El gobierno cubano impulsa un proceso que busca acabar con el exceso de
personal en el sector estatal, donde se estima sobran más de un millón
de trabajadores.
En los últimos días, el primer vicepresidente, José Ramón Machado
Ventura, visitó varias provincias del país para analizar personalmente
la marcha de la reducción de personal en las entidades estatales, asunto
que, dijo, tiene "particular significación". Sectores considerados como
"banderas" de la transformación social vivida en Cuba tras el triunfo
revolucionario del 1 de enero de 1959, como la salud pública y la
educación, no han escapado al proceso de "actualización del modelo
económico" del país.
En ambas ramas, que son enteramente públicas, el gobierno está empeñado
en reducir los costos y en ese sentido ha anunciado una sensible
reducción de empleados, cuyo número se considera excesivo. Por eso, la
semana que recién concluye Machado Ventura consideró que el número de
600.000 trabajadores de la salud constituye un exceso y anunció que se
analiza en ese sector el número de personas que deben ser "reubicadas".
El primer vicepresidente aclaró que el traslado a otros sectores del
personal excesivo obedece a que "en otros países expulsan a la calle a
los trabajadores sobrantes (pero) Cuba tiene la ventaja de poderlos
reubicar en otros puestos". Al hablar en abril pasado ante jóvenes
comunistas, el presidente Raúl Castro dijo que las "plantillas infladas"
son un serio problema que "deteriora la capacidad adquisitiva del pueblo".
Castro anunció que "sobran cientos de miles de trabajadores en los
sectores presupuestado y empresarial (y) algunos analistas calculan que
el exceso de plazas sobrepasa el millón de personas", aunque aclaró que
el estado "no dejará a nadie desamparado".
Sin embargo, el mandatario advirtió que "no se trata de que el Estado se
encargue de ubicar a cada uno tras varias ofertas laborales. Los
primeros interesados en encontrar un trabajo socialmente útil deben ser
los propios ciudadanos". También el secretario general de la unitaria
Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Salvador Valdés Mesa, dijo a
inicios de este año que "el Estado no puede continuar subsidiando a los
trabajadores que queden disponibles".
Recientemente, Valdés Mesa expuso a la prensa local que la ampliación
del trabajo privado o "por cuenta propia", ayudará a absorber a una
parte de los trabajadores que deban ser reubicados. La fuerza laboral
cubana, que ronda los cinco millones de personas, está ocupada en más
del 90 por ciento en el sector estatal. La desocupación fue en 2009 del
1,7 por ciento y la productividad del trabajo decayó 1,1 por ciento,
según cifras oficiales.(Xinhua)
06/09/2010
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