miércoles, 22 de marzo de 2017

Cruceros dan oxígeno al boom del turismo en Cuba que parecía desinflarse

Cruceros dan oxígeno al boom del turismo en Cuba que parecía desinflarse
22 MAR 2017 15h42

La moda de visitar Cuba ha vivido una época de esplendor en los dos
últimos años con récords en la llegada de turistas, una burbuja que
amenazaba con explotar después de que varias aerolíneas de EEUU
decidieran reducir o suspender sus rutas a la isla, pero que encuentra
en los cruceros un balón de oxígeno.

En 2016 Cuba superó por primera vez los 4 millones de turistas, de los
que 112.000 llegaron en cruceros -las rutas desde EEUU, suspendidas
desde 1961, se restablecieron el pasado mayo-, una cifra que se
triplicará este año, con unos 370.000 cruceristas.

"En los próximos dos o tres años apuesto totalmente por los cruceros
porque es la forma que tiene el turista de traer su propia habitación
ante el problema de la escasez de plazas hoteleras", afirmó a Efe el
economista cubano José Luis Perelló, experto en el sector.

El crucero, explica Perelló, permite al viajero un "turismo
exploratorio", ya que no pasan en La Habana -algunos también visitan
Cienfuegos y Santiago de Cuba- más de dos días, en los que conocen el
país de una manera superficial sin sufrir los "inconvenientes" de unas
instalaciones turísticas aún en desarrollo.

El boom del turismo de los últimos años, desatado al calor del deshielo
con EEUU, puso en evidencia las deficiencias de la isla: escasez de
plazas hoteleras, servicio mediocre y precarias infraestructuras.

No obstante, la alta demanda provocó un alza de los precios de los
hoteles de un 50 % de media en toda la isla, aunque en el caso de
algunos hoteles de La Habana las tarifas se triplicaron y cuadruplicaron
sin una mejora de la calidad, estrategia que copiaron también muchos
restaurantes.

Mientras Cuba subsana esas deficiencias, el crucero garantiza al
visitante una atención adecuada para sus estándares de calidad: una
habitación confortable, comidas incluidas y comodidades como piscina o
conexión wifi, no disponibles en todos los hoteles de Cuba.

"Es un barco cómodo, el servicio brillante y venimos muy a gusto", contó
a Efe Joy, una londinense que llegó a Cuba con su marido en el crucero
de la británica Thomas Cook, que hace una escala de dos días en La Habana.

Esa breve estancia permite un turismo de postal: "Es todo tan de los
años cuarenta y cincuenta. Es lindo y exótico", contaba en su primera
impresión tras bajar del barco.

"Vamos a dar una vuelta en un carro americano antiguo, un paseo por La
Habana Vieja y por la noche visitaremos el cabaret Tropicana", contaba a
Efe Ian.

Se trata del recorrido típico que los cruceristas hacen en la capital
cubana, un cliché que no permite ahondar en la realidad de la isla pero
sí llevarse una buena impresión.

Otros turistas, como el alemán Gregory, se quejaban de la mala atención
que recibió en el restaurante del hotel en el que se aloja: "tardaron
mucho en servirnos y la comida estaba fría cuando llegó", aunque está
contento de conocer un lugar tan "exótico" como Cuba.

En lo que va de año, Cuba ya ha superado el millón de turistas, lo que
indica una buena tendencia para cumplir su objetivo de llegar a los 4,2
millones de visitantes en 2017.

Estados Unidos, que todavía no permite a sus ciudadanos viajar como
turistas aunque sí en viajes culturales o académicos, se ha convertido
ya en el segundo emisor de visitantes, detrás de Canadá, después de que
casi 285.000 estadounidenses viajaran a Cuba en 2016, un 75 % más que un
año antes, una tendencia que se mantiene en el primer trimestre de este año.

Esa euforia por visitar a Cuba contrasta con la reciente decisión de
aerolíneas estadounidenses de bajo coste como Silver o Frontier de
suspender sus trayectos a la isla; mientras que otras más grandes como
American Airlines o Jet Blue, han reducido sus frecuencias y envían
aviones de menor tamaño.

Esa decisión no se debe tanto a que los estadounidenses hayan perdido el
interés por visitar la otrora "isla prohibida", sino por un exceso de
oferta por parte de las aerolíneas de ese país, que restablecieron
vuelos comerciales a Cuba en verano de 2016 tras casi medio siglo
suspendidos.

"Al adjudicar 110 vuelos diarios, no hicieron ningún análisis de mercado
porque eso significaba más de tres millones de pasajeros estadounidenses
al año, una cifra que no recibe ni Cancún", aclaró Perelló.

En un momento de crisis económica y conscientes de que tienen en el
turismo su fuente de ingresos más estable, las autoridades cubanas
trabajan en la mejora de las infraestructuras aeroportuarias del país y
la construcción de nuevos hoteles.

En abril se inaugurará el primer hotel cinco estrellas plus en La
Habana, La Manzana Kempinski, con 246 habitaciones y gestionado por esa
cadena suiza en asociación con la estatal Gaviota, que se ha unido
también a la española Iberostar y la francesa Accor para construir otros
dos hoteles de lujo en la capital cubana.

Las obras para esos hoteles -Prado y Malecón y el Packard- ya se han
iniciado y forman parte del plan de Cuba de sumar 4.020 plazas hoteleras
este año a las 67.000 que dispone en todo el país y alcanzar un total de
104.000 para 2030.

Source: Cruceros dan oxígeno al boom del turismo en Cuba que parecía
desinflarse -
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