Los Reyes Malos
JUAN ANTONIO BLANCO | Miami | 6 de Enero de 2017 - 11:17 CET.
Recuerdo vívidamente los registros en época de la dictadura de Batista.
En mi casa estuvieron en 11 ocasiones. Buscaban armas, explosivos o
algún indicio de que estábamos conectados con aquellos que pudieran
esconderlos. No recuerdo ninguna instancia en que buscasen o
expropiaran mis juguetes. Tampoco se llevaron ninguna de las dos
máquinas de escribir propiedad de mis padres, afiliados respectivamente
al Partido Comunista cubano y español. Pero 58 años después del
derrocamiento de aquella tiranía, las fuerzas represivas "socialistas"
que hoy actúan en nombre del "paraíso de los trabajadores" aterrorizan
hogares en busca de laptops y juguetes.
Las laptops y memorias portátiles sirven para escribir y distribuir
ideas, lo que bajo un sistema totalitario es tan peligroso como repartir
cananas de balas y explosivos plásticos. En Rumanía había que registrar
las máquinas de escribir y tener una licencia para poder poseer una. Ser
librepensador no es uno de los 200 oficios autorizados para el trabajo
por cuenta propia en Cuba. Pero, ¿los juguetes? ¿Cómo se puede explicar
la aberración por estas fechas de forzar la entrada de una casa con una
brigada especial de la policía para buscar y expropiar… juguetes?
A los Castro —como a los terroristas islámicos— las tradiciones
cristianas de la Navidad y los Reyes Magos siempre les produjeron
urticaria. Para ellos, repartir juguetes gratuitamente es ilegal y
subversivo porque se asocia al nacimiento de Cristo cuando es sabido que
en Cuba el único redentor es el Estado. Y los únicos "camellos" que
alguna vez fueron autorizados a transitar en Cuba eran aquellos
incómodos buses que recibieron ese apodo en el argot popular.
Si no se reparten juguetes de forma gratuita o a precios asequibles es
porque —como ha explicado muchas veces el Partido— "la culpa la tiene el
criminal bloqueo de EEUU". Es por ello obvio que Gaspar, Melchor y
Baltasar son promotores del "diversionismo ideológico" de la CIA. Y a
los pobres —que cada vez son más numerosos en Cuba— hay que protegerlos
de esa ilusión idiota.
Tras el fallecimiento de su hermano, Raúl Castro ha decidido que quienes
rehúsan la sumisión a su recién adquirido reinado pasarán estas fechas
en calabozos y sus ideas pacíficas —como las propagadas verbalmente por
Jesús en su época— no podrán escribirse ni diseminarse con laptops y
memorias portátiles. ¿Juguetes? Quien tenga dinero suficiente que los
compre al Estado, único benefactor nacional autorizado. Así lo disponen
Los Reyes Malos.
Source: Los Reyes Malos | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1483693189_27912.html
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