Racionar la papa en Cuba: ¿una solución?
abril 1, 2015
Dmitri Prieto Samsónov
HAVANA TIMES — Evito y evado las colas de la papa. El tubérculo llega,
por esta época de cuaresma, acompañado de sempiterno potencial de
generar largas colas y provocar broncas, opuestas a cualquier
sentimiento mínimamente cristiano.
Camiones que llegan del campo llenos de sacos de tubérculos terrosos se
posan en los agromercados y van descargando, en lo que la voz se propaga
y la gente va llegando, ocupando espacios, induciendo una consecutividad
matemáticamente probable pero dudosa siempre, pues la cola se va
ensanchando en la medida que se alarga, sus volúmenes de audio van
subiendo, los bicitaxis llegan y salen acompañados de las protestas, las
desesperadas gargantas vocalizan rezongas, la depresión y la tensión se
acumulan, los especuladores a su vez acumulan papas para re-vender, y la
frustración aumenta.
Eso de la papa en Cuba es un verdadero desastre.
Cuando Cuba estacionalmente exportaba papa a la Unión Soviética, esa
papa era reconocible por su color rojizo. Hoy la Unión Soviética no
existe, el rojo no abunda, y la papa se extingue.
El año pasado disfruté un par de veces de la papa, que compré a buen
precio a una revendedora.
Este año no sé qué pasará. Soy trabajador, y sinceramente me molesta y
me deprime perder tiempo en la apoteósica cola de la papa.
Antes la papa venía normada, por la libreta de abastecimiento.
Después esa norma fue "quitada", síntoma de actualización del modelo y
de nuevas oportunidades comerciales.
Hoy, la papa es difícil de conseguir, y quienes la venden oficialmente
despachan sólo 10 libras por persona (por lo menos aquí donde yo vivo).
En mi criterio, si el gobierno quisiera tomar un gesto popular, como
para mostrar que nuevamente están del lado de los humildes, tal gesto
podría ser volver a normar la papa.
No deberían ni siquiera bajarle el precio: sólo normarla, ponerla por la
libreta, digamos 10 ó 5 libras al mes, a 1 peso MN la libra, que es lo
que se usa oficialmente.
Así, las grandes mayorías accederían al tubérculo sin tener que hacer
tanta cola, pues comprarlo estaría aparentemente garantizado
(aparentemente: hoy pasa con el pollo normado por la libreta que a veces
no alcanza; pero de todos modos, los pugilatos del pollo por cuota no
son tan densamente agresivos como los de la papa "liberada").
Pero seguro aparecerá algún/a oportunista con el discurso enfantasmante
de que si la ponen por la libreta la gente la revenderían más caro para
hacer dinero.
¿Acaso ahora no se revende? ¿Acaso no se dan cuenta que de por sí no
alcanzaría? ¿Y de que si alguien tendría necesidad de revender las 10
libras de papa que le tocarían por la libreta, es porque es una persona
muy desaventajada en lo social, y eso sería una (otra) de las miserable
oportunidades hoy disponibles oficialmente para sobrevivir?
¿Aun en la suposición de una improbable sospecha, si la revenden a
partir de la venta por libreta, no sería una re-venta con beneficios más
equitativamente distribuidos –favorables a las grandes mayorías, todas
con acceso a su dosis del terroso tubérculo-, que como resulta la
re-venta de hoy? Tales argumentos ya sé que apestan.
Como apestaría el argumento de que la papa no se puede normar, pues ello
rompería la lógica de la actualización del modelo, de la quitadera de
gratuidades, de la economía de mercado, y demás blablás del academicismo
neoliberal cubanícola en ciernes. Cualquier persona sensata entiende que
en una sociedad verdaderamente "próspera y sustentable" debe haber papa
para todo/as y a un buen precio.
Para mí, el sistema de distribución de productos del agro (incluyendo
mercados mayoristas, los agro-mercados y las bodegas, donde la libreta
se materializa en mercancías) debe convertirse en Cuba en una
cooperativa de consumidores.
Pero han optado por otra "solución": apoyarse en cooperativas compuestas
por socios que operan los grandes mercados concentradores, en acopios
estatales, y en intermediarios privados.
En una economía desabastecida, tales emprendimientos aumentan el
desbalance, pues el estatismo es necesariamente ineficaz e inicuo, y si
se le pone algo de capitalismo, se vuelve más inicuo aún.
Sólo el poder democrático "desde abajo" puede redistribuir
equitativamente los bienes "liberados".
Todo tipo de bienes: incluida la papa.
Source: Racionar la papa en Cuba: ¿una solución? - Havana Times en
español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=104968
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