¿El futuro 'enemigo'?
La campaña de endiosamiento de la figura de Fidel Castro fomentada desde
el gobierno pudiera convertirse a largo plazo en un arma de doble filo
Lunes, diciembre 5, 2016 | Ernesto Pérez Chang
LA HABANA, Cuba.- Alguien en la calle, refiriéndose a estos nueve días
de duelo oficial por la muerte de Fidel Castro, decía: "esta es la
borrachera, deja que venga la resaca". La frase, aunque jocosa, advierte
muy sabiamente sobre lo que habrá de ser el futuro más inmediato en un
país cuyo gobierno deberá enfrentar la ausencia de una pieza considerada
esencial sobre todo para los partidarios de una "corriente fidelista"
opuesta al reformismo raulista.
Esa postura ideológica "fidelista", aunque peca de ingenua, sobre todo
porque su memoria histórica no es más que un compendio de mitologías,
pudiera llegar a ser una fuerza política importante en unos años y
estaría integrada no solo por quienes se consideran perjudicados por el
nuevo modelo económico o que sencillamente advierten en las reformas de
corte capitalista un acto de traición sino además por aquellos que
fueron, literalmente, "echados de la Corte" durante el traspaso de la
corona en febrero del 2008 o desde mucho antes.
La idea de un cisma ideológico, que pudiera tener resonancias en algunos
sectores del poder político, no es tan descabellada, sobre todo cuando,
en estos días, entre gritos de "Yo soy Fidel" y "Hasta la victoria
siempre", se han podido escuchar sobradas comparaciones entre un "pasado
glorioso" y un presente pleno de inseguridades, de modo que la campaña
de endiosamiento de la figura de Fidel Castro fomentada desde el
gobierno pudiera convertirse a largo plazo en un arma de doble filo.
La evolución natural de los acontecimientos en los próximos años
arrojará, casi en cascada, otros fallecimientos entre los integrantes de
la "vieja guardia". Varios puestos en el poder quedarán vacantes y en la
pelea por ocuparlos, al interior del propio partido comunista, aunque no
sea reconocido públicamente, se consolidarán facciones, si no es que ya
se han gestado.
Hace algunos años, los escándalos protagonizados por Carlos Lage, Felipe
Pérez Roque y los otros defenestrados, demostraron que el partido
comunista está muy lejos de ser la fuerza monolítica que se pensaba.
Las constantes sustituciones de la dirigencia, realizadas por Raúl
Castro durante todos estos años de su mandato, también son una prueba de
inestabilidad y de fraccionamiento ideológico, un verdadero caldo de
cultivo en las sociedades restrictivas, donde habrán de originarse al
menos dos bandos a tener en cuenta en las próximas dos décadas.
Por un lado, los que intentarán mantenerse en el poder a toda costa y,
por tanto, estarán dispuestos a flexibilizar sus posiciones para así
ganar el favor de la opinión mundial, aunque sin permitir una apertura
política que los coloque en riesgo; por el otro, los que, atemorizados
por una radicalización del reformismo, al punto que trascienda lo
económico hacia otros ámbitos de lo social, considerarán que es el
momento de un retorno a la ortodoxia comunista, incluso al terror.
La semana pasada, en medio del duelo, mientras las cenizas de Fidel
Castro hacían una parada en la plaza de Camagüey y las personas
congregadas en el lugar entonaban consignas, casi simultáneamente el
comandante Ramiro Valdés inauguraba, entre otros comercios, una tienda
Puma en Santiago de Cuba. Los rostros que mostraban las cámaras de la
televisión cubana, sin decir ni una palabra, lo decían todo sobre los
tiempos que han de venir.
Un panorama muy complicado, incluso trágico, que habrá de poner a pensar
a nuestros "mejores" ideólogos sobre cómo continuar hablando de Fidel
Castro sin que este se convierta en la principal fuerza enemiga para un
país que se debate en un dilema con rasgos esquizoides: lanzarse a la
aventura capitalista o dejarse arrastrar por la aventura capitalista.
Source: ¿El futuro 'enemigo'? | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/el-futuro-enemigo/
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