domingo, 24 de mayo de 2015

La piñata a 90 millas y tres verdades

La piñata a 90 millas y tres verdades
ANÓLAN PONCE

Con diez cañones por banda,/ Viento en popa, a toda vela,/ no corta el
mar, sino vuela/ un velero bergantín...

Este conocido verso de José de Espronceda, escritor español del siglo
XIX, quizás sea muy apropiado para describir el rápido avance ahora del
destartalado velero del régimen castrista, ya que últimamente, parece
que vientos muy favorables a su ruta están soplando su popa. Las cosas
parecen irle tan bien a Raúl Castro que contrario a lo que dijo al Papa
Francisco en Roma, parece que ¡ya ha comenzado a rezar!

Al menos esa es la impresión que nos deja su fotografía publicada
recientemente en este periódico en la cual Raúl despide al primer
ministro francés, François Hollande, con las palmas de las manos unidas
sobre el pecho y los dedos apuntando al cielo, el signo universal de
plegaria o súplica. En realidad no tiene que rezar ni suplicar. En la
actualidad, el mundo acepta a los Castro como son y hasta tienen la
bendición papal.

Ya no se habla de derechos humanos; el clamor por ello ha sido ahogado
por la estrepitosa estampida de dignatarios y grandes y pequeños
empresarios que acuden a Cuba ahora buscando sacar algo de la piñata que
hace estreno a 90 millas de los Estados Unidos. Porque en un país con
carencia de todo, cualquier negocio, grande o pequeño, puede generar
ganancias.

¿Se enamoró usted en Cuba y quiere saber si su paramour lo engaña? Usted
puede resolver el problema a través de una agencia detectivesca que ya
tiene agentes autorizados en Cuba. ¿Quiere enterrar a alguien en la Isla
o trasladar los restos de un ser querido para el suelo patrio porque,
como ridículamente anunciaba recientemente una funeraria de Miami, "no
quiere que sea enterrado entre extraños que no hablan su idioma"? ¡Usted
puede ser complacido! ¿Tiene necesidad de transplantar sus árboles
frutales, mango, papaya, aguacate y mamey para su nueva hacienda en
Cuba? ¡No se desanime! Quizás muy pronto, inspirado por el tape cómico,
"El día que cayó Fidel", de Guillermo Álvarez Guedes, alguien también
ofrezca este servicio.

La creatividad capitalista es loable, pero sobrepasa los límites de la
decencia y la moral cuando apoya la injusticia y la obliteración de los
derechos humanos. Y en este furor por futuras ganancias, no solo estos
han sido ignorados, sino también la vileza de los hermanos Castro.
Porque los viles son ahora los exiliados cubanos que se oponen a
negociar con el régimen castrista y defienden no solo los derechos
humanos de los cubanos sino también el embargo norteamericano, el único
recurso existente para imponer su negociación. Ese embargo que se dice
es inconsecuente y que no ha funcionado, pero Raúl Castro exige que se
le levante.

Por ello, los acólitos del régimen y de la nueva política de
acercamiento se esfuerzan por representar al pueblo cubano como víctima
del embargo cuando en realidad de quien es víctima ese pueblo es del
régimen totalitario de los Castro; y atacan al exilio patriótico que
apoya el embargo, acusándolo de estar motivados por absurdas e
irrisorias razones como es prevenir la competencia de negocios en una
futura Cuba capitalista similares a los de ellos en los Estados Unidos.

Una verdad se impone. El gran caudal monetario cubano americano que
apoya el embargo norteamericano proviene de exitosos hombres y mujeres
del mundo de los negocios que representan diversos campos empresariales.
Todos poseen los conocimientos y el capital necesario para instalar
importantes negocios en Cuba y triplicar sus fortunas; pero para ellos,
aliarse a los Castro ¡no es una opción! Firmes en sus convicciones y
convencidos que no habrá cambio con los Castro en el poder, defienden
los principios democráticos que les han permitido el éxito en los
Estados Unidos y quieren para sus hermanos en la patria abandonada.

Y otra verdad. Miles de cubanos han llegado al sur de la Florida desde
el 17 de diciembre, fecha del anuncio de la nueva política. Es obvio que
ellos tampoco creen en un cambio en Cuba con los Castro en el poder. No
conocen de derechos humanos, ni de pluripartidismo o democracia; pero se
han lanzado al mar en frágiles embarcaciones, desafiando las temibles
aguas del golfo, porque quieren libertad para dar a sus hijos una vida
mejor y un futuro de abundancia, a cambio de la equitativa remuneración
de sus labores. Es justo. Pero ellos saben que estas aspiraciones jamás
se harán realidad en la Cuba de los Castro.

También lo saben los arquitectos y promotores de esta nueva farsa; pero
insisten en darle a los Castro base por bolas por puro interés
económico. Simplemente dicho, quieren agarrar algo de esa piñata que
está al reventar a 90 millas de los Estados Unidos. ¡Esa es la tercera
verdad!

AnolanPonce@aol.com

Source: ANÓLAN PONCE: La piñata a 90 millas y tres verdades | El Nuevo
Herald El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article21706437.html

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