'Cuando sea grande quiero tener un oficio próspero y sostenible'
JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana | 26 de Octubre de 2016 - 08:08 CEST.
"Cuando sea grande quiero tener un oficio próspero y sostenible". La
frase, combinación de ironía y choteo, la dice Adián, de 14 años, ante
su madre y un grupo de amigos que intentan conectarse a la WiFi del
parque Córdova, en La Víbora.
Preguntados sobre por cuáles caminos optarán cuando terminen la
Secundaria Básica, un grupo de adolescentes de distintos barrios de La
Habana componen la fotografía de una generación desesperanzada por la
falta de perspectivas.
"Terminaré el Preuniversitario por complacer a mi abuela, pero realmente
estoy estudiando para ser un buen sacerdote de Ocha", afirma Fernando,
de Lawton. "Voy a ser Oluo (babalawo), no porque esta religión se haya
convertido en negocio, sino porque me gusta".
"Ninguna de las carreras que hoy existen y para las cuales creo tener
vocación tiene futuro aquí", añade Fernando. "Me hubiese gustado mucho
ser informático, pero después de que te gradúas en la UCI (Universidad
de Ciencias Informáticas) dónde consigues un buen trabajo del que puedas
vivir sin 'inventar' y que permita ser creativo. Para arreglar
computadoras, piratear dispositivos o hacer páginas web ya no es tan
necesario titularse".
Carreras vocacionales como la Medicina, la Informática o el Magisterio
fueron convertidas por el Gobierno en especialidades masivas como parte
de la "Batalla de ideas". Según Fidel Castro, esto iba "a elevar el
nivel cultural de la población y su calidad de vida".
La madre de Adián, licenciada en Bibliotecología, sabe que la expresión
de su hijo "está lejos de ser ingenua".
"Nuestros hijos se percatan de las consecuencias de esos programas de
masificación que solo consiguieron traer mediocridad y hacer caer los
niveles culturales", dice.
"El Estado se ufana, por ejemplo, de que más del 60% de los estudiantes
de la UCI se incorporan a proyectos productivos e investigativos de
software en interés de la sociedad. Pero dónde están los resultados y
productos de esos 'encargos' en beneficio de la sociedad. Es además una
afirmación tremendamente incongruente por parte de un Gobierno que
rechaza el acceso a internet como derecho humano y en un país donde solo
un cinco por ciento del pueblo tiene acceso a internet", critica.
¿Formación vocacional?
Roxana Beatriz, de Romerillo, "quería ser educadora de círculo infantil"
porque le encantan los niños.
"Pero da pena el estado de los círculos infantiles y apena más que una
maestra, como lo fue mi abuela, no pueda vivir de su salario", señala.
"Me graduaré del Preuniversitario, pero después trabajaré en un círculo
infantil privado, donde pagan el triple de lo que puedas ganar
trabajando para el Estado. En el tiempo libre estudiaré algún idioma y
sacaré la licencia de conducción para estar preparada. Mis primas de
Florida me ayudarán a coger cursos de peluquería y maquillaje
internacional. Ese es el futuro que veo para mí porque graduarse en Cuba
ya no tiene mucho sentido", opina.
La asignatura Formación Vocacional está incluida en los programas de la
enseñanza secundaria. Sin embargo, Héctor, del Reparto Eléctrico, dice
que "nunca" ha tenido una sola sesión.
"Ni siquiera sé en qué consiste Formación Vocacional. En el horario
escolar está programada los miércoles, pero ese es el único día, en tres
años, que no hemos tenido clases por las tardes", dice.
Cuba se encuentra entre los países con más elevado nivel de
escolarización, pero la debacle económica hizo que muchos maestros
migraran hacia otras profesiones, implicó una reducción de la calidad de
la enseñanza y un consecuente decrecimiento de los niveles culturales.
Un Gobierno, empeñado en limitar la iniciativa privada prácticamente al
sector de los servicios, le ha restado margen a la creatividad y al
desarrollo de las vocaciones.
El relato de Yankier, de Párraga, confirma que la mayoría de los
adolescentes de hogares con bajos ingresos económicos enfrentan otra
desventaja ante la elección de sus futuras profesiones: la necesidad de
que ayuden a llevar el sustento a la familia lo antes posible impide que
puedan optar por una carrera universitaria y, por ende, acceder a
empleos u oficios mejores remunerados.
"Mis padres no pueden asumir mantenerme los tres años del pre más los
cinco de licenciatura. Como mucho puedo hacer un técnico medio,
incorporarme pronto a un centro laboral y ayudarlos con la casa y la
crianza de mis hermanos menores", dice.
"A mis padres les duele porque de verdad quisieran que estudiara para
ser alguien, pero no pueden, la matemática no da. Mi aspiración de
estudiar Derecho va en contra de mi realidad".
Source: 'Cuando sea grande quiero tener un oficio próspero y sostenible'
| Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1476891261_26120.html
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