Lineamientos: la prolongación del timo
MIRIAM CELAYA, La Habana | Marzo 01, 2016
A pocas semanas del muy anunciado VII Congreso del Partido Comunista de
Cuba (PCC), y transcurrido todo un lustro desde que se aprobaran los
Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la
Revolución, el 18 de abril de 2011, solo el 21% de los 313 han sido
"implementados", en tanto el 77% "se encuentra en proceso" de
implementación.
Estas cifras se dieron a conocer durante el XIII Pleno del Comité
Central del PCC ( Granma, 15 de enero de 2016, primera plana), en el
marco de la "evaluación de los documentos que serán debatidos" en el VII
Congreso, aunque la información no especifica cuáles son los
Lineamientos ya aplicados, en qué esfera de la vida del país se pueden
apreciar sus resultados, cuáles están "en proceso" ni cuánto tiempo se
invertirá en la consumación completa de aquella especie de guía
teórico-espiritual destinada a "garantizar la continuidad e
irreversibilidad del Socialismo, el desarrollo económico del país y la
elevación del nivel de vida de la población, conjugados con la necesaria
formación de valores éticos y políticos de nuestros ciudadanos", según
reza textualmente en el texto de la Resolución aprobada en el VI Congreso.
Cinco años después el desarrollo económico del país sigue siendo una
aspiración inalcanzable, el nivel de vida de la población es cada día
más bajo y lo único que se va tornando irreversible es la pobreza y la
pérdida de valores en la sociedad. Pocos cubanos tienen alguna idea del
contenido de los Lineamientos y prácticamente ninguno está interesado en
ellos. Si bien aquellos 313 puntos fueron en su momento lo más parecido
a un programa de Gobierno, los cubanos comunes tienen en sus propias
agendas individuales, apenas dos Lineamientos muy específicos –no
necesariamente excluyentes entre sí– que han estado cumpliendo sin
necesidad orientaciones del PCC y que no están contenidos en los del
texto oficial: sobrevivir y emigrar.
Sin embargo, pese al tedio que provoca la cantinflesca sintaxis de los
documentos oficiales, su lectura y análisis resulta imprescindible si se
quiere seguir con algún grado de aproximación la errática travesía de
ese bajel en pleno naufragio, todavía apodado Revolución cubana. De
hecho, los Lineamientos, que el general-presidente presentó en su
momento como la receta para el éxito de la tan cacareada actualización
del modelo, son actualmente la constancia escrita de la irreversibilidad
de la crisis del socialismo al estilo Castro.
Basta repasar los acápites I y II relacionados con la economía interna
–Modelo de Gestión Económica (Lineamientos 1 al 37) y Políticas
Macroeconómicas (Lineamiento 38 al 71), respectivamente– para comprobar
la incapacidad de lograr avances basando la renovación del "modelo"
obsoleto en el ya malogrado principio de la planificación estatal
centralizada, de espaldas a los mecanismos naturales del mercado.
Ahora bien, siguiendo un principio lógico se podría suponer que los
Lineamientos se hubiesen estructurado siguiendo un orden de prioridades,
tomando en cuenta en primer lugar las cuestiones más urgentes a
solucionar para comenzar a superar los agudos problemas de la realidad
cubana actual. Es decir, lo racional sería asumir que los primeros
Lineamientos en enunciarse debieron ser igualmente los primeros en
implementarse.
Pero en la práctica no ha sido así. Aunque, en rigor, hay que apuntar
que tampoco se han solucionado en lo absoluto otros problemas de máxima
urgencia y que aparecen enunciados hacia el final de la lista. Por
ejemplo, la política para el transporte se formula en el acápite número
X (Lineamientos 269 al 286), en tanto el XI, y penúltimo, contiene un
tema tan peliagudo y apremiante como el de las viviendas (Lineamientos
292 al 299).
De los referidos 313 Lineamientos y de su demostrada ineficacia se
podría estar hablando infructuosamente hasta el final de los tiempos,
aunque en realidad ningún cubano con un mínimo de sentido común cifró la
menor esperanza en aquella abultada declaración de intenciones del
Gobierno. Tampoco el general-presidente pudo haber sido tan cándido como
para creerse su propio timo. En realidad, los Lineamientos nunca han
pasado de ser el guion de una pantomima gubernamental para entretener a
la opinión pública y ganar tiempo. Más aún, se puede anticipar sin
ningún margen de error que, dada su irrelevancia, en el ya próximo VII
Congreso del PCC no habrá siquiera un informe detallado o un balance
sobre el cumplimiento de ese insignificante (y dudoso) 21% de
Lineamientos aplicados hasta ahora.
Hoy, cuando el costo de la vida continúa su indetenible carrera en
ascenso haciendo irreconciliables las diferencias entre el poder
adquisitivo de los cubanos y los precios de los alimentos y de los
artículos de primera necesidad, y mientras se intensifica el
proxenetismo gubernamental vendiendo a Cuba –cual hermosa, pero pobre
prostituta– al mejor postor extranjero, siempre que la pague en divisas
contantes, habría que preguntar al general-presidente cuándo se
implementará al menos el Lineamiento 55, aquel que finalmente unificaría
en una sola las dos falsas monedas que distinguen a los cubanos en dos
grupos bien definidos: los que tienen y pueden, y los que no. Una
distorsión cuya única finalidad actual es enmascarar la colosal
inflación que se vive en la Isla y de la que no se propuso solución en
ninguno de los 313 Lineamientos.
Source: Lineamientos: la prolongación del timo -
http://www.14ymedio.com/opinion/Lineamientos-prolongacion-timo_0_1953404653.html
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