicos,

farmacéuticos, agroindustriales. ¿Realmente esto es lo que necesitan los

cubanos? ¿No sería mejor pensar en bienes de consumo, como alimentos,

vestido, calzado o, en su caso, equipamientos para las viviendas, a la

vista del pésimo estado del patrimonio habitacional? ¿A quién se le

ocurrió que esos deberían ser los sectores a promover en la ZED? ¿Tal

vez a la empresa de gestión procedente de Singapur, PSA Internacional,

que es cierto que regenta otras diez zonas similares a nivel

internacional, pero tal vez le ha faltado una cierta sensibilidad con el

pueblo cubano?



Si, claro, alguien podría afirmar con todo derecho que los 1.000 empleos

que se van a crear en la zona serán un potente estímulo para los

cubanos. De acuerdo, pero ¿sabe alguien qué retribuciones van a tener,

cuáles serán las condiciones contractuales, y lo que es peor, ¿quién

podrá acceder a los empleos ofrecidos y gestionados por la agencia

empleadora del régimen que ya se sabe a quién beneficiará en los

procesos de selección y por qué?



También alguien podrá pensar que esta actuación del Mariel sirve para

que Cuba vuelva a situarse en la zona de comercio de América Latina, de

la que nunca debió despegarse tras la aventura soviética y el

distanciamiento geopolítico con Estados Unidos. Otro error. En la

sociedad del conocimiento y de las nuevas tecnologías en la que ya nos

encontramos desde hace años, entrar a formar parte de una determinada

zona no requiere infraestructuras de esta naturaleza cuyo coste desborda

cualquier planteamiento de rentabilidad. Y el que no crea, que se lo

pregunte a los chinos.



Ahora parece que los rusos, tras la visita de Putin y la condonación de

la deuda con la extinta URSS, se van a quedar con proyectos energéticos

en la zona del Mariel. Parece que se olvidaron de la electricidad y

alguien tiene que encender la luz. Realmente sorprendente. Más aun

cuando Murillo declara que la inversión rusa para la energía no será

suficiente.



Enterrar 1.200 millones de dólares en una actuación faraónica, que no se

sabe muy bien qué objetivos tiene y para que va a servir, parece una

aventura arriesgada más, de las que han jalonado la existencia durante

más de 50 años del régimen castrista.No es difícil identificar

centenares de alternativas mucho más positivas para destinar ese volumen

de dinero. En un sistema democrático, la gestión pública está sometida

al escrutinio de los electores que toman decisiones respecto de sus

gobernantes, a partir de este tipo de actuaciones ruinosas, que pueden

hipotecar para muchos siglos las débiles arcas de la economía. En Cuba,

lamentablemente eso no es posible.



Al final, el régimen castrista es experto en borrar la historia. Tal vez

ese haya sido el objetivo. Pero lo tienen difícil con google. Cuando se

busca "El Mariel" en google, lo que aparece, en las primeras

referencias, no es el megapuerto o la zona especial de desarrollo, sino

el éxodo masivo de los años 80 provocado tras los incidentes de la

embajada de Perú. Mucho les va a costar cambiar el rastro de la verdad

en las nuevas tecnologías. Tal vez no lo consigan nunca. Está bien.



Source: Pero, ¿de verdad es tan necesario el Mariel? - Misceláneas de

Cuba -

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/53c8ff623a682e05b8601e0c#.U8pMU_mSwx4

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