Marina Silva dice que defenderá con fuerza los derechos humanos en Cuba
si llega a la presidencia
AGENCIAS | Río de Janeiro | 18 Sep 2014 - 3:40 pm.
'La mejor forma de ayudar al pueblo cubano es comprender que pueden
hacer la transición del actual régimen a la democracia', afirma.
Marina Silva, una de las candidatas favoritas en las elecciones
brasileñas, dijo el miércoles que si la eligen mejorará las relaciones
con Estados Unidos e impulsará con fuerza los derechos humanos en países
como Cuba.
Silva, quien irrumpió sorpresivamente en la campaña presidencial de
Brasil después que el candidato de su Partido Socialista, Eduardo
Campos, falleciera el 13 de agosto en un accidente de avión, es una
antigua activista de la región amazónica, ha sido senadora y ministra de
Medio Ambiente. En ese cargo, que ejerció entre 2003 y 2013, impulsó
políticas que han ayudado a Brasil a reducir el ritmo de destrucción de
los bosques.
Es la principal rival la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los
Trabajadores, que Silva ayudó a fundar hace decenios. Si triunfa, será
la primera presidenta negra del país,
"Brasil tiene una gran oportunidad de convertirse en un líder global
liderando con el ejemplo", dijo Silva al hablar sobre los derechos
humanos y la protección del medio ambiente. "No podemos cambiar nuestros
valores por razones ideológicas o políticas, o por puro interés económico".
Al preguntársele si mantendría la fuerte inversión y el apoyo político
brasileño a regímenes como el de Cuba, Venezuela, China e Irán, Silva no
respondió directamente. Dijo que el diálogo es esencial con cada uno de
esos países, pero que sus convicciones personales significan que Brasil
levantaría más la voz en la defensa de los derechos humanos.
"La mejor forma de ayudar al pueblo cubano es comprender que pueden
hacer la transición del actual régimen a la democracia, y que no
necesitamos cortar ningún tipo de relaciones", dijo Silva. "Es
suficiente que ayudemos a través del proceso diplomático para que se
defiendan estos valores (de derechos humanos)".
En 2010, la candidata criticó la postura del Gobierno de Luiz Inacio
Lula da Silva ante regímenes como los de Venezuela y Cuba.
"No se puede olvidar el pasado de Cuba antes de la Revolución" dijo,
pero "no se puede aceptar ninguna dictadura, sea de izquierdas o de
derechas, que secuestre las libertades" del ser humano.
En cuanto a Venezuela, afirmó "no puede aceptar de ninguna manera la
supresión de libertades, del derecho de expresión o de las libres formas
de pensamiento".
'Reconstruir la relación' con Washington
La relación de Brasilia con Washington ha sido fría desde hace más de un
año, cuando emergieron las revelaciones de que los programas de
espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) tuvieron como
blancos directos a Rousseff y otros funcionarios brasileños. La NSA
también recabó información sobre miles de millones de llamadas
telefónicas y correos electrónicos que circularon a través de Brasil, un
importante centro de tránsito para los cables de fibra óptica
transatlánticos.
Después de la revelación, Rousseff se convirtió en uno de los críticos
mundiales más enfáticos del programa de espionaje de Estados Unidos y
canceló una visita de Estado que antes había aceptado. La invitación
formal del presidente Barack Obama era la primera a un líder brasileño
en dos décadas.
Silva dijo que el espionaje estadounidense fue un grave error y que
nunca podría tolerarlo, pero agregó que es hora de pasar página.
"Ambas naciones deben mejorar esta situación, reparar los lazos de
cooperación", consideró. "El gobierno brasileño tiene el derecho
absoluto a no aceptar semejante tipo de interferencias. Pero no puede
simplemente permanecer congelado con este problema".
"Vamos a tener la voluntad (...) para reconstruir la relación", añadió
Silva.
La votación presidencial es el 5 de octubre, pero es casi seguro que se
realice una segunda vuelta entre Rousseff y Silva tres semanas después,
ya que se espera que nadie logre la mayoría absoluta en la primera
vuelta de ocho candidatos.
Silva tiene raíces profundas en la política brasileña pero ha sacado
provecho de un clima contra las instituciones, de una exasperada
frustración con el Gobierno manifestada por las enormes protestas
callejeras del año pasado en muchas ciudades para exigir reformas a un
sistema político corrupto e ineficiente.
El encanto de Silva rompe barreras socioeconómicas y raciales, y la
historia de su vida hace conexión con millones que batallan para
conservar los modestos avances logrados con el repunte de Brasil en la
primera década de este siglo.
Parte de una familia de 11 hijos, e hija de un empobrecido recolector de
látex en el remoto estado amazónico de Acre, Silva creció analfabeta.
Caminaba varios kilómetros cada día para recoger látex de árboles desde
el amanecer hasta el anochecer a y ha dicho que con frecuencia que su
familia virtualmente no tenía nada para comer.
Enfermó de malaria en cinco ocasiones y sufrió de leishmaniosis, una
enfermedad que ocasiona úlceras en la piel y otros padecimientos. Cuando
tenía 14 años, murió su madre. A los 16 años fue enviada a la capital
del estado, Río Branco, para ser tratada por hepatitis, y para
finalmente aprender a leer y escribir.
Profundamente religiosa y ahora cristiana evangélica, Silva quería ser
monja. Fue a estudiar a un convento y ahí conoció sacerdotes seguidores
de la Teología de la Liberación.
Fue su despertar político. Se unió al Partido de los Trabajadores en sus
inicios y fue elegida miembro del consejo de Río Branco en 1989. Dos
años después se integró a la Legislatura estatal antes de convertirse en
senadora federal en 1995. El entonces presidente Lula la nombró ministra
de Medio Ambiente cuando asumió el cargo el 1 de enero de 2003.
Silva tiene muchos partidarios entre los jóvenes, los brasileños
instruidos, grupos que llevaron las manifestaciones a su punto más álgido.
Al preguntársele cómo atendería las frustraciones de los manifestantes,
Silva dijo que la situación era a la inversa: los manifestantes
mostraron que la verdadera reforma política en Brasil no vendrá desde
arriba.
"La pregunta es: ¿qué pueden hacer estos movimientos para renovar los
partidos políticos y renovar líderes políticos?", señaló. "No son los
partidos ni los líderes quienes provocarán el cambio. Son los
movimientos lo que nos están cambiando".
Source: Marina Silva dice que defenderá con fuerza los derechos humanos
en Cuba si llega a la presidencia | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1411047654_10455.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario