Con vuelos regulares, "una escapada de fin de semana a Cuba es una
posibilidad real"
Agencias
El jefe de la corresponsalía de AP en La Habana viajó a Miami en un
chárter y regresó en el primer vuelo comercial programado en 55 años
¿Cómo cambia ese histórico paso el panorama de los viajes entre ambos
países?
Me tomó una hora y un cheque por 330 dólares adquirir el boleto azul
impreso de ida para mi vuelo chárter de La Habana a Miami, el último de
su tipo que tomaré.
El proceso de documentación fue de casi dos horas en una larga fila que
estuvo cerca de rebasar las puertas de la terminal. Apenas logré abordar
mi vuelo del domingo, el cual dura apenas 45 minutos.
Volví a Cuba el miércoles en el asiento 4B, en el primer vuelo comercial
desde Estados Unidos en más de medio siglo. El boleto electrónico me
costó 98,90 dólares y me tomó menos de tres minutos comprarlo en el
sitio web de JetBlue. Por 35 dólares más, empaqué 45 kilogramos (100
libras) adicionales de artículos que son casi imposibles de obtener en
Cuba: azulejos de porcelana para la cocina, bandejas para cubos de
hielo, un vestido de diseñador para mi prometida.
Multipliquen esas cifras por casi 300 vuelos semanales y se tienen las
bases de un cambio radical en las relaciones entre Estados Unidos y
Cuba, tal vez el más importante desde que Raúl Castro y Barack Obama
declararon el descongelamiento de las relaciones hace casi dos años.
Luego de más de 50 años sin servicio de transporte aéreo regular, los
cubanos podrán visitar familiares en Estados Unidos en las mismas
aerolíneas comerciales que ofrecen servicios al resto del mundo. Se
acabaron los tiempos de pasarle una "propina" a un agente del gobierno
tan solo para que te permita adquirir un boleto de avión de más de 500
dólares para el corto trayecto a Miami. Ya no habrá nadie que pese tu
equipaje en el trayecto de regreso y te cobre 2 dólares por cada medio
kilo (una libra) adicional al límite de 4,5 kilogramos (10 libras).
"Es algo muy importante y ya somos miembros de JetBlue", me dijo Neta
Rodríguez, una abuela del sur de Florida, mientras hacíamos fila para
documentar la mañana del miércoles. "Lo puedes comprar desde la
comodidad de tu casa. No quieres saber cuánto me gasté para viajar a
Cuba durante todos estos años".
Para los estadounidenses, el engorroso proceso de viajar a Cuba
repentinamente se liberó de obstáculos. Un afidávit federal se convirtió
en una casilla a la que hay que dar clic en el sitio web de la
aerolínea. Se pueden adquirir las visas cubanas en los aeropuertos
estadounidenses. En un instante, una escapada de fin de semana a Cuba es
una posibilidad real para millones de estadounidenses. En diciembre uno
podrá volar directamente a La Habana desde Houston, Los Ángeles y Nueva
York, además de los puntos de partida más evidentes como Fort Lauderdale
y Miami.
La creciente clase de cubanos y cubanoestadounidenses que dividen sus
vidas entre las dos naciones, podrían convertir algún día los vuelos
diarios entre Miami y La Habana en el equivalente caribeño del circuito
Nueva York-Washington D.C.
A bordo del vuelo del miércoles desde Fort Lauderdale se vivió un
ambiente festivo y matizado con imágenes de una era en la que Cuba era
el escape predilecto para los vacacionistas estadounidenses. Una
agrupación tocó música cubana en la puerta de abordar. Un cartel
conmemorativo del nuevo destino de JetBlue muestra a una pareja
enfundada en trajes típicos mientras baila alegremente.
El secretario de Transporte, Anthony Foxx, y el director general de
JetBlue, Robin Hayes, viajaron hasta adelante y mediante el altavoz
hablaron a los entusiasmados pasajeros que ondeaban pequeñas banderas
cubanas.
Muchas de las personas a bordo del Airbus A320 con capacidad para 150
pasajeros eran periodistas y miembros de JetBlue. Un buen número de los
que no eran reporteros o empleados de la aerolínea no tenían idea que
viajaban en un vuelo histórico y quedaron atónitos mientras Foxx daba
una breve charla sobre lo que describió como un paso importante en la
política de normalización de relaciones de Obama.
Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos insisten públicamente en que la
prohibición legal formal al turismo por parte de Estados Unidos sigue
siendo una barrera considerable para los visitantes estadounidenses, ya
que los obliga a comprometerse en una de las 12 categorías de
actividades aprobadas legalmente, entre las que se incluye el viaje
educativo para encuentros de "persona a persona". En privado, la mayoría
reconoce que el gobierno de Obama ha convertido la prohibición al
turismo en una ficción legal.
Los estadounidenses ya no están obligados a viajar en grupos encabezados
por guías de Estados Unidos que trabajan para las compañías de viajes
del gobierno cubano, lo que hace imposible de aplicar cualquier
requisito para viajar. Más evidente aún es que algunas de las nuevas
rutas desde Estados Unidos vuelan a centros turísticos en los que se
pueden encontrar playas de arena blanca, mojitos fríos y hoteles todo
incluido, administrados por el gobierno, pero no muchas actividades
educativas.
Además de las playas, la ironía de la apertura de Obama a los viajes a
Cuba es que les permite a los aventureros estadounidenses volar
directamente a Cuba y recorrerla por sí solos, libres de los guías de
turistas del gobierno y de los choferes de autobús que se aseguran que
se apeguen a los itinerarios aprobados por el gobierno.
Keane Daly y Taimairie Locke, ambos de 25 años, estaban en mi vuelo y
listos para un viaje mochilero de una semana alrededor de la isla,
disfrutar los paisajes y, de manera educativa, practicar su español.
Reservaron su primera noche en Airbnb. Después, improvisarán.
"Ya veremos a donde nos lleva el mundo", comentó Locke.
(Michael Weissenstein es jefe de la oficina en La Habana de The
Associated Press desde julio de 2014)
Source: Con vuelos regulares, "una escapada de fin de semana a Cuba es
una posibilidad real" -
http://www.martinoticias.com/a/vamos-a-cuba-el-fin-de-semana-con-los-vuelos-regulares-pronto-sera-posible/129052.html
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